Capitulo 28

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Capitulo 28 (ultimos capitulos)

El vestido no era extravagante pero a ella le encantaba, después de mirarse por enésima vez al espejo, respiró profundamente y se aferró al ramo de novia, se dirigió a la puerta, sólo tenía que esperar a que tocaran para ir por ese pasillo.

Se sentía la princesa de un cuento. La protagonista feliz.

Se sentía...

Alguien tocó la puerta, y ella supo que era el momento de salir a recorrer ese enorme pasillo. No había mucha gente, tan solo algunos amigos, nadie más. No necesitaban a nadie más, su padre se había negado a asistir a aquella tontería. Decía que era muy joven para cometer semejante estupidez.

Pero a ella no le parecía estúpido, se iba a casar con el hombre que amaba, y tener dieciocho años no era un impedimento.

Cuando se disponía a salir de aquel cuarto, para encontrarse con su futuro marido, la puerta se abrió antes de que ella saliera. Hans entró en la sala, y la miró a los ojos fijamente.

Elsa se asustó.

-Hans –dijo- ¿Qué haces aquí? Deberías estar esperándome en el altar –bromeó.

-Uhmm... Elsa, tenemos que hablar.

El corazón se le paralizó, el dolor volvió a inundarle el pecho y le costaba respirar. Elsa abrió los ojos de pronto y se sentó en la cama, su cuerpo estaba bañado en sudor y se sentía triste y ansiosa.

¿Dónde estaba el aire? Quería respirar con normalidad. Al cabo de unos segundos se relajó. Hans no era nadie, ya no le importaba en absoluto aquel hombre. Era bien cierto que había sufrido.

Aquel dolor insoportable le había apretado el corazón años atrás y le había echo imposible confiar en los hombres... bueno, había sido imposible hasta que había llegado él.

Jack...

Los ojos se le humedecieron y quiso llorar. Odiaba a Merida. La odiaba por recordarle y hacerla reconocer que se había enamorado de Jack.

Ella no podía enamorarse. Él se cansaría de ella, como habían echo todos. Nadie la querría nunca.

Respiró hondo.

-Lo vas a perder, Elsa –la voz de Merida resonaba en su mente.

-¿Y? –preguntó intentando parecer indiferente.

-¡¿Y?! –rugió su bella amiga de ojos azules- ¡vamos a ver Elsa! ¿eres tonta o te haces?

-Gracias –contestó Elsa irónicamente.

-¡De nada! –gruñó Merida enfadada- Mira Elsa... sé que en el pasado te dañaron, sé que te rompieron el corazón, pero ¡por dios! Una desilusión la tiene cualquiera... ¡yo también fui desilusionada! Como la gran mayoría de las mujeres.

-Ya...

-¡Si, ya! No razonas, no piensas. ¿Por qué no dejas de ser egoísta y piensas en los demás?

La cara de la platinada palideció. ¿Egoísta? ¿Ella egoísta? ¿Qué tenía de malo querer proteger su corazón?

-Mer... no soy ego...

-¡Si! ¡Lo eres! Tu corazón destrozado. Tú corazón herido. Tú, tú, tú. ¿Y mi hermano? ¿Y su amor? ¿Lo vas a tirar por un estúpido temor? De verdad, me creía que eras más valiente que eso... pero me confundí contigo. Y aunque te sigo queriendo porque eres mi amiga, también Jack es mi hermano... y sin pensar en él, tú me has desilusionado... creía que luchabas por lo que querías.

"Miedo a Enamorarme" (Jelsa─Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora