<< Apolo se portó muy bien conmigo, y me encantó escuchar la pasión con la que hablaba sobre literatura. Cuando Camille se cambió de carrera, obviamente Apolo dejó de ser su profesor. Sus clases siempre han sido en la tarde, de hecho, antes incluso eran más tarde así que busqué la forma, mi papá me inscribió en clases de pintura por mi insistencia, desde entonces, a veces me brincaba las clases para ir a las clases de Apolo. Con el tiempo Apolo comenzó a ser más amable conmigo, ya no me hablaba de usted y siempre era muy caballeroso. Inclusive me llevaba a casa, nos volvimos cercanos, era tal vez como una especie de tío, yo le contaba todo, incluso... cuando salí con ese imbécil.

<< Apolo siempre estuvo ahí para mí, tal vez porque fue al único al que dejé entrar completamente en mi alma. Fue ahí cuando me di cuenta que sentía algo más por él. Algo más fuerte de lo que podía controlar, me asusté y desde entonces solo lo miraba a la distancia, no me había vuelto a topar con él en tres años hasta ahora que tú eres su alumna.

—Estás enamorada de Apolo —dije con cuidado, no fue una pregunta, pero ella asintió.
—No lo escogí Cathy, y sé que está condenadamente mal, él es mayor que yo y...
—Nadie escoge de quién se enamora —dije fijando mi mirada en el horizonte, un horizonte obscuro, que cubría la ciudad de Manhattan, así como los recuerdos cubrían mi mente.

—No soy la única que se enamoró de alguien que no debía por lo que veo —dijo ella mirándome.
—Es diferente Athala —aclaré al ver su mirada— yo me enamoré de alguien que no puede amar y ya he pagado las consecuencias. Tú estás enamorada de alguien mayor, no es un pecado. ¿Él lo sabe?

—No lo creo —explicó la chica— me alejé apenas me di cuenta de lo que sentía, no creo que hubiera tenido tiempo de darse cuenta de nada. He pensado que tal vez es solo un capricho.
—Que vallas desde los doce a verlo y confiases en él no se le llama capricho Athala, tu lo ama...
—¡No! —exclamó Athala sobresaltándome— No Cathy, no lo digas, por favor no lo digas, eso solamente hace más real todo esto, no necesito que sea más real de lo que ya lo es.

—Está bien, no diré nada de nuevo —prometí— ni de eso, ni de tus sentimientos, sé guardar un secreto.
—Sabía que había escogido bien —dijo Athala.
—¿De qué hablas?
—De mi amiga —dijo ella simplemente— no puedes encontrar muchas en Columbia.
—Hablando de la univesidad... ¿Crees que pueda cambiar Teatro por Natación? Necesito hacer algo de ejercicio.

—Podrías hablar con los responsables de los talleres, puedes escoger Basquetbol, Voleibol, Football o Natación. ¿Cuál crees que sea mejor?
—Ninguna para mí, hago ejercicio porque debo hacerlo, no porque sea de mi agrado —respondí y riendo juntas bajamos al cuarto tras recoger el lienzo y las pinturas de Athala.

Como de costumbre últimamente, Gemma y Victoria seguramente estarían donde Roxana. Era increíble cómo se habían modificado las cosas últimamente, por circunstancias de la vida, más que nada los horarios, esas tres chicas se veían muy seguido, tan seguido como Athala y yo.

Era viernes, así que sin perder mucho más tiempo, hice mi rutina pre-bed y me fui a la cama, tenía ya un largo día por venir, y aún no sabía cómo es que haría para no asesinar a Rickford y sacar bien el trabajo.

*                     *                    *

Al despertarme el lunes, después de hacer la rutina pre-day salí rápidamente a clases pues me había levantado algo tarde, la evidencia en el baño decía que Gemma ya se había ido, No cualquiera lo hubiese notado, es solo que mi amiga es un poco despistada acerca de dónde pone sus cosas.

Realmente casi pasé de todas mis clases, necesitaba que ya fuese sábado, así el trabajo estaría terminado y yo podría alejarme de Rickford y todo lo que implicaba para mis sentimientos el estar cerca de él.

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Where stories live. Discover now