Sin embargo, otras cosas empezaron a ocurrir entre nosotros.

En cuanto a mí, mi cariño hacia Anthony empezaba a crecer, siempre buscaba lo mejor para él, me preocupaba por sus días de estrés por trabajos en la universidad, le preguntaba si quería comer algo cuando lo veía a malas, lo apoyaba en sus locas ideas, reía con sus chistes malos, incluso, me gustaba ver como él reía también, hasta saltaba de felicidad junto a él cuando le daban una increíble noticia.

Él era fantástico, en todos sus aspectos.

Estaba empezando a ver a Anthony como algo más que un amigo, y yo solo pensaba que era cariño de "hermanos". Lo cierto era que, sabía que los hermanos no sentían lo mismo que sentía yo por Anthony.

Pero aquello no lo sabía.

Era un cumpleaños de Anthony, lo recuerdo, él no era mucho de celebrar sus fiestas, pero ese día fue la excepción.

Habían llegado nuestros amigos a celebrar el cumpleaños de Anthony, con un enorme pastel preparado por mi madre como regalo. Ese día, él estaba feliz, y yo también lo estaba.

Llego un momento que me hizo quitar aquella sonrisa que tenía en mi rostro.

El timbre había sonado, dando la inesperada visita de una chica la cual ni conocía. Pero, al parecer, Anthony sí. Aquella chica se abalanzo sobre él, plantándole un beso en sus labios como si se lo fuera a comer ahí mismo.

Ahí, sentí algo extraño dentro de mí, algo que no podía explicar pero me hacía sentir... extraño.

Anthony había tenido novias alrededor de nuestra amistad, pero hasta ese día nunca me había pegado tanto que estuviera con una.

Los días siguientes el me hablo de ella, sobre lo feliz que estaba y lo bien que le hacía sentir. Mientras escuchaba sus palabras, algo en mi crecía, y no tenía ni la menor idea de lo que era.

-Ella es fabulosa, la amo.-me confeso. Yo trague saliva dificultosamente, sintiendo como mi corazón se sentía muy apretado dentro de mi cuerpo.

Los próximos días a ese, estuve un poco desanimado, y no sabía el por qué. Sentía curiosidad hacia las cosas que hacia Anthony, qué hacia cuando estaba afuera, qué pensaba mientras estaba solo, donde estaba cuando yo no lo acompañaba, todo aquello invadía mi mente constantemente.

Se sentaba frente a mí en el comedor con su móvil, tecleándolo sin parar. Yo solo pensaba en lo entretenido que era verlo distraído, también, en lo tierno que se veía cuando reía por algo que encontraba.

Nunca me ponía a detallar a Anthony de pies a cabezas, pero todo eso cambio, y tenerlo siempre cerca, me hacía detallarlo hasta las imperfecciones que yo muy bien conocía.

Sin embargo, a mí me parecía que era lo más bonito que veía ante mis ojos.

A veces me daba miedo seguir mirando a Anthony de esa forma que ni conocía de mí. Cada vez que llegaba un pensamiento así a mi mente yo trataba de borrarlo, pero me era imposible.

-¿Qué opinas si... le pido matrimonio?

Casi escupo el jugo que bebía al escuchar esas palabras de su boca. Deje escapar mi tos exageradamente por ahogarme como un idiota frente a él.

-¿Está mal?-pregunto al verme de tal manera.

-¿Estás seguro de eso? Un matrimonio es algo muy importante, Anthony, ¿estás seguro que quieres vivir una vida junto a ella?

-¿Por qué no?

-Porque no llevan el tiempo suficiente para saberlo.

-La conozco muy bien y quiero estar con ella el resto de mi vida.

Little Memories (Ianthony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora