Capítulo 2

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─Esta bien, como quieras me fiaré de ti, pero sólo por que me caes bien.─dijo él con una sonrisa bajando el cuchillo.

─¿De verdad?─preguntó Mary con los ojos llenos de lágrimas, sin poder creerse lo que estaba oyendo.

─Claro.─respondió el hombre.

Mary se levantó tambaleante, y empezó a caminar deprisa, alejándose del descampado, lo más rápido que podía con el tobillo dolorido. Entonces escucho un ruido y se giró. Le vio a él con la pistola en la mano apuntándola.

─¡¡NO!!─chilló Mary cuando él disparó. La chica cayó al suelo, y se quedó allí tirada, en el suelo. Douglas se acercó a ella y se acuclilló a su lado.

─Ojalá no hubieses visto nada, así tendría que haber evitado matarte.─dijo Douglas acariciando la pálida mejilla de la chica. Un débil movimiento en el pecho hizo que pusiera los dedos en el cuello de ella para comprobar su pulso.

─Así que sigues viva, sólo te he dado en el hombro has tenido suerte encanto, porque hoy no voy a tentar más al destino.─comentó en voz alta el hombre. La cogió en brazos y empezó a caminar hacia un mercedes que estaba aparcado en un callejón cercano, la puso en el asiento del copiloto y él también se subió.

─Bien haremos una cosa, no volveré a intentar matarte, si sobrevives al viaje y no te desangras por el camino.─dijo Douglas, cuando vio que ella abrí los ojos.

Ella lo miró uno segundos con miedo antes de volver a desmayarse. Douglas sonrió y arrancó el coche. Mary abrió los ojos lentamente y miró a su alrededor todo estaba muy oscuro, demasiado oscuro, por que no podía ver nada. Al intentar moverse, lanzó un gemido de dolor. Entonces una mano rodeó su cintura.

─No te muevas encanto.─susurró una voz en su oído.─Has ganado.─ Mary chilló. No se podía creer que ese asesino estuviese ahí con ella en la misma cama. Después de haberla golpeado y haber intentado matarla. Douglas la golpeó con algo duro en la cabeza que dejó medio desmayada a Mary. Ella supuso que la había golpeado con la pistola.

─No grites o tendré que incumplir el trato y matarte.─la amenazó furioso, la cogió por el mentón y la obligó a mirarle.─¿Me has entendido?─

─Si, pero por favor no me pegues más.─respondió Mary en un susurro haciendo que Douglas se riera.

─Mientras hagas lo que yo te diga no tendré por qué pegarte.─respondió el hombre con una sonrisa. Mary se volvió a tumbar y cerró los ojos, intentando volver a dormir.

─¿No quieres saber qué voy a hacer contigo? ¿ni saber donde estas? ¿ni si te voy a matar o no? ¿o si volverás a ver a tu familia?─

─Prefiero no saberlo y si me vas a matar te lo agradecería mucho si me mataras cuando estoy dormida, prefiero no sufrir.─respondió ella intentando no empezar a llorar.─Sé que me vas a matar no puedo hacer nada para evitarlo lo he admitido.

─¿Y si hacemos un pacto?─preguntó Douglas acariciándola la mejilla magullada.

─¿Otro trato como el otro? No gracias, ya tengo suficiente con un disparo.─respondió Mary intentando que no le temblara la voz. Douglas rió y la miró fijamente.

─Eres una chica muy especial, nunca había intentado matar a nadie como tú.─dijo Douglas con una sonrisa.

─Vaya gracias, me siento halagada.─respondió la chica con sarcasmo.─¿Cuál es el trato? Y espero que esta vez no me engañes.─

─Tranquila encanto es muy simple tú vivirás conmigo te dejaré que hagas lo que quieras hasta puedes escapar si quieres intentaré evitar que te escapes, pero si lo haces no te mataré ahora, si me denuncias a la policía, me vengaré. Mataré a todo el que tenga que matar a tu familia, a tus amigos, hasta dejarte sola y desprotegida y entonces...iré a por ti.─

Secuestrada #Premiosastros2017Where stories live. Discover now