i/i ruthless kindness

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 While I'm off chasing my own dreams

Sailing around the world

Please know that I'm yours to keep 

My beautiful girl


SeHun aprendió a ser carismático, a tener una forma de hablar y modular. Siendo un producto limado, listo para salir a conquistar al público. Sorprendiendo con su facilidad al aprender y adaptarse. Y su rostro le ayudaba mucho, ¿para qué mentir? Los chicos que tenían un don (en su caso, un don genético) eran los que más se llevaban todo.

En todo ese caos de manipulaciones, intereses, conveniencia, maquillaje y retoque, había algo que le tenía deslumbrado desde el primer día que la vio. Justo como ahora. Moviéndose con destreza, de un lado a otro. Cada pequeña acción lo tenía hechizado y nunca entendió por qué no podía quitarle la mirada de encima. SeHun absorbía la energía que fluctuaba. Y su cuerpo escocía por seguir el ritmo de la música. 

Pero se sentiría ofensivo si siquiera hacía ademán de irrumpir la escena.

Caderas que iban y venían, manos que se ondeaban a través de la espalda, una flexibilidad que le estaba echando el aliento. La confianza y dominio que aumentaban a cada segundo de la canción. Y ella seguía viéndose tan etérea, sin hacer más que actuar bien su propio papel. 

SeHun temía acercarse y que esa visión se resquebrajara, demostrándole que se encontraba más solo que una ostra en la sala. 

Pequeñas olas abrazaban y descendían por ese menudo conjunto de ligeras extremidades. Ella misma se volvía una con el ritmo que vibraba. Los cabellos pegoteados a las mejillas y la sudadera (que de por sí ya la quedaba grande) se hacía a un lado, demostrando unas cinceladas clavículas y pequeñas manos destilaban pasión y certeza. 

Su noona era lo más precioso que alguna vez pudo toparse. Y no hablaba del físico.

El piso chilló ante una pausa abrupta. Y la protagonista dejó de ser Irene para pasar a ser (su) JooHyeon.

Ninguno de los dos había estado preparado, la mano de ella se posó sobre su errático pecho.

SeHun estaba sonrojado y su oxígeno era nulo. Su mirada no pudo apartarse de delinear visualmente el carmín que comenzó a chapotear en esas pomposas mejillas. Y es que noona era hermosa sin siquiera intentarlo. 

Él había visto un montón de mujeres lindas, las que eran llamadas ángeles de la nación, la representante mundial del pop coreano, la que tenía el mejor cuerpo, la que etc. y no entendía por qué su corazón siempre tenía que escoger el estar con ella para pulsar frenéticamente. 

—¡Yah! SeHun-ah, me espantaste.

—¿Debería decir lo siento, noona? —cuestionó, volviendo a la realidad.

Tan adorable como siempre

JooHyeon se limpió el exceso de humedad en su rostro, alzando su mirada hasta toparse con su compañero de empresa. No estaba muy al tanto del porqué de SeHun para estar ahí, encontrándola en un estado que, huh, prefería no tenerlo delante. No cuando habían sucedido tantas cosas entre ellos.

Cosa que no debió permitirse por muchos motivos. Comenzando porque: a) él era menor, b) formaba parte de EXO (con una gigantesca cantidad de sasaengs, cabía acotar que buscarían 'asesinarla' si es que se sabía algo sobre los dos juntos) y c) ellos sabían que tenían prohibido ser algo más. 

Noona is; hunreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora