COFFEE. |Martin Garrix|

||C H A P T E R 6||

Perfección en gif (/*3*)/

UO ESTOY ARRIBA o.O

AY. EXPLOTÓ MI CABEZA HOY. ES EL CUMPLEAÑOS DE MARTIN, QUIÉN DIRÍA QUE SON 20 PUTOS AÑOS YA, QUE PARE DE CRECER EN SERIO ToT <333 Por eso subo este capítulo hoy, porque es una ocasión DEMASIADO especial. Si no habéis ido a felicitarle a Twitter ya tardáis :3 #HappyBirthdayMartijn!! 

Os dejo con el capítulo. Disfrutadlo, que parece que hay salseito ( ͡° ͜ʖ ͡°)...

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 CAPÍTULO 6

"Podría acostumbrarme a verte con mi ropa"

Minerva Owen

Llegamos a mi edificio -que por cierto era bastante moderno y bonito-, y como antiguamente, Martijn me acompañó al portal mientras Wats esperaba en el coche mirando su móvil distraídamente. Nunca imaginé ver a Martijn pasándoselo tan bien como de la forma en que lo hizo aquella noche, se le veía feliz, y yo estaba feliz por él.

—Bueno, fin del trayecto señorita. Son trescientos dólares. —bromeó mientras se metía las manos en los bolsillos, algo muy habitual en él.

—Pf que estafa, no vuelvo a confiar en su compañía en la vida. —contesté siguiéndole el juego.

Por alguna razón mi mirada viajó hacia sus labios y me entraron unas ganas horribles de besarlo. Volví a mirarlo a sus ojos oscurecidos por la noche o quizás por algo más y me encontré con que estaba en la misma situación que yo. ¿Qué hacía? Un picor recorrió mi pecho bajando hacia el estómago. Él realmente quería ¿besarme? Me acerqué a él pero no para unir nuestros labios. Para darle un abrazo, hundiendo mi cara en su cuello, haciéndole saber con mi gesto que no estaba segura. Él lo entendió y correspondió mi abrazo de la misma manera. Me sobó un poco la espalda y después alejó su rostro un poco para dejarlo cerca del mío, sin soltarnos.

—Lo siento Min... —se disculpó sinceramente dirigiendo sus preciosos ojos de un color tan característico directamente a los míos.

—No te disculpes Martijn... Somos seres humanos, normales y corrientes... A todo el mundo le puede ocurrir... —respondí murmurando.

Él asintió. —Buenas noches, duerme bien Min. —dijo eso con la voz ronca y se juntó conmigo para acercar sus suaves labios a mi frente. Ante el contacto por muy leve que fuera di un respingo interior. 

Se separó completamente de mí y se fue. Yo, por otro lado, entré y subí hasta mi piso.

No sabía que acababa de pasar. Qué era esa sensación que estaba sintiendo, y que juraría que él también. Moví mi cabeza rápidamente para dejar de pensar en eso y me dirigí a mi habitación para echarme en la cama y dormir profundamente. O eso quería.

—¡MIERDA! ¡Los deberes!

Bostecé una vez más y me froté los ojos con cansancio. Annie estaba sentada a mi lado en clase de literatura.

—Llevas ya cinco bostezos seguidos. Me estás dando sueño sólo de verte. —dijo mientras se le pegaba mi bostezo. —¿Qué hiciste ayer toda la noche eh, pillina?

—Deberes. —contesté sin rodeos y apoyándome en la mesa con mis brazos formando una almohada.

—Sí, sí, típica escusa.

—Toda la puta noche. Todo por culpa del de matemáticas. Dios como lo odio. —escupí con furia.

—¿En serio? —estalló a carcajadas. —No haber ido a ver a Martin, así seguro que te hubieras acordado de hacerlos. —la miré asesinamente y le hice un gesto de silencio para que nadie se enterara. —Por cierto, ¿qué tal?