Un Verano de Locos

4. ¿Qué le está pasando al mundo estos días?

Entré a la habitación y James ya estaba dormido. Había dejado un pequeño espacio a su lado y ahí me eché.

(...) (...)

Me levanté por los rayos del sol que caían en mi cara. Volteé y vi que el idiota ya no estaba.

Se preguntarán, ¿Por qué tanto odio?, pues bueno, después de que termináramos intentamos ser amigos, pero no pudimos y el amor se convirtió en odio.

Y ahora lo odio. Y es mutuo.

-Kendall, cariño, ya estás despierta.— dijo la abuela entrando a mi habitación.

-Sí,— dije frotándome los ojos.— ya bajo en unos minutos para comer.

-¿Qué? Querida, tu haces el desayuno, yo tengo que ir al Bingo con mis amigas. ¡Nos vemos!— dijo y se fue.

¿Abuela en serio?

Pues que hermoso. Ahora tengo que preparar el desayuno a 8 personas.

Me paré de la cama y me dirigí escaleras abajo hacia la cocina. Ahí estaban Riley, James y Tyler.

-Buenos días.— dije bostezando y Tyler y Riley voltearon a saludar. James tenía los audífonos puestos y estaba leyendo el periódico.

Fruncí el ceño y me acerqué lentamente por atrás hacia él.

-¡BUENOS DÍAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!— grité en su oído, lo que causó que se cayera de la silla de trasero. Me empecé a reír como foca retrasada con mi brazo en el estómago mientras él me fulminaba con la mirada.

-¿Sabes, James? Deberías pararte. Ensucias el piso.— dije cruzándome de brazos y tratando de contener la risa.

-¡Nadie.me.manda!— exclamó molesto.— Ahora, debería pararme.— dijo y se paró. Se acercó a mí y me susurró:

-Esto no se va a quedar así, Kenie Koala.

OH, NO. ÉL NO ME LLAMÓ ESO.

-¡Eres una marmota!— le grité. Me sonrió falsamente y se fue con su taza a la otra sala. Me quedé mirando a Tyler y a Riley y vi que mientras yo y ese elefante peleábamos ese par estaba conversando animadamente.

Para tu carro ahí.

¡¿RILEY Y TYLER CONVERSANDO ANIMADAMENTE?!

¿Qué le está pasando al mundo estos días?

-¡Hey, chicos!— exclamé y me acerqué a ellos. Pasé mis brazos por sus hombros.— ¿Qué me cuentan?

-Pues números, letras, papayas, plátan...—

-¡Sí mira que divertido! ¿Riley me acompañas?— le dije sonriendo como el gato de Alicia a mi amiga. Me miró con cara de "Se tomó la Nutella", y fue conmigo a un rincón de la sala.

Me quedé mirándola esperando alguna explicación de su parte.

-¿Y....?— dije haciendo un gesto con mis manos, incitándola a hablar.

-¿Qué pasó?— me preguntó pacíficamente.

ACÁ ALGO ANDA MAL.

-¿Te gusta Tyler?— le pregunté sin rodeos. Se me quedó mirando por unos 10 segundos para luego estallar a reír como mono con retraso, casi ahogándose de la risa.

-¿Yo y Tyler?— dijo como pudo y volvió reír.— Es como si dijeras "tú y James", ni en cien mil años luz.

-Ajá. ¿Y por qué hablaban tan lindo ahí?— le pregunté con una sonrisa victoriosa en el rostro.

-Porque decidimos hacer una tregua y llevarnos bien. Ya sabes, como en los viejos tiempos.

-¿Viejos tiempos? Riley, tu no te llevas bien con nadie.— dije a punto de reír.

-¿Y tú?— me dijo alzando una ceja.

-Soy el caso especial.— dije sonriendo inocentemente.

-Además, ni que fuera violenta. Para nada.— y ahí es donde empecé a carcajearme como loca.

-Haber, Riley, esta es la lista de condiciones de vivir contigo.— dije y empecé a enumerar con los dedos.

1. No me voy a hacer cargo si matas a alguien.

2. No voy a pagar si matas a alguien.

3. Te ayudaré a lanzar el cuerpo al mar si matas a alguien porque me da flojera pagar.

Riley asentía a mi lado mientras Tyler estaba esforzándose mucho para.no reírse. Eso me dio una idea.

-¡TYLER! Mueve tu trasero hasta aquí un momento.— le dije y él me miró mal y vino hacia nosotras.

-¿Qué pasa?— preguntó sentándose al lado de Riley en el sofá.

Jum.

¿Me debería empezar a preocupar o...?

-Te ves muy bien hoy.

-Gracias.

Okay, si debo empezar a preocuparme.

-Chicos.— los llamé, ya que se Tyler se había quedado mirando a Riley fijamente, y ella estaba mirando a la puerta.

-Chicos.— se voltearon a verme.— ¿Ustedes no...? Ósea, ¿Ustedes saben que es el...? Haber, ¿Qué pasa cuando una abejita entierra su aguijón en—

-¡KENDALL!— gritó Tyler y yo paré de hablar abruptamente.

-¿Me acompañas a la cocina?

-Sí, pero espera que termino de explicar lo de la abejita y...

-A.HO.RA.

-Pff. Okay. ¡Tengo que hablar contigo luego!— le dije a Riley. Tyler me jaló del brazo y me llevo adentro de la cocina.

-Tengo que hablar contigo.

Uh. ¿Y si está en sus días?

-¿No estarás en tus días, verdad? Porque sino yo te entiendo perfectament—

-Kendall, voy en serio.

Okay, esto es preocupante. ¿Tyler serio?

Habrá tercera guerra mundial.

-¿Qué sucede?— pregunté en mi intento de ser seria.

Tyler se rascó la nuca y me miró fijamente a los ojos.

-Escucha,— dijo en voz baja.— puede que no me haya llevado muy bien con Riley antes, por...—hizo un ademán con la mano.—, bueno...ya me entiendes. Y quisiera hacerme su amigo y si se da pues ser algo más...y no me ayudas mucho molestándonos de esa manera.

Oh.

OH.

¡OH!

-¿Te gusta Riley?

-¿Qué? ¡No!

-Ajá. Y James no es un idiota.

-No lo es, Kenniboo. Tú lo ves de esa manera.

Alcé una ceja.

-No me trates de cambiar el tema, Tylliboo. Y no te creo.

-No me creas, es tu problema.

-¿Mi problema? Si yo digo que te gusta Riley, todos creen que te gusta Riley.— me crucé de brazos con una sonrisa victoriosa en el rostro.

-Argh. Pinche Kendall. Pero no me gusta ella, ¿okay?

Bufé y me crucé de brazos.

-Voy a hacer de que te creo. Te estaré vigilando, Tyler.

Le dije y me di la vuelta. Aún tenía una cosa más que hacer.

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Heey!🌚
Disculpen la tardanza y muchisimas gracias por todos sus votos y comentarios❤❤

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-Ale y Marian