Capitulo 2

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Diganme si esta novela les está gustando o si se les hace interesante plis T-T 

Me gusta saber lo que piensas, lo que crearon en sus mentes, todo n.n 

Es una forma de sentirme conectada con los que me leen, saber que lo hacen, saber que les gusta, saber cosas!!!!

Un saludo a todos!!!!

Bye bye n.n



William llegó a primera hora de aquella mañana acompañado con otro hombre más alto que su compañero, de cabellos oscuros, a diferencia de los de Will que eran castaño claro, ojos tan azules como el cielo despejado de verano, o incluso el mar calmado, pero aun así no era nada fuera de lo normal. Pero Reth estaba muy lejos en fijarse los detalles con lo que estaba haciendo.

Y es que no había tenido mejor idea que recibirlos a su forma, como siempre lo hacía con los de la ODSRS.

El hombre que se encontraba detrás de él penetrándolo paró toda acción cuando ambos ingresaron en la oficina, pero no quitó sus manos de su cintura, apretadas y que seguro dejarían marca. Una sonrisa torcida y algo sádica se instaló en sus labios cuando levantó la vista y los vio allí.

Como había pensado, llegaría a primera hora.

El hombre detrás de él, un elfo de poca edad y con un glamour que poco le gustaba, se separó como si su cuerpo quemara y se subió los pantalones a la velocidad de un rayo.

–Yo... –comenzó a balbucear, pero Reth, quien tenía cara de pocos amigos se irguió delante de su escritorio y levantó una de sus manos, negando con su dedo índice.

–¿En serio Reth? –le preguntó William con cara de pocos amigos, mientras el elfo se iba de la oficina como si hubiese visto al mismísimo diablo –¿No tuviste una mejor idea?

Hizo ademanes con su mano libre mientras que con la otra se arreglaba las prendas y contemplaba a los dos que habían ingresado y se habían sentado en el sofá más grande uno pegado al otro.

Reth rodeó el escritorio y se sentó en uno de los sofás individuales frente a ellos.

–¡A qué te gustó! –dijo sin desdibujar su sonrisa y contemplar al otro hombre con los ojos entrecerrados.

No había nada fuera de lo normal por lo que sentía en aquel hombre, pero algo lo inquietaba. Algo dentro de él.

–No me sorprende viniendo de un hada –comentó el hombre de cabellos oscuros y Reth lo fulminó con la mirada.

–¿Y tú qué mierda sabes sobre si soy una puta hada o no? –le preguntó agresivamente mientras lo estudiaba con la mirada.

Siempre había odiado que lo compararan con un hada más que cualquier cosa. Más porque su propio padre lo había sido y había terminado "enamorándose" de su madre, quien tontamente cayó bajo sus encantos de hada como de sucedía con todos, y cuando ella supo que lo estaba esperando, su padre desapareció. Agradecía que si un hada y otro ser, tanto humano como no, se unían, el hijo que salía de aquella unión era casi imposible que sacara características de las hadas, sino que eran modificadas y únicas. Él era único.

William contempló a su compañero por el rabillo del ojo y los rodó.

–Disculpa a mi compañero.

–No veo porqué debemos de pedir disculpas a un fenómeno como este. Sería mucho mejor que estuviera bajo detención por haber violado la ley que impide que criaturas de distintas clases se mesclen.

Voluntad de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora