Prólogo.

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Ella corría rápidamente, no veía la hora de llegar a su casa, de tirarse en su cama, de ignorar las preguntas de sus padres y enfocarse en nada más y nada menos que recomponer su corazón.
Le dolía.
Había creído fantasías, había creído que por primera vez en su vida iba a ser la primera, la importante, la visible, la que ganaría su corazón. Pero se había olvidado, hablaba de Gaston. Ese chico popular, engreído y, por sobre todo, superficial. Porque Gaston y ella pertenecían a dos mundos diferentes y tan solo las ilusiones tontas de Nina Simonetti podrían haber imaginado que el se fijaría en ella.

- Para, Nina, no te vayas así. - por sí no había sido suficiente, el la tomó del brazo. Ella lo miro, a sus ojos claros.
- ¿Que mas queres? Ya está. Entendí todo. - su instinto de defensa estaba activado y ella sabía que por lo menos por un tiempo permaneceria así. 
- Que me escuches quiero. Yo con Delfi no
- No me importa - lo interrumpió mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas. Frente a él no quería llorar, frente a él no debía llorar. - olvídate Gaston, de Felicity, de mi, de todo.
- Nina... yo no sabia - su voz sonaba triste pero a ella no le importó. Su corazón le gritaba que estaba sufriendo, que la pena lo estaba matando y ella no resistía un segundo más sin liberar finalmente su llanto pero no iba a hacerlo frente a él.
- Ya no importa.

El la vio irse, lejos. Todo había sido un gran error, una gran confusión pero también era su culpa. Su corazón, le gritaba que la siguiese, pero el seguía ciego y quizás, cuando por fin abra sus ojos, sea tarde.

Corazón | Gastina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora