Solo sé que, te amo. Jacob Sartorius y tú.

dia de escuela.

Los días pasaron y se llego la hora de ir al colegio, al menos ya me puse de acuerdo con Hunter donde nos encontraremos, espero poder adaptarme. Me levante a ducharme, me cepille los dientes, me cambie y hice lo necesario.

Baje a la cocina.

—buenos días mamá, buenos días papá.- dije sentándome en la silla del comedor para que me sirvieran el desayuno.
—buenos días, hija.- dijeron los dos.
—¿lista?.- pregunto mamá ansiosa.
— algo así.- le respondí, estoy realmente nerviosa.
— se te notan los nervios.- dijo papá, yo solo asumí con la cabeza.
Desayunamos, y luego de eso papá me llevo al colegio, era grande estaba repleto de chicos corriendo por todos lados, abrazándose, cosas que yo hacía en mi otro colegio cuando iniciaban las clases, me siento triste. Me dirigí donde me dijo Hunter, lo busque hasta que lo encontré, con otros chicos y una chica.
—hola.- dije nerviosa.
—hola.- respondió con una sonrisa, me presento con sus amigos, y me aceptaron de buena manera.
—te adaptarás rápido ya verás.- dijo Stephanie
—además haremos que te sientas bien con nosotros.- dijo Sac sonriente.
—gracias, son muy amables.- dije con una sonrisa
—todo estará bien.- dijo Hunter dándome medio abrazo.
—creo que las chicas no vendrán hoy.- dijo Stephanie.
—nunca vienen el primer día de clases.- dijo Hunter.

En eso llega otro chico donde ellos, alto, ojos esmeralda, guapísimo.

—hola chicos.- saludó a cada uno de ellos, hasta que se acercó el turno de saludarme a mi.
—¿tú eres?.- preguntó el con una sonrisa, esa sonrisa tan linda que tiene.
—(tn).- dije sonrojada, ¿y tú eres?.- pregunte intentando calmar mis nervios.
—me llamo Jacob, un gusto.- dijo volviendo a poner esa linda sonrisa.
—el gusto es mío.- dije lo más normal posible.
—Bueno chicos vamos adentro ¿no? luego no encontraremos lugar.- dijo Hunter caminando apresurado.
Nos dirigimos a el salón de clases, y todos nos sentamos en lugares cercanos, el tal Jacob quedo a la par mía, por mis adentros agradecí.
Por ratos me le quedará mirando, cuando está distraído, intento que no se diera cuenta de ello, por ratos también noté que me miraba pero no creo que "yo" le parezca linda a él.

El profesor empezó dándonos la bienvenida a los nuevos, y quiere que me presente
¿que hago? el color vuelve a mis mejillas.

—señorita.
—¿yo?
—si usted ¿puede presentarse?.- dijo amablemente.
—eh, si.- dije intentando no tartamudear
—mi nombre es (tn) Miller, tengo 16 años de edad.
—¿le gustan los deportes?, pinta, canta, cuéntenos más señorita Miller.- dijo el profesor, yo solo quería terminar con eso ya.
—si, gimnasia rítmica, juego soccer, basketball, la verdad me gustan muchos los deportes, dibujo y me gusta cantar.
—interesante, puedes inscribirte al equipo este año, las inscripciones las podrán pronto, o al club de arte.-dijo regalándome una sonrisa.
—esta bien.- dije roja y volví a mi asiento, solo noté la mirada de Jacob sobre mi.

Llego la hora del receso y salimos a una mesa y nos sentamos.
—¿y porque te mudaste?.- pregunta curiosa Stephanie.
—por el trabajo de mi padre, justamente lo transfirieron hasta aquí.
—¿y como conociste a Hunter?.- pregunto Sac.
—el andaba por el mismo parque que yo, entonces su primito me pego con la pelota y ahí llego el.- dije riendo.
—interesante.- dijo Mark, también riendo.
Jacob solo me miraba fijamente, hacia que me pusiera demasiado nerviosa.
Seguimos charlando y preguntado cosas, me hacían sentir muy bien.
nos intercambiamos números celulares, y hacíamos cosas divertidas entre nosotros, hasta que llego la hora de entrar a clases de nuevo, con ellos las clases eran sumamente divertidas.
Llego la hora de salida, papá fue por mi, me despedí de ellos y subí al auto.
no podía dejar de pensar en lo guapo que el era, su sonrisa, su forma de ser, espero no ilusionarme, pero parece que es lo que estoy haciendo ahora mismo. Al llegar a casa, mamá nos esperaba con algo de comer, después de comer subí a mi habitación me dolía un poco la cabeza, me recosté, me quede pensando  en lo complicado que me había sido estar enamorada y que tenía que evitar que eso pasara de nuevo, luego de un rato me quede dormida con mis aturdidos pensamientos.