Rachel

877 153 24
                                    


Rachel

Tony estaba tan cerca de mí que ya no podía pensar con claridad. Lo único que quería era acercarme un poco más y besarlo. Quería besarlo de una sola vez y besarlo por el resto del día y seguir en la noche y no parar.

—Tony, —Susurro—, quiero besarte.

Él me sonríe, lame sus labios y mi corazón palpita con fuerza. —Yo también quiero besarte, Rachel.

Suelto una risa nerviosa. — ¿Y porque no nos estamos besando?

Acaricia mi mejilla. —No lo sé, tengo miedo.

Asiento un poco. —Yo también.

Tengo miedo de arruinar esto. De perder a Tony por el romance, de que de pronto, no funcionemos después del beso, pero después de aquí no hay retorno. Hemos terminado en un callejón sin salida y lo único que deberíamos hacer es continuar con esto.

—Rachel, —respira lentamente—, creo que estoy enamorado de ti.

Yo también creo que estoy enamorada de él.

No sé quién de los dos lo hizo, pero nos acercamos y nos besamos. Sus labios eran tan suaves como siempre pensé que iban a serlos. Tony me besaba lentamente y con torpeza, pero era mejor que lo hiciera acelerado. Podía sentir su cariño. Él tomó mis mejillas pero ahora sus manos estaban en mi cintura y yo tenía mis brazos sobre sus hombros. Esto, lo que está pasando ahora, es tan bueno. Me siento feliz. Me siento como si todos esos años de vacío, de soledad, de angustia y de amargura ya no valieran nada.

Me siento completa.

Tony se separa y parpadea varias veces antes de sonreírme. Me paro de puntillas y vuelvo a besarlo porque una vez que besas a Tony Pherps, no puedes parar.

Él ríe.

Yo lo abrazo y él me abraza. —Eres hermosa, Rachel.

Lo tomo con fuerza. —Lo sé, chico.

Tony suelta una carcajada. —Y tan humilde.

***

—Debo confesarte algo. —Tony susurra.

Estamos acostados en su cama, y antes que lo malpiense todo, no estábamos haciendo nada malo. Solo estábamos recostados y abrazados. Él acariciaba mi brazo y yo tenía los ojos cerrados.

—Confiesa.

Aclara su garganta pero lo interrumpo. — ¿Eres gay?

—No, eso no es lo que...

— ¿Estas casado con tres hijos?

—No, Rachel...

Vuelvo a interrumpir. — ¿En realidad me besaste solo porque querías recrear una escena de Romeo y Julieta y ahora moriremos porque tenías veneno en tus labios?

—No, —Me hace cosquillas—. Deja. De. Hablar.

Aparto su brazo con fuerza. —Bien, ya, ya.

Suspira. —Bien, te iba a preguntar si recuerdas la flor que pegaron en tu casillero una vez y que tú guardaste, ¿La recuerdas?

—Sí, lo hago, ¿Estas celoso de tu competencia?

—No. —Regresa a acariciar mi brazo—. En realidad, sé quién fue.

Oh, no puede ser. — ¿Fuiste tú?

—Sí.

Me levanto y me siento sobre mis piernas. — ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué lo hiciste? ¿Hablas enserio?

Él también se sienta y sonríe divertido por todas mis preguntas. —Bueno, no lo sé, solo lo hice. Fue un momento de impulso, o de adrenalina, no sé. —Se encoje de hombros—. Quería comprarte una flor del mismo color de tus ojos.

Me estoy sonrojando. —Ah, ya.

Tony toma mi mano y la acaricia. —Y no te lo dije porque no podía, ya sabes eso, de todas formas pensé que te haría un poco feliz.

—Aun la tengo. —Comento.

Él se acerca y besa mi mejilla. —Te quiero.

Yo también te quiero. —Entonces... Tony, ahora somos como, ¿Amigos con derechos? Tal vez, mejores amigos.

Sonríe. —Rachel, no quiero ser tu novio. —Ah—. No quiero ser tu amigo con derechos, quiero ser tu mejor amigo y quiero poder besarte, y quiero que tú me beses. Quiero hacerte feliz, Rachel.

Estoy derritiéndome por dentro. —Ya me haces feliz, Tony.

____________________________________


Y ahí está el beso que tanto querían...

ya faltan como cuatro capítulos, ¿Que opinan de la historia hasta ahora?

Muchas gracias por leer, nos leemos mañana!! 

Rachel, Tony & TerryWhere stories live. Discover now