Capítulo 2.

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— Rápido, coloquen lo sobre la camilla.– exclamaba el druida al ver el deteriorado estado en el que se encontraba el lobo.—Scott quedate, los demás fuera.

Los demás miembros de la manada acataron las ordenes del mayor, yendo hasta el recibidor, donde se encontraba Lydia y Stiles, junto al bebé que llegó junto a Isaac.

— Debo admitir que es hermosa.– alago la joven Martín.

— ¿Quién lo es?.–pregunto Kira.

— Esta pequeña.– sonrió de manera dulce al pequeño ser entre sus brazos.

— Es una Hale.– informó Malia con algo de duda en su voz.

— ¿Qué te hace pensar eso?.– inquirió Liam mientras cruzaba sus brazos.

— Si usaras tus sentidos. Notarias que emana ese toque que cada Hale posee.– respondió con obviedad la coyote.

— Oh.– río el rubio.

Cuando iba a contraatacar Scott salió junto a Deaton.

— ¿Cómo esta?.–menciono el humano.

— Isaac tiene heridas de parte de un  alfa, algunas resultan tan profundas haciendo daños internos, logrando con esto mayor probabilidad a las hemorragias. El grado de dolor acumulado en su cuerpo le impide la sanación.– informó con gran seriedad el Druida.

– Malia y Liam, los quiero adentro me ayudaran a quitarle dolor. Kira, Lydia, necesito la ayuda de mi madre, necesito que la traigan para que revise al bebé, necesitó saber su estado. Stiles puede quedarte.– ordenó el verdadero alfa.

(....)

Asentí con la cabeza, y giré sobre mi en dirección a la puerta.

Pero todo se movió tan rápido, causando que viera como borrones los diversos objetos.

Los susurros aparecieron, lentos, poco entendibles, pero constantes.

Stiles alejó a la pequeña de entre mis brazos mientras yo cubría con mis manos mis oídos, al escuchar aumentar los murmullos.

— Lydia, ¿qué pasa?.– preguntó con miedo la kitsune al ver mí estado.

— S-scott.– logre decir apenas.— l-las lla-llaves.

Con rapidez tomo las llaves de la toyota donde Isaac había llegado, y me las entregó.

Apretarlas en mis manos solo causaba que las voces, junto a la necesidad de gritar aumentarán.

— Ne-ce-cesito.– para terminar apunté hacia la puerta.

Al parecer entendió pues me cargo y me sacó de aquel lugar.

— Ra-rápido, le-jos.– solté desesperada, aguantando aquella necesidad que pasaba de mí.

El camino fue corto, debí a la gran velocidad de mi amigo, que provocaba que el viento volara mis cabellos.

Al instante en el que paro, me bajo.

Lo vi por última vez, antes de arrojar las llaves hasta el suelo con algo de fuerza.

Cuando golpearon los quejidos por fin fueron claros, haciéndome perderme entre aquellas imágenes, que se generaron como consecuencia. Además de liberar aquel grito tan caracterizador de mi otra naturalidad.

— ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!

(...)

Cubrí con rapidez los oídos de la pequeña bebé entre mis brazos , conociendo ya lo que aproximaba.

Además de la distancia que vi que tomó Scott al desaparecer en el bosque, eso no implico en el volumen del grito.

Aquellos ojos con grandes pestañas de la pequeña personita en mis brazos, cambiaron a un dorado intenso, tan característico de un beta, tras las últimas ondas del gritó de la banshee.

Al ver entrar a Scott sin compañía, llame su atención con sorpresa.– ¡Hey! Creo que tenemos otro problema.

— ¿De que hablas?.– preguntó al verme.

— Miralo por ti mismo.– y así descubrí un poco la cabesita de la pequeña, quien mostró sus ojos por un segundo para después parpadear y que volvieran al color original.

— Una loba de nacimiento.– mencionó casi para él mismo, para después acudir al consultorio.

Cabello de color negro, grandes y brillosos ojos verdes con algunas lineas cafés, piel apelada, y una linda naricita.

— Creo que si existe la posibilidad de que seas una Hale.

Algunos gruñidos procedentes de la otra habitación me sacaron de mis pensamientos al asustarme de una  manera tan repentina.

Una manita logró rodear mi dedo meñique, con algo de fuerza.

(....)

Después de media hora, obtuvieron respuesta de nuestro amigo.

— Él esta estable, el quitarle dolor le ayudo de gran manera. Sólo nos queda esperar su recuperación y que vuelva a estar consciente.– informó el veterinario.

— Muchas gracias, Deaton.– sonrió de medio lado McCall a su jefe.

— En cuanto a la pequeña bebe, se encuentra sana y saludable, y no debe en pedir comida, lamentablemente no se su edad para recomendarle algún tipo de leche....

— 3 meses y 2 días.– mencionó Lydia con seguridad, y su vista al suelo.

— ¿Com.....

— Lo vi todo, mientras gritaba.– volteo y sonrió hacia Scott a quien había cortado, con anterioridad.

— En ese caso, ¿alguien quiere acompañarme al hospital y de paso a comprar leche?.– preguntó la enfermera McCall.

— Iré yo, y la llevare, para que saber todos los pasos.– dijo Stiles.

— Bien, en ese caso es todo, cuidense.– recomendó antes de salir.

— ¿Sabes algo m.....

— Sí. Es recomendable que Isaac nos confirme lo que vi.– corto la banshee.

The new Hale |STEREK|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin