Capítulo 6: Es un maldito sueño.

Bắt đầu từ đầu
                                    

— Señorita mandona, es parte de la sorpresa, no lo siento en realidad, pero es parte del plan. — fingió una voz aguda mientras caminábamos y me ayudaba a caminar diciendo que pasos dar.

Pero se le escapó decirme que esquivara una piedra, con la cual tropecé y no sé cómo diablos él quedó encima de mi espalda casi aplastándome si no fuera porque posó sus dos manos a los lados de mi cabeza.

— Eso si lo siento —susurró apenado sin levantarse todavía. Mis pulmones ardían por la falta de respiración y mis manos empezaron a temblar, rogué para que él no lo haya notado, sentí su respiración en mi nuca normal. Fue obvio, ¿por qué estaría tan nervioso cómo yo? Pasó un eterno minuto y él se levantó, luego yo me incorporé en mis rodillas sacudiéndome la blusa azul que ahora estaba manchada de tierra, él me tendió la mano para levantarme y se la acepté por supuesto. Por lo menos andaba de jeans oscuros y no se notó tanto las consecuencias de la caída a como con mi blusa, que por cierto era nueva y cara, al hecho de que se ensucio no le gustará nada a mamá. Tenía el fetiche de no andar ni una mancha en su ropa, eso también aplicaba a sus hijos.

— Lo siento mucho, no percibí a esa maldita roca —se disculpó por onceaba vez. Yo sólo le me limitaba a decirle que no había problema, y así era, pero vamos que estaba decepcionada por que no fue ninguna caída mágica de las películas románticas donde los protagonistas tenía un apasionado beso, ¿Tan necesitada estoy? Por Dios, no sé por qué si tengo a Danny y lo puedo besar todas las veces que quiera, si es de besos que estaba tan vacía. Pero no, fue algo más, lo necesitaba a él... sólo a él, así de simple, así de complicado, lo necesitaba tanto, y no para saciar mis labios, sino a mi alma, para sentir amor de ese tipo y que sea correspondido, uno puro y verdadero, nada a medias o fingido, merecía algo completo y sincero. Y por mi parte, en él lo hallaba, la única cuestión era que él sintiera lo mismo...

— Detente —dijo cuando llegamos a un desnivel de tierra, me asomé para ver qué tan alto era, y lo era tanto, que parecía un barranco en miniatura exceptuando porque habían hojas del precario otoño en el suelo regadas uniformemente y se veían muy cómodas para amortiguar una caída desde nos encontrábamos, guíe a mi vista más adelante de la cama de hojas amarillas y cafés para encontrar un árbol frondoso y grande con una casita pequeña de madera decorada con las mismas hojas y enredaderas dándole un lindo aspecto, había un tubo que bien podría ser la forma para bajar de ahí, busque alguna escalera o lo que sea para subir a la casa del árbol.

La belleza de la escena me dejó hipnotizada, sonreí encantada, en el camino a la casa del árbol habían láminas rectangulares hechas de hojas al completo posicionadas en fila, sus colores variaban, entre verdes con amarillos, hasta marrones con naranjas, precioso, y al otro lado de cada lámina habían muchas hojas agrupadas en pequeñas montañas y pequeñas cajas rectangulares de huerto con tierra, sin rastro de cultivos. Una mesa al final de todas las filas con cuatro sillas al rededor reposaban debajo del cuadro del árbol, un árbol tan grande que tenía aspecto de ser viejo.

— Precioso, ¿verdad? — su voz me asustó, con los ecos de aves cantando me había quedado distraída y cuando voltee a ver él estaba sentando en el suelo a un par de metros de donde se encontraba mi persona. Hizo un gesto para que me acercara donde estaba y me moví a paso lento admirando todo, estábamos en otoño, y no tomé en cuenta lo increíble que podrían ser los bosques en esas épocas, ni imaginar primavera o invierno...

Cuando llegué a su lado, él tomó mi mano y jalo para que me sentará a su lado, lo observé consternada, ¿qué diablos?, cuando iba a hablar, Chad se impulsó dejándose caer y llevándome consigo tomados de la mano, por un momento sentía que estaba volando o era un sueño, pero fue que bajamos por una especie de tobogán ancho y abierto bien escondido entre las hojas, me acerqué más a él con miedo a medida que bajábamos.

El chico de los audífonos. [Borrador].Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ