~ Drunk Nico ~

Comincia dall'inizio
                                    

No podía creerlo, ¿qué tan idiotas eran? Nico ya sé por si era peligroso andando solo por el mundo sin nadie que lo frenará, ¿pero borracho?

Will también pensó en lo idiota que fue por meterse en una estupida competencia con Leo Valdez. Lamentablemente, como el cerebro de Will trabajaba de otra manera de la que a él le hubiera gustado, el recuerdo de ellos besándose paso por su mente, lo cual hizo que sus mejillas se sonrojarán notablemente.

Nico y Will habían salido por unos meses, y las cosas habían empezado bastante bien, ya saben, lo normal. Pero con el tiempo Nico se fue haciendo cada vez más frío hasta el punto de que el hijo de Apolo ya no lo soporto más. Cuando Will se mudó a Nueva Roma, ya se habían separado, y desde entonces, hace ya unos tres años, ya no había vuelto a ver a Nico.

Aveces se juntaba con sus amigas Cecil y Lou Ellen, que le decían que el perro del vecino del primo de un amigo les había contado que Nico viajaba por el mundo, intentando buscar información sobre su pasado.

El simple pensamiento de Nico viniendo a su casa por la noche lo ponía nervioso, y supongo que ya saben de qué manera. Pero el hecho de que este borracho lo hacía aún peor. Jamás lo había visto así, y no sabia que esperar.

Pero por otra parte, también le vino rabia. ¡Nico ya tenía 19 años! Era casi un adulto, y debería poder cuidarse por sí solo, en ves de tener a Will pendiente de él.

Pero aunque le costará admitirlo, el hijo de Hades aún le preocupaba. Intentaba continuamente sacárselo de la cabeza, pero diablos, era difícil.

Otra vez interrumpiéndolo, el puto celular sonó marcando un mensaje.

Nico: estoy en tu puerta. Te espero afuera.

¿Nico? ¿Dónde estabas? ¡Los chicos te estaban buscando! ¡No puedo creer que hayas hecho esa estupidez, Di Angelo!

Nico: o sales o yo entro.

Ya mismo llamaré a Jason a que venga a buscarte, ¿cómo se te ocurre andar por la ciudad así? ¿Sabes las cosas que podrían pasarte?

Nico: sales o entro. Última oportunidad.

Estoy tan decepcionado, te juro que te voy a-

Nico: entro.

Un golpe sonó en la puerta, seguramente Nico esperando a que le abriera.

¿Por qué todo esto le pasaba a Will en un día de semana, cuando tendría que ir a rendir medicina al día siguiente? Porque su suerte era una reverenda mierda.

Suspiro y tomo las llaves, para después abrir la puerta.

Salió al aire frío de la noche, cerró la puerta, y miro entre decepcionado y asombrado a Nico.

En esos años, sí que había crecido.

Era bastante alto, casi tanto como el. Su pelo seguía siendo largo y negro azabache, pero tenía el rastro de, en unas semanas sin rasura, una significativa barba. Ya no aprecia un chico desnutrido en absoluto, hasta podría ser más fuerte que Will. Sus facciones también habían cambiado, por supuesto, haciéndolo ver más adulto, como debería ser con sus 19 años, y para Will, aún más atractivo de lo que antes era.

Solangelo One-shotsDove le storie prendono vita. Scoprilo ora