Parecía estar ignorando a todos a su alrededor, concentrado intensamente en el juego.

Sus jeans eran claros, sus zapatos deportivos estaban lavados, y llevaba una gorra de los Medias Rojas(equipo profesional de las grandes ligas de EE.UU) hacia atrás y una sudadera roja. Era la primera vez que lo veía con otra cosa que no fuera shorts y zapatos de fútbol.

Mientras lo veía, volteó su cabeza y me vio.

Estaba tan sorprendida que olvidé voltearme y pretender que no lo había estado viendo.

Luego sonrió y me dio un saludo.

El alivio corrió a través de mí y lo saludé de vuelta.

—¿Quién es ese? —preguntó Beth, sentándose bien para mirar a justin—. ¿A quién estás saludando?

Kirk se volteó para ver a quién había saludado. —El chico es de segundo año. ¿Cómo lo conoces?

Sara me disparó una mirada rara. —¿Nos lo habías estado escondiendo?

Parte 3

Retiré la mirada de Justin y la fijé en las costuras de mis pantalones. —Su nombre es justin. Practiqué con él. No es nada.

—¿Nada? —Los ojos de Sara se abrieron con sorpresa—. Es sexy.

—Muy sexy —Beth estuvo de acuerdo—. ¿En serio practicaste con él? ¿Sola? Es hermoso.

¿Hermoso? Miré de nuevo a justin, quien estaba viendo el juego de nuevo. ¿En serio? —Suda mucho —admití—. Eso es genial, supongo.

—¿Suda? ¿Es todo lo que puedes decir? —Sara silbó—. ¿Eres ciega o qué? ¡Es un bombón! —Luego ella vio a Kirk viéndonos ceñudo e inmediatamente se sonrojó.

—Aunque, no es que sea mi tipo. Quiero decir, el cabello rubio, bueno casi rubio.. no es lo mío. Si no el negro.

No hay necesidad de señalar que Kirk tenía el cabello color negro. Incluso él no podía ser lo suficientemente estúpido para perderse esa.

Pero él la ignoró, brindándome una larga mirada, con su cara seria. —¿Estás saliendo con él, Trisha?

—¡No! Relájense, chicos. Él juega fútbol. Yo también. Eso es todo lo que es. Es posible sólo ser amigos con un chico, ¿saben?

Sara levantó sus cejas, y Beth resopló su incredulidad, pero Kirk rió y se relajó.

Luego Sara se encaramó sobre mí y se lanzó al lado de Kirk. Corrió su dedo a lo largo del cierre de su chaqueta de cuero. —Este cuero es muy suave. ¿Dónde conseguiste la chaqueta? Me encanta.

Tuve que morderme el labio para evitar reírme, cuando Beth me disparó una sonrisa conocedora. Amaba a Sara, pero era una maniaca total alrededor de chicos. Y este era Kirk. No valía nada de su tiempo.

Pero Kirk no cayó en su juego. En su lugar, me miró. —¿Vas a Pop's luego del juego?

—No. Me toca ir a casa mi padre. —Bueno, se suponía que iba a pasar la noche del viernes en casa de mi padre, pero no había sabido nada de él en toda la semana, incluso después de haberle dejado un mensaje sobre el equipo universitario. Tenía la sensación de que me iba a volver a plantar. Había estado ocupado últimamente. Muy, muy ocupado. Quizás debería ir a Pop's. Puede que fuera más divertido que estar sentada en casa y que me volvieran a dejar tirada o que mama hiciera sus galletas con trocitos de chocolate… otra vez.

Kirk descansó sus codos sobre mis rodillas: —Entonces, ¿qué me dices de mañana? ¿Te apetece ver una película? 

Sara masculló un ruido de aflicción y me sentí fatal. Sabía cómo se sentía porque era cómo me yo me sentía respecto a ella y al fútbol: las dos teníamos lo que la otra quería. Quizás si yo le ayudaba con Kirk, ella me daría una oportunidad con el entrenamiento. Así que me incliné hacia abajo y miré a Kirk directamente. —No me estoy haciendo la dura, Kirk. Simplemente no me interesa salir contigo. 

The boyfriend gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora