Muñeca Rota (V/ Taehyung De Bts)

Capitulo XII

-¿Me aclaras una duda?- preguntó V casi de manera retórica mientras salíamos de la escuela, para luego agregar: -¿Alguna vez, cuando dejes de lado tu orgullo, me permitirías ser tu novio?- preguntó, bajando la mirada al suelo.

Habían pasado tres semanas desde la última vez que me había besado, el mismo día en que me había pedido ir a la presentación de su banda. Ninguno de los dos habíamos vuelto a hablar de los temas tratados ese día, pero Taehyung daba indirectas para que yo pensaba en lo que había ocurrido.

-No- dije yo, cortando la tensión que él quería instalar entre nosotros.

-Supuse que dirías algo así- afirmó.

-¿Entonces para qué preguntas?- interrogue entre risas.

-Para que alguna vez me digas que sí- contestó él, y yo reí.

-Claro- contesté, para que no supiera que parte de mí sabía que él estaba ganando gran parte del terreno.

Entonces, una llamada interrumpió mi pequeño tiempo con V.

Grité para mis adentros al ver que se trataba de Julián. El muy estupido me había llamado cerca de diez veces cada día desde aquella vez. No sé si lo hacia para molestarme o si tenía otra intención.

-¿Me esperas un segundo?- pregunté, para luego alejarme y atender a mi hermano.

-¿Qué carajo querés?- pregunté irritada.

-¿Acaso estabas con algo importante?- preguntó.

-No- contesté fría.

-¿Entonces porque te molesta tanto que te llamará en este momento?

Me quedé callada y ahogué un suspiro. Definitivamente, me llama todo el tiempo sólo para molestarme ¿Es que no tiene nada mejor que hacer?

-¿Por qué haces esto?- pregunté, molesta. No quería que mi hermano estuviera tan pendiente de mí.

-Porque sos mi hermanita- dijo. Hace ya mucho tiempo que no escuchaba a nadie llamarme así. Sólo él y Celeste, como era de esperarse, me llamaban de esa manera.

Volví a suspirar.

-¿Mamá no se molesta al verte con el teléfono todo el tiempo?- pregunté, recordando que ella odiaba que hagamos eso.

-No le interesa lo que haga, y lo sabes- contestó. Era verdad. A ella no le importaba lo que Julián y yo hiciéramos. Casi podía decir que nos odiaba.

No quería llorar. Me negaba a que supiera que él era la persona que más extrañaba en el mundo.

Entonces, como era de costumbre, Taehyung se acercó a mí y tocó mi hombro desde atrás.

-¿Pasa algo?- preguntó V, mirando fijamente mi cara de preocupación.

-¿Quién es ese?- preguntó Julián desde la línea telefónica.

-No es nadie- dije -hablamos después- luego de entonar esas palabras, colgué.

Julián no podía saber de Taehyung y, a su vez , Taehyung no podía saber de Julián.

Sonreí hacia V, lo cual hizo aún más evidente mi estado de incomodidad.

-¿Con quién hablabas?- preguntó, no con el típico tono de voz de un novio controlador o un chico enamorado celoso, más bien con interés, como si realmente quisiera saber más de mí.

¿Sería así? No lo sé. Tal vez nunca lo sabría. Y el impedimento de no saber lo que él pensaba iba a matarme dentro de poco. ¿Por qué la brujería vudú no me permitía leer la mente de los demás?