Capítulo Treinta y Ocho: El recuerdo de una Flor

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—Mira...

—Espera, hay normas de educación, yo hablo y tú escuchas, luego yo escucharé tus intervenciones— aseguro y por experiencia sé que eso hace molestar aun más a las personas—. Seguro que conoces a Jocker desde que llegó a este país, pero los que lo conocemos de verdad sabemos que cuando hace una promesa la cumple. Prometió que estaríamos juntos al volver, nunca te nombró. Habló de Noel, Mike y otros más, pero tú nunca estuviste en el cuadro.

>>Conozco a Jocker, él no me mentiría, primero terminaría conmigo y si estaba muy caliente él sabe darse placer aunque si has estado pendiente de él sabes que es lo último en su mente cuando solo estaba aquí queriendo ayudar a todos. Sé que no es un santo, solo Dios sabe que aun quiero golpearlo por venir acá y avisarme poco tiempo antes, pero no seas una perra queriendo hacer ver mal cuando él solo esta inconsciente. Si tuvo sexo contigo entonces espera a que despierte para restregarme justo frente a él porque ahora no voy a creerte nada.

>>Es evidente que tienes un flechazo por Jocker, no te culpo. Pero soy una mujer a la que le gusta pensar y antes de hacer el drama y correr a Londres pensando que Jocker te lo hacía de mil maneras, prefiero esperar a que mi novio despierte y me lo digas justo frente a él en donde pueda confirmármelo. Gracias.

Ella abre y cierra la boca, me doy palmaditas en la espalda mentalmente porque creo que eso ha sido sensato. No la he insultado, al menos no directamente y he dejado mi punto en claro de que confío en Jocker y no quiero ser la adaptación de un mal drama en donde huyo cuando él no puede ni explicarse.

Me pongo de pie y me estiro.

—Si me disculpas, estoy de guardia para cuidar a Jocker. Buenas noches, puedes irte a dormir— anuncio antes de entrar a la habitación.

Me acerco a la cama de Jocker y me dejo caer en una silla. Sonrío, el señor Albert ha quitado su barba y pidió que cortaran un poco su cabello, se ve más cercano el Jocker que dejó Londres. Tomo su mano en la mía y le doy un apretón.

—Será mejor que no hayas metido tu pene en ese hoyo, ella puede estar buena y ser un bombón, pero seguro que tiene una actitud perra que a ti no te agrada. En todo caso la hubieses metido en un agujero culto, cariño.

Río de mis propias palabras, tomo el libro que dejé junto a la pequeña mesa a su lado y aclaro mi garganta.

—Ya sabes, voy a leerte esto pero nunca le digas a Elise que estoy cargando con un libro de Matthew como una biblia. A ver, veamos por dónde quedamos.

Continúo con la lectura hasta que mis parpados se cansan y me quedo dormida.

***

17 de febrero, 2015.

—Adivino, esa pecosa asegura que Jocker se la folló.

Levanto la mirada de la Tablet que Holden me prestó para jugar y lo encuentro viendo a Laurent. Pauso el juego.

— ¿Cómo tú sabes eso?— frunzo el ceño.

—Porque ella era como una especie de soldado acosadora— me observa—. Cierto que Jocker no quería decirte. En resumen quería que Jocker se lo hiciera y Dios bendiga la voluntad del hombre que prefería una paja pensando en ti que metérsela a ella.

—Eso ha sido gráfico.

—Una noche despertó con la boca de ella sobre su...

—Voy a matarla si dices pene o boca.

—Pene.

—Voy a matarla ¡Eso es como violación! ¡¿Está malditamente loca?! ¡Es una soldado violadora!

Término Medio ( #1 Saga InfoNews)Onde histórias criam vida. Descubra agora