See u in heaven, then!!

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Toda la escuela conocía las tres reglas básicas:

1. Los profesores no se pueden enterar.

2. Solamente puede estar una pareja al mismo tiempo.

3. Si así lo desean, los primeros besos se pueden dar ahí.

Yo siempre pensé que la tradición de "el paraíso" era algo tonta, no lograba entender como un montón de chicos y chicas adoraban un espacio de no más de diez metros cuadrados que estaba rodeado por arbustos de lavanda atrás de la cafetería. Era sólo un pequeño claro en una pequeña escuela, y sin embargo, todos parecían gravitar bajo una fuerza invisible que los hacía querer ser parte de la tradición.

Rachel fue la primera de los tres en ir al 'paraíso', con ni más ni menos que mi hermanastro. Hice gestos al recordarlo, aun sin acostumbrarme a sus besos matutinos ni a sus arrumacos en nuestra sala. Cuando llegó Sam desde la soleada Florida, Mercedes visitó el paraíso, y yo seguía sin entender todo el alboroto.

No lo entendí hasta que conocí a Blaine Anderson, la segunda transferencia del ciclo.

Él no venía de un estado soleado, más bien lo contrario. Blaine, su hermano Cooper y su madre se habían mudado de Seattle después de que James y Pam Anderson se divorciaran.

La primera vez que lo vi estaba sentado en la primera fila junto a mi asiento. Hubo algo en sus rizos negros que me gustó desde el primer momento y cuando alzó la mirada para verme mientras me sentaba algo innegable se asentó entre nosotros.

La primera vez que escuché su voz dirigida a mí fue dos días después, mientras metía mis libros de literatura en el casillero.

"Kurt Hummel, ¿cierto?" levanté los ojos para verle y sonreí amablemente, extendiendo la mano en forma de saludo.

"Puedes llamarme Kurt, mis amigos lo hacen." dije con la esperanza que de mi mano no se sintiera sudorosa. Blaine contestó con una sonrisa y se quedó junto a mí. Cuando comencé a caminar hacia la cafetería se pegó a mis pasos y sentí que debía decir algo. "¿Cómo te estás sintiendo en Ohio? No debe ser fácil dejar tu hogar." quise escuchar atentamente la respuesta, pero ésta no llegaba. Giré para verlo y su rostro estaba serio, con una línea marcada en el ceño.

"Me siento bien." dijo después de un par se segundos, y sacudió la cabeza como intentando olvidar algo. "Pensé que sería más difícil, pero no lo ha sido." una carcajada salió de su garganta. "Incluso Cooper se está sintiendo de maravilla." terminó diciendo mientras abría las puertas para que pasaramos.

"¿Cooper es tu...?"

"Mi hermano mayor." aclaró."Acaba de salir de la preparatoria, pero se está tomando un año sabático." Blaine debió ver la interrogante en mi cara porque de inmediato dijo: "Quiere ser actor, así que está intentando construir un currículum."

"Actor." Vaya. Blaine parecía complacido con mi reacción, y mis mejillas se pitaron de un leve rosa por unos segundos.

Después de tomar nuestras charolas y llenarlas de comida de la que nos quejaríamos luego, nos sentamos en mi mesa, Rachel estaba ahí y también Finn, y por eso no nos prestaron atención. Vimos cómo Mercedes venía en camino con Santana y Tina siguiéndola, y antes de que pudieramos decir algo, las chicas comezaron a cuestionar a Blaine. El chico a mi lado contestaba cada pregunta que le hacían mientras terminábamos nuestro almuerzo, pero pude ver que se sentía incómodo. Desafortunadamente ninguna de mis amigas parecía darse cuenta, así que tuve que intervenir.

"Mercedes, Blaine y yo tenemos periodos libres así que me acompañará a la biblioteca. Nos vemos después." no esperé respuesta. Tomé las charolas vacías y me levanté, esperando a que Blaine hiciera lo mismo y me siguiera.

"Gracias."

"Sé cómo se ponen, yo estoy acostumbrado pero para personas nuevas siempre es abrumador." seguimos caminando y llegamos al campo de fútbol, subimos las gradas y platicamos durante casi una hora.

Blaine me estaba contando algo sobre su mascota cuando calló de repente y frunció el ceño. Seguí su mirada y vi que Kitty y Jake caminaban hacia el paraíso, tomados de la mano. Oh. Pude sentir las dudas de Blaine.

"Es una tonta tradición." susurré divertido.

"Sam me comentó algo pero realmente no lo creía."

"Lo sé, es extraño."

"¿Alguna vez has ido?"

"No."

"Oh." fue su única respuesta.

Un silencio aún más pesado descansó sobre nosotros hasta que sonó el timbre y nos fuimos a nuestra siguiente clase. Mi salón quedaba más cerca, así que nos despedimos en la puerta del laboratorio de química.

Después de ese día fue muy fácil incluirlo en nuestras rutinas. Teníamos Historia, Cálculo y Literatura juntos, mientras que en sus otras clases había por lo menos uno de nuestros amigos. Con Sam se llevaba particularmente bien.

Blaine Anderson era sorprendentemente parecido a mí, y muy pronto empecé a sentir por él algo más que amistad, y en poco tiempo los rumores sobre nosotros volaron por toda McKinley High. Blaine jamás se quejó, incluso parecía disfrutarlo.

En septiembre, cuando el aire enfriaba las manos, me llegó un mensaje de Blaine, lo que se me hizo extraño cuando estaba a dos butacas de distancia. Lo abrí y lo que leí hizo que me sonrojara violentamente.

Contesté un breve "Sí" e intenté poner atención a la clase, sin mucho éxito, el siguien mensaje de Blaine haciendo un hoyo de emoción en mi abdomen:

"Nos vemos en el paraíso, entonces. B"

Once Upon A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora