Capitulo 48

1.8K 74 12
                                    

Ruth acababa de llegar al aeropuerto, cogió su enorme maleta de la cinta y caminó hasta la salida de la puerta de embarque, miró entre la gente y encontró a Olivia esperándola sentada en una de las sillas que había por allí, mirando su móvil distraída

Sonrió y fue hacia ella, quedando parada justo en frente, Olivia alzó la mirada al notar a alguien parado frente a ella y al verla, sonrió levantándose

- ¡Ruth! - dijo abrazándola, lo que la hizo reír - ¿Qué tal? ¿El vuelo ha ido bien? - preguntó al soltarla.

- Sí, todo muy bien. - se rió, llevó una mano a su ya abultada tripa y sonrió – Estamos perfectamente.

Olivia miró su barriga y sonrió enternecida. Ruth estaba de cuatro meses y la barriga empezaba a notarse un poco aun con su camiseta de tirantes holgada, llevó la mano junto a la suya y sonrió mas ampliamente.

- Aun no me creo que vaya a ser tía - se rió acariciándole la tripa.

- Pues sí, lo vas a ser. - sonrió.

- Te advierto que lo malcriaré todo lo que pueda. - se rió cogiendo su bolso de encima del banco donde estaba sentada.

- Bueno, ya me tocará a mi hacer lo mismo cuando los tengas tú. - se rió guiñándole un ojo y cogiendo su maleta.

Riendo, salieron hasta la calle, caminaron hasta el aparcamiento y cuando estaban metiendo la maleta en el maletero del coche, el móvil de Olivia empezó a sonar.

- Debe ser Óscar, está deseando verte. - le sonrió sacando el móvil del bolso – Hola, cosita. - sonrió.

- Hola, amor. ¿Ha llegado ya? - preguntó impaciente.

- No viene hoy, me ha llamado y dice que viene la semana que viene. - dijo con tono triste, intentando no reírse al mirar a Ruth, que la miraba divertida y con el ceño fruncido.

- ¿Qué? ¿Por qué? Si dijo que vendría hoy para quedarse... - se quejó.

- No tengo ni idea, cariño, ella sabrá el por qué, puede que tuviera trabajo... - dijo cerrando el maletero.

- ¿Donde estás tú? Se oye mucho jaleo. - preguntó curioso.

- Con Rick, se ha empeñado en que vaya con él a comprar, ya sabes como es... - se rió.

- Huy, pues intenta salir viva de ahí, ¿eh? - se rió con ella.

- Ja, ja, ja. Muy gracioso, cariño. - se quejó haciéndole burla – Bueno, cosita, tengo que dejarte, nos vemos a la hora de comer en casa, ¿vale? - dijo riendo.

- Claro, allí estaré, ¿llevo algo? - preguntó antes de colgar.

- Sí, trae helado de chocolate, por favor. - sonrió.

- ¿De chocolate? Pero si a ti ese helado no te suele gustar... - dijo confundido.

- Pues hoy me apetece. - se rió – Te dejo, que me va a matar como no cuelgue ya.

- Bueno, vale. Un beso, cariño, te quiero. - se despidió.

- Yo también a ti. - sonrió colgando.

Olivia suspiró, desde que le había explicado el por qué hizo lo que hizo hacia ya meses atrás, nunca se despedía de ella sin decirle que la quería Estaban mas unidos que nunca, Óscar empezó a coger el habito de decirle que la quería a cada momento, si hablaban por teléfono, se lo decía las veces que tuviera ocasión, cuando hablaban en casa, la besaba sin venir a cuento y se lo repetía varias veces entre besos, antes de dormir también se lo decía, cuando hacia el amor también Ella estaba feliz, cada día estaba mas enamorada de él si eso era posible y no se le pasaba por la cabeza la idea de vivir sin él.

Cartas... [Sin editar por completo]  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora