Capítulo 4

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A veces volvía a sentir la herida de mi primer amor reabrirse y esa sensación de no poder respirar de que me arrancaban la piel, pero ya no lo escuchaba como antes estaba demasiado entretenida como para percibirlo.

Mi nuevo mundo era divertido y placentero pero nadie me advirtió de la soledad que se sentía a pesar de estar rodeada por tanta gente, era un sentimiento nuevo e irónico pues nunca me sentí sola estando a solas con mi primer amor, con el tiempo me di cuenta que todas esas sonrisas estaban dibujadas y que lo que había detrás eran corazones rotos y espacios huecos que alguna vez también sintieron el desprendimiento de su primer amor tal como me había ocurrido a mi.

Con el paso del tiempo los síntomas se agravaron eran similares para todos aunque a algunos les pegaba con más fuerza que a otros, en poco tiempo se unió al club la depresión, el desgane, la ira, el dolor, la amargura. Pronto cesaron las risas y la aparente diversión que brindaba mi nuevo mundo se vio empañada por el vapor que desprendían tantos corazones lastimados incluyendo el mío.

Entendí entonces que esto era lo que mi primer amor estaba evitando que me sucediera lloré amargamente como aquella vez en que tomó mi mano por última vez y con una lágrima solté mi mano de la suya me di vuelta y lo dejé atrás, volví a sentir que me moría y añoré volverlo a ver u oír como en aquellos días, pero ya era tarde estaba demasiado lejos o al menos eso creía

A solas con él Where stories live. Discover now