Prólogo

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Estaba en los pasillos sentado en el suelo, y su espalda estaba ligeramente apoyada en unos de los casilleros. En sus manos había una manzana, y le dio un mordisco para luego, acomodarse el cabello un poco somnoliento.

Estaba solo, y en realidad no necesitaba a nadie. Estaba tranquilo allí, y no pensaba en nada más que salir de ese lugar.

Obviamente la tranquilidad se acabó, cuando un chico con cabello negro pasó junto a él, diciéndole:

—¿Blanca Nieves compró su manzana? ¿Cuántos has pagado por ella, eh? —le dijo—. ¿O la has robado, Tomlinson? —rió de su barato chiste.

Su acompañante rió junto a él.

Louis no le respondió nada, sólo los miró y siguió comiendo de su fruta.

Una vez que el timbre sonó, cansadamente se levantó del suelo y caminó hasta la salida para poder ir, de una vez, a su casa. Aunque... muchas ganas la verdad no tenía, no soportaba el hecho de que Harry-mi-vida-se-basa-en-dinero-Styles pasara con sus "mejores amigos" por su, no tan hermosa, casa y sólo... ellos comenzaran a reír.

Caminó por la acera mientras sacaba otra manzana de su bolsillo, y la realidad era que era lo único que tenía.

Abrió el portón de su casa para poder entrar, y como lo esperado escuchó voces, risas, y los: "Louis, qué linda casa tienes". Completamente sarcásticos.

Giró para ver de quién se trataba —aunque sabía bien quién era—, y sí. Era Harry y sus, no tan adorables, amigos.

Los miró completamente molesto.

Y éstos, desde del mientras caminaba, le decían:

—¡Louis! ¿Sabes qué mi sueño es tener tu casa, cierto? —dice entre risas, Jase.

Los demás rieron.

Podría irse adentro, podría escapar pero no. No lo hizo, y la verdad es que no sabía por qué.

Así que siguió escuchando.

—¡Qué hermosa casa qué tienes, Tomlinson! —exclamó sarcástico Nathan—. ¿Me las has de prestar algún día, cierto?

Y luego, su peor y mayor enemigo, la mayor mierda para Louis, obviamente. Harry rió por la nariz y llevaba una sonrisa tan divertida en sus labios, y su mirada fijó en Louis, diciéndole:

—¿Cómo puedes vivir en algo así, Louis? —alzó las cejas divertido. Una sonrisa en sus labios, mirando a Louis como si la situación fuera graciosa—. Quiero decir, mira a tu alrededor —rió—. Le diría a mi madre que te obsequiara dinero pero la verdad es que... no da limosnas.

—Esa fue buena —rió a carcajadas, Jase.

Louis bajó su mirada, y miró a su alrededor. Y no dijo nada, sólo entró.

Quizá ellos tenían razón.

Pero él no eligió vivir de ese modo.

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re sad, ashi por favor, basta me duele escribir esto pero debo ser strong ahre. bueno, 

es el comienzo no más, será algo corto. no más de 20 capítulos creo yo.

nos leemos después bebés.

gracias por leer, 

¡! ashi.

THE HOUSE OF LOUIS | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora