Capítulo 6

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La práctica JV del jueves fue la peor práctica que tuve alguna vez. Estaba tan nerviosa por mi próxima no cita con justin para ver el partido de fútbol que no podía concentrarme.

Por supuesto, no ayudó que Sara le dijera a Beth, y ambas estuvieran acosándome toda la práctica respecto a cuán lindo era justin y lo mucho que nos gustábamos el uno al otro y el por qué de que yo simplemente no hacia mi movida.

Incluso cuando cabeceé el balón a la cara de Sara, ella no se calló.

Y luego la práctica había terminado.

Y entonces Sara y Beth me obligaron a secarme el pelo con un secador y maquillarme después de la práctica.

Y después yo estaba en el carro con justin y su hermana.

Y luego nos quedamos solos en su sótano, con una pizza y un par de refrescos en la mesa de café.

Me quedé en la puerta, no del todo capaz de hacerme entrar en la habitación. justin estaba parado delante del sofá, toqueteando el control remoto. Vestía pantalones vaqueros y botas, y llevaba una camiseta debajo de una descolorida y desabotonada camisa oxford roja. Sus mangas estaban enrolladas y él lucía casual, pero lindo.

Realmente, realmente lindo.

Esto no era solamente Beth y Sara tratando de convencerme.

Él era un bombón, y yo lo sabía.

Él finalmente encontró el partido de fútbol, subió el volumen, y me miró, sus cejas se levantaron con sorpresa cuando vio que seguía parada junto a la puerta.

—¿Qué estás haciendo allí?

—Um, simplemente pasando el rato.

Él arrojó el control remoto en la mesa de café. —Bueno, es en cierta medida un partido largo como para pasar todo el tiempo allí —se dejó caer sobre los mullidos cojines de mezclilla.

—Sí, bueno, me siento cómoda. —No. Pero no sabía dónde sentarme. ¿Junto a él? ¿En el sofá? No, eso podría hacerle pensar que me gustaba y él me plantaría. ¿O en uno de los sillones? Pero eso podría hacerle pensar que me gustaba y que estaba fingiendo que no, y me plantaría.

Parada. Me quedaría parada. Entonces él sólo podría pensar que estaba cansada y eso sería mucho mejor.

Él abrió la caja de pizza y vi el vapor ascendiendo desde el queso y percibí el olor del pan y la salsa de tomate. Um, mmm. Desprendió una rebanada y vi al queso estirarse y estirarse… entonces deslizó su dedo a través del queso y rompió el hilo y dejó el hilo de queso arriba de su rebanada.

La colocó en un plato junto a él en la mesa de café y me miró. —No voy a llevártela.

Oh, wow. Quería que me sentara junto a él en el sofá. ¿Significaba eso que yo le gustaba?

¡Ack! ¡Por supuesto que no! ¡Contrólate,Trisha!

—¿Es así cómo tratas a todos tus invitados? ¿Obligándolos a comer en la mesa? Tan grosero. —Logré mantener un tono ligero en mi voz, me obligué a entrar en la habitación y me deje caer sobre el sofá, a tan solo dos pies de él. ¡Estábamos separados por menos de veinticuatro pulgadas!

Oh, ciertamente, habíamos estado mucho más cerca muchas veces en el campo de fútbol, como cuando íbamos uno a uno y chocábamos entre sí y nos empujábamos el uno al otro con nuestras manos, pero yo nunca lo había notado.

No como lo estaba notando ahora.

justin se sirvió un par de rebanadas, cerró la tapa, y subió el volumen. —Estoy muy emocionado por este partido —dijo—. Nueva Inglaterra acaba de contratar a un nuevo delantero que es impresionante. Esta noche es su primera aparición.

The boyfriend gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora