Nunca me dejes ir. Loki y tu.

16: Folke.

Cuando me desperté tenía la mano de Loki en uno de mis pechos me gire y su rostro se veía sereno como nunca antes, comencé a salirme de su agarre y de la cama, fui directo al baño.

Me di una ducha mientras recordaba lo que había pasado anoche, me ardía un poco mi zona intima supongo que se pasara, hoy no entrenare quiero dormir eternamente.

Abrí los ojos y ___ no estaba, si bien me desperté con una sonrisa que ella no estuviera a mi lado me molesto un poco, quería verla despertarse, preguntarle cómo se sentía, joder que la primera vez que él quería ser amable con ____, ella no estaba. De repente la puerta del baño se abrió y salió con una toalla atada en el cabello y otra a su cuerpo.

-Buenos días- se aproximo hasta la cama buscando su ropa.

-Buenos días... ¿acaso buscas esto?-ella asintió divertida mientras yo tenía la ropa en mis manos – ven aquí y tómala- mientras soltaba una risita nerviosa se acerco a mi lado de la cama y se sentó a un costado.

- Tengo un poco de hambre- tomó la ropa y se dio la vuelta.

-¿Adónde vas?- ella me sonrió.

- A ponerme la ropa en el baño, Loki- me levante rápidamente y la tome del brazo.

-¿Por qué no te la colocas aquí? Quiero verte- ella me observo boquiabierta ya que tenía una erección.

-Está bien- volvimos a la cama y ella dejó la ropa apoyada a un costado del colchón.

-¿Cómo te sientes?- me senté desnudo sobre las sábanas de seda, mientras ella estaba parada frente a mí, dudando si sacarse la toalla o no.

-Muy bien aunque un poco nerviosa ¿y tú?-yo le sonreí nerviosa.

-Impaciente esperando que te quites la maldita toalla- intente quitársela y terminamos forcejeando.

- No espera- tire tan fuerte de la toalla que la tumbe sobre la cama.

-_____, ¿estás bien? – me puse sobre ella.

-Sí, estoy bien, ¡ahora saca tu pene de mi nalga derecha!- comencé a levantarme sobre mis rodillas cuando Loki se movió a un lado, quede arrodillada en la cama ya que no podía quitar las malditas sabana, para siquiera taparme un poco.

-No tienes idea de lo hermosa que te ves así- lo tenía tan cerca que comenzó a darme besos en el cuello.

-Loki, por favor- sentirlo tan cerca estaba matándome, el me giro lentamente hacia él, pegó su boca con la mía, sus labios se movían lentos y luego rápidos, podía sentir un poco el frío de su cuerpo, me acostó lentamente en la cama sin dejar de besarme.

- Loki, Balder nuestro hermano desea hablar contigo ¿estás despierto?- Una voz masculina golpeaba la puerta impaciente.

-Balder el gigantón... que me rompió el labio- cerros los ojos no quería recordar que su hermano más querido le haya hecho daño a su fierecilla -ve a hablar con él y que tenga bien en claro que si se mete con mis amigas lo matare o el a mi- Loki asintió serio, maldito sea Thor que lo interrumpió.

-¡Lo veré en la celda en un momento !– ella se levantó rápidamente y se vistió con la misma rapidez.

-¡Te vas pero... ya!- gritaba mientras se ponía el sostén que no lograba prender, el desapareció de la cama y apareció detrás de ella vestido con su ropa Asgardiana y trato de ayudarla.

-Gracias, Loki- beso su mejilla.

-Gracias a ti- le dio un tierno beso en los labios.

Alondra extrañaba con todas sus fuerzas su vida normal, extrañaba las charlas tontas de chicas, su teléfono y por sobre todo el helado solo quería probarlo una vez más, el golpeteo de la puerta la saco de sus pensamientos y abrió.

- Alondra, buenos días... te traigo el desayuno- Folke se veía muy gracioso sin su armadura de soldado, tenía una camisa a lo peter pan color blanca, unos pantalones color marrón y unos zapatos negros bastante raros y cuadrados.

-Buenos días Folke, pasa- el entro a la habitación y dejó la bandeja en la mesa junto a la ventana blanca. Folke era un guardia de las mellizas y de ____, Tenía la piel muy clara y los ojos más negros que jamás había visto.

-Espera no te vayas, quédate conmigo un rato- él asintió muy feliz.

-¿Cómo te sientes?- le dijo tomando una manzana de la mesa.

-Bien... aunque extraño mi vida, no quiero estar aquí ni que me enseñen a ser una guerrera, solo quiero volver a ser normal- Las lágrimas comenzaron a caer.

-Bueno yo siempre digo que a cada uno le toca lo que debe enfrentar, tú ahora tienes que enfrentar esto y luego quien sabe- se sentó en una esquina de la cama.

-sí, pero yo era feliz y ahora siento y soy todo lo contrario, no puedo ver a mi mejor amiga, a mis padres no los veo seguido tampoco y mi hermana está en Babia- él pasó su mano por su rostro, sacando todas las lágrimas.

-Pero yo a Winnie siempre la veo aquí ¿Dónde queda Babia?-ella cerró sus ojos y río.

-Folke, es una manera de decir, gracias por escucharme- él asintió con una mueca de felicidad.

-Yo siempre, Rojita- ella se acercaba lentamente a él.

-Si no fueras tan idiota, Folke hasta me gustaría darte un beso- se alejó de él tomando una fruta del desayuno.

-Elemental mi querida Alondra... estuve investigando de dónde vienes y ellas las mujeres se enamoran del idiota que las hace reír de la misma forma que las hace enojar, tú me amas- Alondra largo una carcajada muy fuerte.

-Sí, es cierto eres el idiota más grande que he conocido en otro mundo, bueno eres el único... hasta ahí tiene razón, lo otro son disparates tuyos- comenzó a jugar con su pelo.

-¿De verdad lo son?- se levantó de la cama y se acercó rápidamente a alondra tomó su cuello con la mano y la beso, profunda y locamente.

Folke se veía rosado, el estaba avergonzado sus besos dulces hicieron reír a Alondra, era como si no supiera lo que estaba haciendo...si, sabía que ese gran soldado era virgen... mientras ella estaba muy lejos de serlo.