"Fiesta"

1.8K 118 58
                                    

Benjamin Tennyson tomó una respiración profunda, antes de llamar a la puerta. Pasaron solamente segundos hasta que esta se abrió, y observó a su tía Natalie frente a él.
–B-Buenas noches señora – habla con un poco de nerviosismo – soy Zack Simons.
La mujer solamente me dedicó una pequeña sonrisa, mientras dejaba pasar al muchacho.
Ben caminó hasta la sala de estar, donde encontró a su tío sentado en el sillón, fumando un puro y leyendo el periódico.
–Frank – su esposa lo llamó – él es Zack, el amigo de Gwen.
El joven Tennyson observa como el hombre se levanta de su asiento y lo examina con la mirada, haciéndolo sentir nervioso. Con algo de temor, extiende su mano y su tío la estrecha suavemente.
Antes de que el apretón finalice, Frank acerca de un jalón al joven, junto a él.
–Espero que cuides de mi hija – le dice, apretando más fuerte su mano, demostrando una clara dominancia – y que conduzcas con cuidado.
–C-Claro señor – Ben responde nervioso.
Para su alivio, su tío suelta su mano y antes de que el ambiente incómodo se siga prolongando, su prima bajó las escaleras y se acercó a ellos.

Ben volteó, observando su atuendo. Vestía una larga falda que llegaba por debajo de sus rodillas. En la parte superior, tenía una camisa blanca y un sweater color beige.
Definitivamente esa no era el tipo de vestimenta habitual en Gwen, mucho menos considerando que estaba allí para recogerla, ya que irían a una fiesta.
–Diviértanse chicos – Natalie habló, dando un poco más de calma al asunto.
Luego de despedirse, ambos salieron de allí. Se subieron a la camioneta, y tan pronto Ben comenzó a conducir, ella se movió al asiento trasero.
A él no le pareció extraño, y no le dio importancia, hasta ver por el espejo retrovisor y notar que ella estaba de espaldas, y comenzaba a quitarse el sweater. Imaginó que tenía un poco de calor, pero al ver como ella también comenzaba a desabotonar su camisa, quedó atónito.
– ¿Q-Que haces? – pregunta casi sin aliento, totalmente confundido.
Escuchó como ella reía suavemente, cómo le era típico.
– ¿En verdad creías que iría así vestida? – respondió, aún de espaldas a él – mientras tú conversabas con mis padres, me escabullí por la ventana y logre meter ropa a tu camioneta.
Ben trataba de mantener su vista en el camino, pero luego ella quitó por completo si camisa, dejando su espalda desnuda. El joven tragó saliva, mientras solamente podía ver la piel de su prima, y parte del sostén que traía.
–Trata de no mirar – ella le susurró pícaramente, riendo – no sería bueno que te distraigas y choques contra algo.
Él, quien hasta el momento estaba espiando por el espejo retrovisor, fijó definitivamente su vista hacia el frente, mientras sus manos apretaban el volante de la camioneta.

Su prima terminó de ponerse una remera sin mangas, color gris, con un poco de escote. Se levantó del asiento tanto como le era posible sin chocar con el techo, y bajó su larga falda. Ya traía puesta otra, aunque mucho más diminuta que la anterior, y muy ajustada. Finalmente se sacó sus zapatos bajos y se colocó unos tacones negros, antes de regresar al asiento del acompañante.
–Ahora sí – exclamó mientras tomaba su bolso y sacaba sus maquillajes – casi lista.
Sacó su espejo de mano, mientras se aplicaba labial rojo.
–Necesito más iluminación – gruñe mientras la única y pequeña luz que había en la parte superior del vehículo no era suficiente. La pelirroja chasquea sus dedos e inmediatamente forma una pequeña bola de energía color rosa, que ilumina el interior de la camioneta – mucho mejor.
Ben solamente rió. No podía creer como podía adaptarse a diferentes situaciones, y salirse con la suya.

Tan pronto entraron a la fiesta, en la casa de uno de sus compañeros, ambos tomaron un rumbo diferente. Ella se dirigió directo a la zona de las bebidas, mientras él se reunió con sus amigos y compañeros de fútbol.
– ¡Zack! Qué bueno verte aquí – exclamaron sus compañeros con alegría, palmeando su espalda – te has tardado un poco.
–Si... – Ben habla, mientras observaba a su alrededor, viendo el buen ambiente – es que pasé por la casa de Gwen, a recogerla.
– ¿Pasaste por ella? – exclama Gale, uno de sus amigos – ¡No puedo creerlo! Debes darme concejos algún día.
Él solamente rió, rodando sus ojos. El que pasé mucho tiempo con su prima, levantaba muchos rumores de romance en el colegio. Sus amigos le preguntaban que había hecho para conquistarla, mientras en cierta forma lo admiraban. Gwen era la chica más popular del colegio, y él ya había logrado acercarse a ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 11, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los Juegos Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora