Cap 19: Castígame

1.1K 70 16
                                    

Narras tú:

Miro a mi alrededor, veo a mis compañeros concentrados en su último examen, en el último paso para graduarse. Observo el mío. Ya he terminado, hace un buen rato que he acabado pero lo repaso una y otra vez para asegurarme de que está todo correcto o por lo menos, yo creo que está correcto.
Me levanto y le entrego mi examen a la profesora. A continuación me siento de nuevo en mi sitio, esperando a que el timbre suene y dé por hecho que todo esto ha terminado. No más horas de la noche para estudiar, no más tiempo a perder con Melo.
El tiempo pasa lento y lo aprovecho para pensar en estos últimos años de universidad. Cada uno de ellos han requerido mucho esfuerzo y estoy segura de que sacaré mi titulación.
Un sonido me saca de mis pensamientos, es el timbre.
Todos se levantan y entregan sus exámenes.
Fuera hay bastante revuelo. Mucha gente cuchichea acerca de una chica con un ramo de flores y un pingüino de peluche gigante. Me acerco a ver quién podría ser esa chica y es nada más ni nada menos que la mujer que me acompaña cada día, la chica con la cual comparto mi felicidad.
-Hola cariño, te he traído esto- me dice y me entrega los regalos anteriormente nombrados.
-Muchas gracias Melo, pero no tenías por qué- le doy un corto beso en los labios a modo de agradecimiento.
-Claro que tenía- asegura-. Mi chica acaba de terminar sus exámenes y por fin tendré tiempo para estar con ella- me agarra de la cintura.
-Te quiero- la digo en un susurro.
-Pues yo te quiero muchísimo más- responde mientras me da un beso esquimal.
[Beso esquimal: en él las personas participantes se frotan las narices.]
-¡Hey ____!- oigo como alguien me llama desde atrás. Es Alex y viene acompañado de todos los demás pero junto a una chica que desconozco.
-Hola a todos- le respondo.
-Hola- saluda Melo mientras me abraza desde atrás por la cintura.
-¿Queréis venir a comer después con nosotros?- pregunta Ángel.
Miro a Melo y ella asiente que está bien.
-De acuerdo-respondo- pero podéis iros adelantando. Tengo que ir a dejar estos regalos en mi casa.
-Bien- dice Rocío.
-Estaremos en el Pizza Pazza de la esquina, ¿sabes cuál es, no?- cuestiona Patricia.
-Sí, bueno ahora nos vemos.
Entrelazo mi mano con la de Melo y con la otra me despido de mis amigos.
-Y ¿qué tal estás?- pregunto.
-Muy bien- responde ella- mi último vídeo ha tenido mucho éxito y ha sido por una buena causa, ¿lo has visto?
-Sí, afortunadamente he tenido un poco de tiempo libre para mirarlo y es que, cariño eres asombrosa.
-Ya lo sé- responde poniéndose sus gafas de sol e intercambiandolas por las que lleva puestas.
-Egocéntrica...- ruedo los ojos.
Oigo su risa.
-Lo que tú digas pequeñaja.
-¿Ya empezamos otra vez?
En esta ocasión, se ríe más fuerte que la anterior.
-Vamos, si sabes que en el fondo te encanta.
-Mira, por esta vez te daré la razón porque es verdad. En el fondo amo que me llames así, ¿pero sabes por qué? Porque sé que solo soy tu pequeñaja y de nadie más.
Se acerca y deja un corto beso en mis labios al cual yo respondo con una sonrisa.
-Por cierto, ¿ por qué un pingüino y no un oso polar? Me gustan más los osos polares.
-Porque los pingüinos molan más que los osos.
-Eso no te lo crees ni tú, mi amor.
-Repite eso.
-Eso no te lo crees ni tú.
-No, eso no. La otra parte.
-¿Mi amor?
-Exacto. Suena tan jodidamente bien que lo digas tú y este dirigido para mí.
-Exagerada.
-_____, ¿sabes qué? Eres perfecta mi amor.
-La perfección no existe.
- ¿Por qué matas mis momentos cursis?
-Porque puedo y porque quiero- acompaño la frase haciendo un gesto de diva.
Sin darnos cuenta hemos llegado ya a mi portal.
-¿Subes o me esperas?
-Subo- me dice.
Abro la puerta y entro.
Me dirigo hacia mi habitación y dejo los regalos sobre una silla que hay.
De repente, siento como Melo me sujeta de la cintura y me tira junto a ella a la cama.
Después se sitúa encima mío.
-¿Qué-qué haces?-tartamudeo.
Ella no responde, solo sonríe con malicia.
Comienza a besar mi cuello, depositando en él pequeños y calurosos besos, acompañados de su aliento caliente. Los difruto, vamos si los disfruto. Es un punto débil que tengo, bastante común pero no importa.
Sigue repartiendo besos por todo el cuello hasta que decide subir su cabeza. Mira directamente a mis ojos y me empieza a besar. Primero con ternura, pero por último con mucha pasión.
Froto mi lengua con su labio inferior para que entreabra su boca y así, me dé mejor espacio para hacer mi maniobra. Ella lo capta en seguida y lo hace. Introduzco mi lengua y la empiezo a mover con la suya. Un choque de sensaciones empiezan a nacer por todo mi cuerpo. Empiezo a jadear y ella sonríe al notarlo.
A continuación, levanta mi camiseta, dejando únicamente mi abdomen al deacubierto. Empieza a besar en esa zona también y empiezo a soltar algún que otro gemido. Veo como vuelve de nuevo a mi cuello y se queda ahí por un buen rato hasta que de improviso, se levanta.
-Vamos a llegar tarde a la comida con tus amigos- me dice.
Maldigo internamente la ola de calor que tengo encima debido a la señorita que tengo delante.
-Te odio por hacerme esto.
-¿Por hacerte el qué, mi amor?
-Tú sabes a lo que me refiero.
-Es tu castigo- dice sonriendo.
-Pues si me castigas...- me acerco lentamente a su oído para después susurrarle-...castígame completamente.

                           ***

Estábamos charlando, risas, chistes y bromas eran presentes entre nosotros. A veces, los demás me miraban se reían y negaban a continuación con la cabeza.
-¿Por qué os reís?-pregunto con el ceño fruncido.
Natalia me pone su móvil apagado en mi cuello y da el reflejo de unas marcas moradas en él.
Miro a Melo, molesta por haberme marcado.
-¿Realmente tenías que hacerlo?- la susurro.
Ella se encoge de hombros inocentemente.

                          

El Error (Yellow Mellow y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora