Todo lo que no pude decirte.

#8

"Lo que sentía por ti era real".

Me acerco a él, colocó una mano en mi cintura y con la otra acariciaba mi mejilla tiernamente, mirándome, con esos ojos cafés dónde me encantaba perderme, se acerco lentamente, tanto que podía sentir su respiración mezclarse con la mía y estampó sus labios en los míos dándome un suave y delicado beso.

Parecía como si el tiempo se detuviera, el dulce sabor de sus labios era como probar la más dulce de las drogas.

Él, mi gran debilidad, sus ojos mi perdición y sus besos una nueva droga a la cual me había vuelto adicta en unos cuantos segundos, no cabe duda que por primera vez en mi corta y no muy afortunada vida puedo decir que estoy loca y profundamente enamorada de él, de ese chico en el que sin más, encontré lo que por mucho tiempo había estado buscando en los demás chicos. En ocasiones me pregunto ¿Cómo es que con el simple hecho de verlo por un instante o tenerlo tan cerca me basta para poner una gran -y debo agregar- estúpida sonrisa en mi rostro? Sólo sé que él me hace muy feliz, tanto que me es imposible describir lo que siento cuando está a mi lado.

Podría acostumbrarme a esa forma en que me mira, cuando me abraza, al estruendo de su risa cuando cuento uno de mis malos chistes o cuándo hablamos hasta tarde diciendo cosas sin sentido, me encanta, sé que tal vez no es el chico más guapo del mundo, tal vez no es modelo o quizás no es el chico popular ni ese príncipe azul sacado de un cuento de hadas, ni tiene un cabello bien arreglado, él es mejor que eso porque es real.