Capitulo 31 - 12 CHICOS LOBOS

Börja om från början
                                    

- Baby Doll, tranquila, respira. – la calmó mientras limpiaba algunas lágrimas de sus mejillas – No lograré entenderte si hablas llorando. No pasa nada, tranquila.

- Yo... - continuó por fin – seguía intentando despertar a Simón cuando sentí que alguien entró en la cabaña, era Jim. – la mandíbula de Baco se tensó casi al instante – Tuve mucho miedo de que fuera a golpearme de nuevo, pero no lo hizo, me dijo que Nick y los demás lo habían escondido, me contó historias... - se detuvo, sabiendo que no le convenía mencionar todo lo que Jim le había contado con referencia a los chicos – sobre la vida después de que eres mordido, lo agradable que es vivir por siempre y... también me hizo ver que, yo crezco, mientras ustedes no.

Erika había llegado al tema delicado, el cual los chicos seguramente pensaban que ella ignoraba. Baco guardó silencio, y la escrutó con la mirada. No sabía lo que veía en sus ojos, ¿miedo? ¿deseo? ¿ira? ¿vergüenza? Quizá todas juntas, pero jamás lo sabría porque el chico no dijo nada.

- Me ofreció morderme, dijo que el precio no era gran cosa a comparación de todo lo que obtendría. Me dijo demasiadas cosas... al final accedí. – admitió con vergüenza – Se acercó a mi cuello para morderme, cuando de pronto llegó Nick. Él... enloqueció completamente, tomó a Jim por el cuello y comenzó a golpearlo una y otra vez contra la pared, pensé que iba a matarlo, cuando se detuvo. Después le dijo que no quería volver a verlo, cargó a Simón y me tendió la mano para traernos de regreso... fue cuando tú nos encontrarte. Todo sucedió tan rápido que no pude recordar si Jim me había mordido o no, por lo tanto cuando comencé a sentirme mal, pensé que...

- No fuiste mordida, Baby Doll. – la cortó Baco, confirmando lo que ella ya sabía – Y no tienes idea de lo agradecido que estoy por ello.

El chico se levantó y comenzó a caminar de un extremo a otro como un león enjaulado. Se detuvo y comenzó a presionarse el tabique de la nariz, cerrando los ojos. Erika por fin descubrió de quien había aprendido aquel gesto. Baco la miró, y suspiro. Parecía que no sabía qué hacer con toda la información que ahora conocía, lo cual lo abrumaba.

- Debo contarle a Chris, tiene que saber todo esto ahora mismo. Y vamos a darle una visita sorpresa a Dylan también.

- Pero...

- ¡No te atrevas a defenderlos! Esta vez no, Baby Doll. Esos imbéciles llegaron demasiado lejos, jugaron con nosotros, apuñalaron la confianza que tanto nos costó darles. Van a pagar, todos y cada uno de ellos.

Sin darle oportunidad de decir una sola palabra más, Baco salió hecho una fiera de la habitación, dejándola sola en la penumbra de nuevo. Respiró entrecortadamente, ahora que todos los chicos sabían la verdad, no había nada que pudiera hacer. Desconocía completamente cuál sería su reacción al enterarse que estuvo a punto de ser mordida, por voluntad propia.

Permaneció un rato más sentada en la oscuridad, dudando si sería buena idea salir y dar la cara mientras Baco contaba todo lo sucedido. Se levantó pesadamente y escucho algunos de sus huesos tronar produciéndole un espontaneo placer.

Caminó despacio hacia la cortina, y la corrió solo un poco para escuchar. Identificó la voz de Baco al instante, relatando con exactitud todas las palabras de Erika. Supuso que los demás estarían escuchando con atención, pues no se reconoció otra voz.

Algo se interpuso entre ella y el pasillo obligándola a retroceder abruptamente. Sus ojos se ensancharon al reconocer a Simón, y le hecho los brazos al cuello para abrazarlo con desesperación. Respiró apresuradamente contra su pecho, aún sin creerlo por completo. Se alejó de él lo suficiente como para verlo a los ojos y sostuvo su cara entre sus manos para inspeccionarlo. Pasando por alto la venda que llevaba alrededor de la frente y la parte posterior de la cabeza, se encontraba perfectamente.

12 CHICOS LOBOS ©Där berättelser lever. Upptäck nu