Jueves [Creek]

3.

Martes por la tarde.

El frío del invierno provocó que mi nariz se pusiera roja y mis manos se entumecieran hasta el punto de casi ni sentirlas.

Comienzo a caminar en dirección del metro y en el camino decido pasar por un pequeño parque donde los niños tienden a jugar, me siento en una banca y reviso la hora en mi celular.

Aburrido comienzo a jugar en mi celular, hasta que escucho el ruido de unas pisadas muy cerca mío. Asustado me giro rápidamente buscando el dueño de las pisadas. Pero no hay nadie a mi alrededor.

Vuelvo la vista a la banca y salto de esta asustado al ver un pequeño regalo a mi lado.

Miro a todas partes buscando a algún niño que me diga si ese es su regalo o algo por el estilo, pero no hay ningún niño cerca y nadie parece reclamarlo.

Con miedo me acerco a la pequeña bolsa de regalo y ladeo la cabeza al ver que el regalo parecía haber sido envuelto a la rápida con un sobre azul y encima de este escrito con lo que supongo fue un plumón puedo ver claramente dos simples palabras.

"Para ti"

Miró a todas partes otra vez buscando al dueño del regalo y con temor tomó el regalo entre mis manos.

¿Y si es una bomba? ¿Y si cuando lo habrá esta explote y destruya la mitad del parque? ¡Jesúcristo! ¡Eso sería demasiada presión!

Inhaló aire profundamente y cierro los ojos mientras comienzo a abrir con mucha lentitud el regalo que estaba entre mis manos.

Al ver que este no explotó entre mis manos abrí un ojo para ver mejor que era y mis ojos se abrieron como platos al ver que dentro del regalo estaba el libro por el cual daría mi vida.

La portada amarilla mezclada con los brillos de colores me hacen sonreír. Abro la primera página y me doy cuenta que hay una pequeña nota dentro de esta.

Mi rostro enrojece de sobremanera al leer la nota y rápidamente cierro el libro y lo abrazo con fuerza contra mi pecho.

El libro no es nuevo, las hojas están gastadas y en el borde superior hay una pequeña mancha de café, pero aún así, es perfecto.

"Hey.
Espero no tengas "te daría el mundo" en tu biblioteca, porque si no este habría sido un esfuerzo en vano... Bueno, lamento no poder entregártelo en persona, pero no creo poder tener el valor de hablarte porque... ¿Me creerías si te digo que con sólo ver tus brillantes ojos esmeralda mi corazón late tan fuerte que llego a tener miedo de que se salga de mi pecho? Es una locura a decir verdad... De todas formas, espero te guste y lo cuides mucho.
Nos vemos mañana en el metro.
Atte.
C. Tucker."