La chica que no debi dejar ir

Boys sucks... family out...

Llegue a la oficina el lunes con mi mejor cara. Difícil después de haber pasado el domingo llorando. Me vestí con un traje forma pero sexy y me maquille porque una de las pocas enseñanzas buenas de mi madre fue que "cuanto peor te sientas por dentro mejor muéstrate por fuera". Me perfumo y salgo para la oficina. En el automóvil dejo que la radio disperse mis pensamientos. Pensamientos sobre mi madre.

Crecí en un remolque. Mis padres nunca tuvieron mucho de nada. El trabajaba deslomándose en una estación de servicio de Texas haciendo el trabajo de tres por el sueldo de uno. Mi madre trabajaba en una cantina dando algo más que bebidas a los clientes. Yo luche durante la escuela primaria por ser aceptada siendo blanco de burlas y maltrato porque mi ropa era siempre de casas de caridad y mis zapatos estaban agujereados. La preparatporia fue diferente. Me convertti en una perra sexy y me hice respetar a los golpes. Mis padres tenían problemas de juego y comíamos de cupones o de la caridad. Los padres de mi madre habían dejado de hablarle hacía mucho tiempo y los padres de papa habían fallecido hace años dejándole solo deudas. Papa era muy amoroso conmigo, me hacía olvidar la falta de dinero y siempre se las arreglaba para conseguirme comida. Para mama siempre fui poco menos que una molestia que tenía que soportar para que papa no la dejara y tuviera que mantenerme sola . Se las arreglaba para hacerme saber siempre que yo había sido su peor error, que por mi culpa sus padres habían arruinado su vida casándola con papa cuando supieron que estaba embarazada de mí.

Sin embargo después de que se casó con papa mis abuelos se desentendieron de nosotras dejándolo todo en manos de mi padre. Debido a su adicción al juego papa dejo de estudiar para trabajar y mantenernos. Conoció a mama en un casino clandestino de Texas y lo demás fue historia, una sórdida historia.

Mi padre murió una tarde de junio cuando yo tenía 17 y soñaba con estudiar economía empresarial. La gasolinera exploto literalmente por un problema de fuga que el dueño nunca quiso arreglar. Le dio 200 mil dólares a mi madre para que no le hiciera juicio y firmara que todo fue un accidente. Yo me opuse pero ella dijo que me daría 100 grandes para mi universidad y supe que si no aceptaba perdería todo y mi futuro se esfumaría en algún casino de Las Vegas. Había aplicado en la universidad de nueva york y en la de nevada. Las dos me aceptaron por mis calificaciones y recomendaciones de mis profesores pero Nueva York era mi boleto de oro. Así que tome el dinero, hice mi valija y me fui sin mirar atrás.

La universidad fue un mundo completamente diferente. Mi pasado no existía y cuando preguntaban lo simplificaba. Padre fallecido en un terrible accidente, una madre despreocupada y ausente. En si era verdad. Una escueta verdad. En el primer año compartí dormitorio con Kate. Nos hicimos amigas de inmediato, con el correr del año se sumaron Britt y Jane. Nos hicimos inseparables. Viviendo toda la experiencia juntas como las 4 mosqueteras. El toque justo de fiestas, sexo y trabajo. Fue en mi primer año cuando conocí a Evan. Él estudiaba allí por mandato paterno. Caí duro por el en la primera fiesta universitaria. Con su pose de chico malo y sus malos hábitos se convirtió en una droga difícil de dejar. El sexo era duro y frenético. El amor era inexistente de su lado pero yo lo amaba con locura. Cuando el año termino yo fui a pasar mis vacaciones a California con Kate y sus padres quienes se habían conmovido con mi historia y me habían aceptado en su familia. Fue la primera vez que me sentí en familia realmente. Evan se fue con sus padres a los Hampton. Otro mandato paterno. Nos llamamos un par de veces durante el verano pero él estaba distante. Para cuando volvimos a la universidad para el segundo años él estaba comprometido con Willemina Van Hamond. Hija de un socio de su padre. La noticia me mato de dolor. El me ignoro deliberadamente llevando se su mano por todos lados a la estirada heredera de un imperio petrolero. Yo me repuse con la ayuda del tequila y mis amigas. Cuando el año terminaba el compromiso estaba roto. Al parecer Evan no soportaba los constantes celos de la heredera. Volvió una tarde antes de la última semana. Toco la puerta de mi habitación y Kate nos dejó solos mientras recibía mi primer discurso de "no debí dejarte ir". Se fue con las manos tan vacías como había entrado. Yo lo había superado.

En mis años de universidad hasta que llego David fui "la chica que no debí dejar ir" de tres hombres. Creí que él era mi final de cuento. Mi salvavidas. Solo fue uno más en la lista. Uno que dolía como nadie más había dolido.

Llegue a la empresa y estacione donde siempre. Kate me esperaba con mi café y un muffin

_ perra  tenemos noticias.... Calientes noticias..._ supe que algo bueno había en esas palabras.