Capítulo 1 "No debe saber que me gusta"

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Hola que tal, mi nombre es...Angélica y en esta les voy a narrar  de una manera "divertida" un poco de algunas situaciones por las que he pasado espero que se identifiquen con ella y las que no, háganme saber por mensaje privado algún tipo de situación que les haya pasado y en el siguiente capítulo narraré su historia dejando en nombre anónimo o ficticio el nombre de la persona de la historia,¡espero y les gusten las historias! :D

Me atrevería a decir que sólo el 20% de las personas con las que he salido a citas (sino es que menos), me han atraído mucho físicamente a primera vista. Dicho esto, les quiero contar de lo que he bautizado como #LaMaldición. No sé si me la he ganado yo (#karma) o realmente alguien tuvo la osadía de ponérmelo. 

El último suceso de este tipo fue hace un par de días, mediante una aplicación donde me contactó una persona y platicamos durante unos minutos que se convirtieron horas. Un rostro con lentes, barba, cabello desacomodado y cejas pobladas era lo que tenía como foto de perfil, características que no me fueron relevantes ni lo creí atractivo en ese momento, de hecho olvidé responderle. 

Al cabo de dos semanas, volvió a escribirme, siendo él, el último en enviar mensajes en esta conversación. Aunque me mandara fotografías (#NoXXX), seguía sin haber mayor interés de mi parte.

Después de haberme permitido hablar con él un poco más y conocer datos demográficos de este consumidor, decidimos conocernos

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Después de haberme permitido hablar con él un poco más y conocer datos demográficos de este consumidor, decidimos conocernos. Y fue de la manera más extraña en la que pactamos concebir este encuentro. Resulta que él trabaja cerca de mi anterior empleo y sabía sobre mi caminata diaria de regreso a tomar el metro. Nos encontramos en una esquina que nos quedaba a ambos y caminamos por aproximadamente 25 minutos hasta mi destino.

Al momento de verlo en persona quedé atónita. No sabía cómo reaccionar, me atrajo muchísimo físicamente, su voz me parecía lo más sexy del universo y los cachetes que parecía tener en su foto de perfil era sólo debido a un mal ángulo (#notfatjustheangle).

Casi nadie me intimida al conocerlo, sino al contrario, tiendo a intimidarlos yo a ellos por mi actitud aveces suelo mostrar demasiada seguridad. No fue por meticulosa ni psicópata, pero al minuto 4:57 me contó la verdadera razón por la que tenía esta aplicación donde nos habíamos conocido. La historia era porque un amigo suyo había visto a su "novia-exnovia" ahí y con tal de no quedarse atrás, tomó la decisión de hacerse su propia cuenta con tal de encontrarse a su ex y ver con sus propios ojos lo que le habían platicado.

Cabe mencionar que este ente batió el récord en hablar de su ex en menos de 5 minutos de habernos conocido en persona, merece un máximo galardón y mención honorífica. Después de esta declaración, no supe cómo reaccionar, sólo se me ocurrió preguntarle si aún tenía novia a lo que respondió con 2 palabras: "no oficialmente" (ehmm #officiallyisofficially).

Esto puede poner a pensar muchas cosas...

¿Qué se supone que debo pensar de eso? Al día siguiente decidí armarme de valor, sólo porque realmente me gustó mucho y le pregunté nuevamente cuál era la relación con su "novia"

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¿Qué se supone que debo pensar de eso? Al día siguiente decidí armarme de valor, sólo porque realmente me gustó mucho y le pregunté nuevamente cuál era la relación con su "novia". Necesitaba un status. Me dijo que no tenía. Decidí declararle que me gustaba, inoportunamente. Le propuse invitarlo a cenar (jamás hago este tipo de insinuaciones) y para mi inexistente suerte respondió que sí.

Emocionada porque llegara el día que nos viéramos, decidió cancelarme por una supuesta infección en la garganta. "La gripe ha vuelto", eso fue lo que escribió. Nunca sucedió esa cita donde podríamos platicar más que caminar sin vernos a la cara por 25 minutos, como en nuestro primer encuentro.

La lección que podríamos rescatar de esta situación es: nunca le dejes saber que realmente te gusta mucho hasta que sientas (o asumas) que al menos a quien se lo pretendes confesar pueda responderte a tu favor, sino no tiene sentido.

La lección que podríamos rescatar de esta situación es: nunca le dejes saber que realmente te gusta mucho hasta que sientas (o asumas) que al menos a quien se lo pretendes confesar pueda responderte a tu favor, sino no tiene sentido

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Gracias por leer este artículo no es mío, me lo hicieron llegar pero puedes hacerme llegar tu historia y darle una solución a tu situación.

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○♥Explorando el mundo de: LOS CHICOS♥○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora