Llego a casa justo cuando a lucí la esta dejando el transporte...

— Hola pequeña ¿cómo estás?— la miro tierno, ella encantadora como siempre.

— Muy bien, hoy saqué un A+ en artes plásticas.— sonrió feliz por ella, pasaba mucho tiempo con mi hermana y eso nos hacía tener una conexión bastante especial.

—¿Quieres ir adentro y hacer galletas? — me ve con los ojos entrecerrados.

— Oh ya recuerdo que mami te quitó el teléfono, me encantaría hacer galletas con forma de dinosaurios.

— Entonces vamos y déjame ayudarte con tu mochila.— ella me sonríe entregándome su bolso bastante pesado y le abro camino para que entre en casa «Volvemos al castigo»

    Los días fueron pasando y a mamá no parecía que se le fuera a pasar la molestia que tenía conmigo, me hacía sentir extremadamente mal. Me comencé a llevar mejor con los vecinos blake y peter aunque su hermano mayor  era la excepción de todo. Volvíamos a casa juntos después de la escuela.
Me fui acostumbrando menudo a estar sin el teléfono y compartí la mayor parte de mi tiempo con Lucí ya que las investigaciones grupales las tenía extremadamente prohibidas por el plazo que estuviera castigada, tenía toda la culpa. Jamás debí mentirle a mamá, ella siempre esforzándose por nosotras y yo le mentí, eso me hacía parecer una porquería... si quería ir a esa fiesta y por eso me escapé, de hecho lo había hecho algunas otras veces pero hasta ahora me doy cuenta de lo difícil que debe ser para ella tener una rebelde sin causa que se escape y se meta en problemas, mamá no se merece eso.

Lunes en la mañana

     Hoy me sente a tomarme una taza de cafe que mi mamá me sirvio, apenas crucé el umbral me la encontré  esperándome sentada en el comedor con la taza ya servida sobre la mesa, sabía que tenía que ir al trabajo pero aún estaba lo suficientemente temprano para el desayuno.

—Lourdes, quiero hablar contigo.— aclara su garganta, me muerdo el labio nerviosa y me siento justo al frente levantó la mirada temerosa a esperar que me iba a decir.

— ¿si? Mamá — tome el café entre mis manos dudosa y le doy un sorbo, vuelvo mis ojos a ella esperando que hable.

—Quiero levantarte el castigo.— pase de estar bebiendo el café básico a tener mis ojos fuera de órbita casi escupiendo le todo el café en la cara cuando dice que ya no me quiere tener bajo su estricto castigo «Siéntete como mierda lou tu mamá aún tiene confianza en ti, quizas» .—  Yo se que no eres una chica mala... y si me molesto mucho que te hayas ido a esa fiesta de drogadictos incontrolables quién sabe cómo... pero me molesto mucho más que no me dieras la confianza suficiente para preguntarme si podías ir, yo solo quiero que confies es mi ¿Si?... yo siempre estare para ti.— posa su mano sobre la mía dándole una fina caricia, sus ojos llenos de melancolía me hacen sentir la peor hija de el mundo— Cuando me necesites e incluso cuando no sea así yo soy tu madre y también puedo ser tu amiga ¿okay?—respiro profundo y asiento  varias veces dejándole entender que tenía toda la razón, no puedo creer lo comprensiva y decidida que era, tan calmada y dedicada, besa mi frente para luego llenarme de su amor dándome un fuerte abrazo «Oh mamá, como lo necesitaba»

Lo siento mucho mamá.— digo apenada cabizbaja.— Si siquiera lo pensé... No quiero volver a preocuparte de esa manera.— Admito melancólica.

—Mi niña hermosa, te amo mucho...— levanta mi rostro con sus manos regalándome una pequeña caricia.— quiero que lo sepas.— puedo ver sus ojos llenos de un brillo celestial, la amo muchísimo.

—y yo a ti mamá.—la abrazo muy fuerte contra mí y Lucia entra adormilada en la cocina rascándose los ojos para despertarse.

—¿Y para mi no hay abrazo?—bosteza estirándose recién levantada. Yo sonrío y le hago señas para que se acerque y así poder abrazarnos las tres. 

Silencio (Reescribiendo Editando) Where stories live. Discover now