Jueves [Creek]

2.

Martes

A pesar de que hoy si pude llegar a tiempo al metro, decidí vagar un rato por el lugar hasta que llegara el otro. Y obviamente estoy esperando el otro porque me gusta los viajes largos... Por nada más... No, no estoy esperándolo por el chico de ayer... Y tampoco me puse la ropa más linda que encontré en mi armario para impresionarlo... Y mucho menos por una vez en mi vida abotoné bien mi camisa sólo para que ese chico se impresionara aún más ... No, diablos, no... Agh ¿¡porqué todo siempre es tan complicado!?

Al fin el metro había llegado y me subí entre el montón de personas que subían y bajaban de este.

Me senté en el mismo lugar del día anterior y al llevar mi vista en frente pude ver al mismo chico de ayer leyendo un libro, desde aquí no podía leer el nombre del libro pero apenas vi la portada supe que estaba leyendo "Te daría el mundo" ... El cual es mi libro favorito...

Sin darme cuenta de lo que hacía apreté fuertemente mi mochila contra mi pecho mientras mantenía mi vista fija en el libro. Honestamente lo leí porque un amigo me lo había prestado, pero no tengo el dinero para comprar el libro... Eso, y que el hecho de salir a comprar es demasiada presión para mi, es decir, si voy a una tienda posiblemente tendría que buscar el libro entre miles de otros y habiendo tantos tardaría horas mientras busco y cuando finalmente lo encuentre tendría que ir a pagarlo y tendría que esperar en una fila donde seguramente el hombre que está atrás mío llamado Bob es un pedofilo degenerado que tratará de violarme sin importarle que haya gente alrededor pero en un ataque de defensa lo golpearía lo cual provocaría que cayera de espaldas y... Oh por dios ¡Quizás se pudo haber muerto por el golpe!

-¡GAH!- inconscientemente suelto un grito en medio del metro llamando la atención de una par de personas, incluyendo al chico de chullo azul.

Avergonzado escondo mi rostro en mi mochila y cuento mentalmente hasta diez. Cuando llegó hasta el último número levanto la vista y veo que ya nadie me está mirando, lo cual me alegra de sobremanera.

Sin darme cuenta vuelvo a dirigir mi mirada al libro que lee el chico y este vuelve a levantar su vista hacia mi. El chico me sonríe de lado y desvía su vista hacia la ventana que está a su lado izquierdo.

Por unos segundos me quedo mirando su rostro de perfil e inconscientemente comienzo a memorizar cada una de sus facciones, desde su mentón hasta su cabello, donde un par de rebeldes mechones oscuros caían hacia sus brillantes ojos de un azul tan oscuro que fácilmente se podrían confundir con el color negro.

El chico bosteza contra el vidrio y una pequeña nube de vapor queda marcada en esta, mantengo mi vista en el vidrio y alzó una ceja curioso al ver que el chico comienza escribir en el vidrio.

Abro los ojos como platos al leer las simples palabras que estaban escritas en el vidrio. El chico me mira de reojo esperando una respuesta.

"¿Te gusta el libro?"

Me relamo los labios nervioso y asiento lentamente antes de levantarme y bajarme en la parada que me corresponde.