La Ultima Carta (Ziam)

Maldita sea!

La mañana había pasado demasiado rápido para aquél jóven de apenas 23 años.
Cerró de un solo movimiento la laptop y estiro los brazos.

Hoy llegaría temprano a casa, la misma que compartía con su prometido desde hace ya aproximadamente un año.

Suspiró con una sonrisa, como amaba a ese muchacho, era la luz de sus ojos y el motivo de sus sonrisas cada mañana.

Aquéllos ojos color avellana que le miraban con atención al caminar por la cocina y preparar café, o su caricia en la mejilla cuándo salia de la ducha y de rasurarse, incluso esos leves ronquidos y charlas durante la noche. Todo, ¿Qué no tenía zayn que liam no amará?.

-Liam?-.El chico volteó para encontrarse con una sonrisa blanca y ojos azules. Junto a un peinado puntiagudo rubio.

-Qué hay, Niall?-. saludo cortes. Recibiendo una sonrisa. Estaba enterado del enamoramiento que el rubio sufría por el. Y aunque era su jefe desde hace ya varios años, no se le había cruzado por la cabeza el aprovecharse ese dato para un aumento o subir de puesto. El era una persona justa y lo mas importante, amaba a su novio y jamas, JAMAS, le sería infiel.

-ya has terminado lo que te pedí?-. Liam le señalo la computadora y se apresuró a sacar la memoria y entregarsela en un movimiento simple.-rápido y eficaz, exelente-.

-Puedo irme ya, jefe?-. El rubio soltó una carcajada y se apresuró a salir no sin antes hechar un rápido vistazo al castaño.

-No me digas jefe, liam, tengo la misma edad que tú y si, puedes irte-. Liam se levantó de un salto y tomo en el camino su saco junto a su maletín donde cargaba contratos importantes y asuntos legales de la empresa Horan.

Tamborileaba sus dedos en su pierna mientras contaba los números que descendía el ascensor.Pronto se encontraba en la entrada del edificio más grande de Irlanda.

Las gigantescas letras con el lema
"Horan Es Ahora "

Lucían en un brillante color oro en la pared de marmol justo a la derecha de las puertas de cristal. Y hasta la parte superior derecha en grandes letras del mismo color a las otras, sobre los vidrios que estaban siendo limpiados: "Horan"

Aún le sorprendia como esa familia era dueña de prácticamente todo Irlanda. Pero esa no era la parte sorprendente, si no, que, tan solo con comprar las vias subterráneas de agua y drenaje habían comenzado a meter cableado para que en lugar de que estuvieran a la vista pudieran ser mas seguras subterráneas, así jamas se iría la luz por alguna tormenta de nieve, ventisca o se arriesgaban los usuarios a que se robaran su luz otros que no pagaban. Y con eso Bum! la familia Horan se hizo millonaria.

Y el como buen amigo del nuevo dueño de esa empresa, Niall, quién eredo todo aquéllo después de que su padre muriera por una enfermedad muy rara. .siendo graduado de contaduría y negocios exteriores, fué contratado por su gran amigo.

Antes de cualquier otro movimiento miro su reloj.
1:38 pm.
Bien, tenia que esperar a que dieran las 2 para que el cartero llevará la carta de cada día a zayn, que el mismo le había escrito esta mañana justamente a las 6:05 am.

Subió al convertible rojo y emprendió la marcha hasta el super para poder comprar alguna comida preparada como sushi o algo que convinara con un buen vino y claro, no podian faltar las velas, fresas y condones.

¿hacé cuándo no había salido temprano? Uff, ya ni lo recordaba, todos los días se agobiaba y rompía la cabeza ideando nuevas tecnologías para la empresa, registraba el dinero que podía y que era intocable ahí dentro. Se hiba a las 5:45 de la mañana para llegar a casa a las 10:30 aproximadamente.

Silvo aquélla canción que apenas su secretaria le habia enseñado para desestresarse. La mujer tenía 10 años mas que el y aunque era bella, el siempre había tirado para la izquierda.

-Busca algo en específico? -. Estudió a la chica frente a el. No le vendria mal una ayudadita, jamás iba el al super, siempre llegaba a casa y zayn tenía todo. Así que acepto.

-fresas?-. Dijo tímido. Siguió a la joven mujer hasta el pasillo de frutas y verduras. Tomo una canastita de fresas y siguió mencionando su lista sin dejar que ella supiera que necesitaba tambien condones.

Incluso ya había comenzado una conversación con la joven. Bueno, el no era viejo, pero mas grande que ella si.

-y para quién es la sorpresa? Alguna chica especial? Novia? Esposa? -. Sonrió inconcientemente.
-en realidad, prometido-. La chica le paso el sushi con los ojos muy abiertos y sonrojada hasta las orejas.
-lo siento-.
-no hay problema-. Siguieron caminando hasta la sección de vinos y licores.

-y como es el?-. Liam miro la estantería de vinos detrás de una vitrina pensando cuál llevar.

-el... no es muy alto-. Saco un vino y lo miro, realmente queria uno dulce que pudieran disfrutar juntos.-su piel es morena, tiene las pestañas mas rizadas que jamas hayas visto, ojos miel y.. am... -.tomo aquel vino rosado y sonrió mientras leía que era de frutos rojos.

-y... tiene cabello negro, parece de origen musulmán, una nariz perfecta y delgado? -liam le sonrió ahora a la muchacha.
-si! Valla, eres buena-. La chica no lo miraba y el quizo saber la razón. Miro detras y ahí, en el pasillo de golosinas estaba zayn. SU zayn colgado del brazo de un chico de piel blanca y castaño.

El estruendoso estallido de la botella de vino contra el piso se escucho en todo el lugar logrando un eco. Antes de que los ojos de su novio voltearan se encargo de correr detras del estante y esconderse.

¿Qué acabo de ver?

Espero a que el morocho desapareciera de aquel lugar y tras asegurarse de que estaba ya lo bastante lejos salio de su escondite.

La chica lo miro con pena.

-Maldita Sea! -. gritó frustrados.

-estas bien? -. Liam asintio y le entrego la canasta con todas las compras.
-tengo que irme -. Dejo varios billetes en la mano de la chica sin importar que fueran mas de los debidos para pagar la botella rota y el tiempo desperdiciado de aquella mujer.

Camino con prisa vigilando no toparse con zayn. Quizá solo había sido un sueño, o una ilusion. Así que mejor iría a casa para asegurarse de eso. Según zayn le había contado, todos los días de lunes a jueves pintaba en su estudio de 12:00 am a 5:00 pm. El no le mentiría, zayn lo amaba y jamas, le haría algo como ponerle los cuernos.

Limpió el sudor de su frente y subió al auto arrancando sin siquiera tener cuidado de peatones.

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