Estaba loco, demente, con el cerebro en otro mundo.

Lo mire y vi sus ojos brillantes que reflejaba su ilusión que me dio un poco de pena. Se había enamorado de ella, y me dolía.

Pero, ¿por qué estaba mal si siempre lo apoyaba en sus ideas más locas?

En ese momento, él puso su mano encima de la mía.

Sentí una fuerte corriente en mi cuerpo que fue directo a mi corazón, haciéndolo bombardear más rápido de lo normal. Me miro a los ojos y jure no sentir mis piernas más nunca.

-Necesito que me apoyes.

Aquello me hizo formar un nudo en mi garganta.

-Te voy a apoyar siempre, Anthony.

Y eso era cierto, aunque pensaba que era una idea demasiado estúpida.

-Gracias.-me regalo una sonrisa, una sonrisa muy bonita.

No me creía donde había parado: en una joyería ayudando a mi mejor amigo a escoger un anillo para su novia.

Estaba molesto y no podía negarlo.

Pero hacia lo que fuera por él.

-¿Qué tal este?-me señalo, indeciso.

Alce los hombros.

-Es lindo, tal vez le guste.

Pasaron los días y Anthony parecía que le venía una idea más loca que otra, ahora quería proponerle matrimonio a su novia en Japón, juro que quería golpearlo por eso.

Sabía que yo quería ir a Japón, y se la lleva a ella.

En vez de a mí.

Ese día los acompañe al aeropuerto, vaya masoquista que estaba hecho, pero no me quedaba de otra.

Ese día, supe que Anthony estaba tomando una mala decisión.

-Espero que se diviertan.-les dije antes de que partieran.

-Lejos de aquí, siempre nos divertiremos.-soltó su novia con arrogancia.

Los días pasaron y cada vez sentía un vacío enorme imaginando a Anthony y a su novia paseando por las calles de Japón, tomados de la mano y diciéndose cosas lindas.

Lo extrañaba, y no podía negarlo.

Un día me llego un mensaje en plena mañana, vi mi móvil y era él.

No pude evitar ponerme feliz.

Pero duro poco al ver lo que contenía el mensaje.

"¡¡¡Me dijo que si!!!"

Me dolió.

Quise gritar en ese momento.

"Felicidades, me siento feliz por ustedes." tuve el descaro de mandar.

No me di cuenta que lloraba hasta que una lagrima cayo al móvil.

¿Qué me pasaba? ¿Por qué actuaba así? Debí estar feliz por Anthony, pero aquello no pasaba.

Me dolía verlo feliz con otra persona que no fuera yo.

Anthony volvió una semana después, contándome sus vivencias allá y por supuesto, lo feliz que estaba por su compromiso.

Los días pasaban y Anthony se quedaba más en casa de su novia que en la nuestra, y no lo juzgaba, sería su futura esposa.

La idea de que vivan juntos me aterraba, y no quería aquello pasara.

Little Memories (Ianthony)Where stories live. Discover now