Capítulo 18.

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Maximiliano la llevo a su casa y después de atenderla, prepararle algo de comer y darle los medicamentos, se quedaron mirando una película en el living, Angelina se había puesto algo mas cómodo de ropa. Los dos se encontraban muy relajados y felices por haber aceptado el amor, el uno por el otro.

Angelina parecía una flor, con cada pétalo que crecía dentro de ella, pareciera que volvía a nacer, que por fin algo de su vida tenía color, era como si un poco de la tormenta que en ella había por fin lograba desvanecerse, y ahora un arcoiris salía.

Se sentía plena, aún no se olvidaba que debía encontrar a su hija, ella siempre la quiso desde que la llevaba en el vientre, no olvidaba lo emocionada que se sentía que dentro de ella crecía su pequeña hija. No debía rendirse, ese hombre a su lado le daba la fuerza necesaria, su abuelo desde el cielo también la cuidaba y su abuela siempre estaba para ella, solo había que ser pacientes, un poco mas de lo que ya había sido.

-Ahora mismo no me importa la película, disfruto tu compañía y el poder estar a tu lado.-Maximiliano la miraba intensamente.

-Lo mismo digo, me haces sentirme feliz, plena y se que en el túnel que me encontraba poco a poco se ve la luz y todo lo debo a ti. Gracias-le dio un beso fugaz en los labios y sonrío tímidamente.
-Gracias a ti por permitirme entrar en tu vida.

Los dos sonrieron cómplices y siguieron abrazados disfrutando la compañía.

Se despidieron un poco después, él tenía que hacer unos tramites del trabajo y ella tenía que descansar, esa noche tampoco vio a su abuela ya que las pastillas que se tomo para cortar la gripe le surtieron efecto y fue a descansar temprano.

Al día siguiente se sintió mucho mejor, pudo notar que casi como nueva, aun así prefirió decorar su cuarto y ayudar con las pocas cosas que habían quedado de la mudanza. Se hizo un coleta, unos leggins y una blusa simple blanca. Bajo rápidamente a desayunar y rogaba que hoy si estuviera su abuela, la extrañaba.

-Buenos días hija-saludo su abuela desde la cocina en cuanto la vio entrar.

-Buenos días abuela, te extrañe, hace un día que no te veo.

Ambas rieron y se sentaron en el pequeño comedor de la cocina a desayunar, su abuela la miraba de una forma un tanto extraña.

-Algo en tu mirada cambio, sonríes mucho y brillas tanto que extrañaba verte así.

-Estoy feliz abuela, Maximiliano y yo estamos saliendo y creo que por fin algo en mi vida esta bien.

Melisa abrió los ojos de par en par, sorprendida aunque bien sabía que esos dos iban a terminar juntos, hacían una linda pareja y ambos merecían ser felices.

-Te felicito cielo, me alegra saber que hayan dado ese paso y te des una nueva oportunidad para ser feliz.

Ambas mujeres se abrazaron y terminaron de desayunar, su abuela quedo en la planta baja del departamento a decorar el living y la cocina. Angelina subió a su habitación y se puso a decorarla, quería que ese espacio se notará alegre, radiante.

Trato de pintar unas flores pequeñas en la pared, de un color rosa pálido, solo unas cuantas para que se viera alegre. En la pared donde estaba la cabecera de su cama decidió hacer un collage con fotos de sus abuelos, amigos de la universidad y de cuando era pequeña. Después se dedicó a limpiarla y a acomodar unos muebles de diferentes maneras. Salió al pasillo de su cuarto y vio que se veía un poco solo, así que puso unos cuantos muebles ahí y después unas flores ficticias que ella tenía.

Sonrió satisfecha con el resultado, tendió las camas de ambas recámaras, metió ropa a lavar y después se dedicó a limpiar y sacudir todo el departamento. Comió sola ya que su abuela salió a comprar unas plantas y flores para la mesita de entrada, a las seis de la tarde decidió darse una ducha que muy bien merecida la tenía, sentía que olía a rayos y ya satisfecha con los resultados de la casa procedió a darse un tiempo para ella. Tardo un tiempo en la ducha, y después se puso a ver la televisión.

Escucho que tocaron el timbre y bajo a abrir, Maximiliano se encontraba enfrente de ella mas guapo que de costumbre, traía un esmoquin en negro, bien peinado y con su aroma delicioso que enseguida se colo en las fosas nasales de Angelina, ella sentía que se iba a derretir en cualquier momento.

Se abalanzó sobre el y lo recibió con un dulce beso, entraron al pequeño espacio y se separaron por la falta de oxígeno.

-Buenas noches a ti también. - y él se volvió apoderar de sus labios, no podían separarse el uno del otro.

-Te extrañe-susurro ella sobre sus labios.

-También yo, Amore-ella sonrió ante ese apodo tan lindo que le había dicho- he venido a que me hagas el honor de acompañarme a una cena de negocios, no quiero ir solo y quiero disfrutar esta noche de tu compañía.

Angelina sonrió feliz-Con tal de pasar tiempo a tu lado, yo encantada, solo que no tengo ropa adecuada para ese tipo de eventos.

-No te preocupes mi amore, Andrea se ha empeñado en venir a arreglarte.

Ella entro con una gran sonrisa y no dejo que Angelina dijera palabra alguna, la halo hacia su habitación y dejaron a Maximiliano solo en la sala.

La maquillo sencillo, y solo le hizo unas pequeñas ondas en el cabello; Angelina al ver el vestido se cubrió la boca.

-No te parece un poco atrevido para una cena de negocios.-Dijo ella confundida.

-Tal vez, pero la atención estará en ti, te verás preciosa confía en mi.

No le quedo mas remedio que confiar y se dejó guiar por sus consejos, al mirarse en el espejo quedo maravillada, Andrea había hecho un buen trabajo y aunque el maquillaje era sencillo, el vestido lo era todo.

-Muchas gracias Andrea, he quedado hermosa gracias a ti.

Andrea sonrió complacida y emocionada-No tienes que agradecer, cuñada.

Le guiño un ojo cómplice y Angelina se dio cuenta que ella ya sabía su relación con Maximiliano. Bajo los escalones despacio ya que si llevaba unos tacones altos y lo que menos quería era caerse, Maximiliano aún no se daba cuenta de su presencia hasta que su esencia inundó la sala.

Él la miraba intensamente, contemplándola y admirando la belleza que tenia ante sus ojos.

-Estas verdaderamente preciosa, no te dejaré ni un solo segundo sola, no tengo palabras para describir lo hermosa que eres.

Angelina se sonrojó y en un momento de distracción él se apoderó de sus labios, haciéndole saber cuánto la quería.

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Un capítulo dedicado a ellos dos, para que disfrutarán su felicidad. En el próximo capítulo esto ya se pondrá interesante, unos nuevos personajes aparecerán y ya veremos si es para bien o para mal.

Un beso enorme y en la semana hay nuevo capítulo, que disfruten.
¡Feliz día de las madres! Hoy se festeja en varios países, pero en México se festeja el 10 de mayo.
Vestido que uso Angelina para la cena.



Canción con la cuál me inspiré y un grupo que me encanta :) Feliz domingo.

Triunfo del Amor © (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora