04:02 AM.

230 28 5
                                    

Quiero que la muerte me tome en sus brazos y me lleve a una lejana distancia junto a ella. Lo deseo tanto que mis manos tiemblan de lo nervioso que puede llegar a estar mi cuerpo. Mi habitación ya no es el lugar para realizar este acto donde me entregare al otro mundo, así que me retiro lentamente hasta llegar a mi baño. Al igual que el pasado sitio, todo esto se encuentra en completa oscuridad. Mis manos tratan de hallar el encendedor, tampoco quiero morir al caer por aquí ¿O sí? No sería una mala idea de hecho. Solo que quiero sentir dolor, quiero revivir lo que sentía hace unas horas pero físicamente, que pueda verlo con estos ojos y que sea lo último que podre admirar con mis pupilas ya dilatadas. Por un momento pienso en segundos lo que haré, no puedo jugar con esto. Es una decisión que debo tomar ahora y que dependerá de toda esta vida que ahora creo tener. La poca voluntad que me queda se dispara por todo mi sistema y así voy totalmente seguro a encontrar lo que busco, hasta que finalmente las tengo en mis manos; se encuentran filosas y muy peligrosas. Puedo ver mi reflejo en ellas, es como si de alguna manera me dijeran que lo que suceda a partir de ahora será culpa mía. Pero estoy completamente decidido a tomar toda la responsabilidad, es mi jodido cuerpo y puedo hacer con él lo que plazca. Todo esto es una locura, la más grande que he realizado en este tiempo. Y tal vez sea la última. Muchos no sabrán que la locura existe desde años muy antiguos, y que mientras pase más tiempo más de esas personas nacerán, y creo que soy uno de ellos. La demencia precoz ha tomado mi alma por completo y ahora quiere destruirla. Podrán juzgarme cuando veces lo deseen, pero nada de esto es mi cual. La esquizofrenia es una enfermedad, para mi es una forma de vida.

Con todo el valor paso las hojillas por mis muñecas sin pensarlo, el primer intento no ha servido de mucho, aun no logro ver algún líquido. Intento de nuevo e incremente mi fuerza. Mierda, esto realmente duele. Pero siento ganas de volver a hacerlo, es masoquismo ahora hace parte de mi y no dejare de hacerlo hasta que me encuentre realmente mal. Mi respiración se descontrola y mis manos que antes temblaban ya no lo hacen. Me siento un poco débil y se la razón, coloco mi cuerpo en el cuelo y solo observo un el pequeño foco que esta sobre mí. Esta allí pero a veces desaparece, no entiendo porque pero lo hace. Siento una extraña satisfacción por todo mi cuerpo que hace mucho no sentía, quiero quedarme aquí, para siempre. Llevo toda la noche analizando todos esos malditos factores que tiene mi vida hecha una mierda y es hora de decirle adiós.

Mis pestañas recaen sobre mis ojos indefinidas veces, observo el suelo que ahora tiene un color rojizo y muy llamativo, coloco mi cabeza hacia atrás para dejarla descansar. Con los pocos segundo que logro ver, mis pupilas define esa luz que brilla sobre mí. Es el foco que me ha iluminado toda esta noche, es realmente precioso y único. Puede que le suceda lo mismo que a mí, tal vez se apague para siempre. Sonrió un poco porque se lo que se acerca, es el fin de toda esta historia de dolor que llena mi patética vida. Debí hacer esto hace mucho tiempo, pero soy un gran imbécil lleno de miedo que ahora será liberado. Respiro hondo y me dejo llevar, finalmente siento tranquilidad en mi pecho y es increíble. De pronto el no siento mi cuerpo, como si nunca me ha pertenecido, quizás nunca fue mío. Hasta que el pequeño foco que estaba sobre mi se aleja rápidamente, dejándome en un mundo oscuro y sin saber a dónde esto. Ah llegado el momento de despedirme... es la hora de un adiós. Mis ojos se cierran y pierdo la noción del tiempo, lo pierdo todo. Pero no es la primera vez, ya había estado muerto y nunca lo supe. Ahora será oficial, ya no volveré, no lo haré nunca más... 

SOLO ©Where stories live. Discover now