Parte 3

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El cursado universitario había sido, demasiado agotador, las horas no parecían pasar, su mente se encontraba dispersa, perdida, preocupada por los sucesos acontecidos la noche anterior. Se preguntaba si a pesar de tener algunas pistas fehacientes, aquello que había vivido, ¿podría a ver sido un sueño?, ¿Cómo era posible?, si él sintió como la realidad le penetraba por las venas, como sus sentidos se experimentaban en toda su expresión consciente los incentivos que la realidad provoca en su cuerpo y en su mente.

El paso de las horas no podía calmar o responder sus dudas profundas, necesitaba volver a leer el viejo cuaderno. ¿Qué contendrá ese libro?, ¿Qué paso realmente?, ¿Por qué había soñado con su abuelo?, ¿Por qué le advertía?, ¿sobre que lo advertía?, ¿Qué quería decirle?. Un pensamiento se repetía en su cabeza, una y otra vez, El cuaderno, el cuaderno, debo volver a leer el cuaderno, el cuaderno, el cuaderno.

Por más que la voz de sus profesores, se expandía por su cuarto, a través de su PCSOFT, Juan no podía concentrarse en la clase de historia de la Universidad del Litoral. Su mente recordaba muy poco de aquella clase expositiva, digna de una conferencia. Pero recordaba cada una de las palabras que había leído del viejo cuaderno de su abuelo.

Bajo su mirada hacia lado derecho de la pantalla, en la parte inferior, se encontraba abierta una ventana, con un documento DOC, donde se transcribía al instante las palabras del docente y las participaciones de los alumnos.

Mientras el profesor continuaba explicando, los cambios de la reforma universitaria del 1917, respondiendo la pregunta de una joven asiática, que desde Tokio, indagaba al docente con claras marcas de preocupación y desconcierto en su rostro.

Juan intentaba ponerse de nuevo al tanto de la clase, y seguir al grupo clase, pero no lograba hacerlo, mientras escuchaba la voz, en un difícil pero compresible español, de la joven asiática, llamada Sakura.

En ese momento, una luz verde, comenzó a titular, sobre la parte izquierda de su pantalla, allí donde se encontraban todos los rostros de sus compañeros de clase, sobre su barra de herramientas, un mensaje informático se encendió con una luz azul,

- Mensaje privado de Joao José.

Juan con su dedo índice, toco el mensaje y una ventana se abrió en un instante, allí vio a su amigo Joao, de la región de Lusitana del Gran Estado de Europa.

- ¿Qué pasa?, amigo estas distraído.

- Si, lo estoy un poco.

- La verdad que mucho, por que te estoy viendo y te encuentro perdido, como si estuvieras en otro lugar.

- No, logro concentrarme, por más que haga todo el esfuerzo posible no puedo.

- Tranquilo, Juan, hasta ahora esta haciendo solo un repaso de lo dado.

- Che, ¿Quién es esta Sakura?

- Es una nueva compañera, que se inscribió la semana pasada, hoy es su primera clase.

- ¿Dónde es?

- De la Isla Japón.

- Sabes todo de la nueva compañera, se ve que te interesa, jajajaja

- Es linda, debo reconocerlo, pero más me interesa la joven princesita, de Gran Bretaña,

- No sos tonto, para elegir, vos.

- Bueno, vos tampoco te quedas atrás,

- ¿Por qué lo decís?

- Por la rubia de la provincia de Italia.

El Cuaderno de Poesía. Where stories live. Discover now