08. ¿Recuperar?

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— ¡Liam, Liam!

— ...

— ¡Liam!

— ...

— ¡Maldita sea, gordo, defiéndeme de Louis!

Louis y Niall habían estado corriendo aproximadamente durante quince minutos alrededor de toda la casa luego de que el primero hubiese encontrado la cinta de su noche de bodas (en donde obviamente tuvo sexo duro con Harry) grabada personalmente por su rubio amigo. En ese momento, el chico irlandés se había echado sobre las piernas de Liam, quien se limitó a ver toda la escena sentado desde el sofá, riendo a carcajadas cuando alguno de sus amigos resbalaba a punto de caerse.

El castaño empujó a Niall al suelo, pero éste como si fuese un gato, metió las manos y rodó por reflejo para no arruinarse su bonito rostro. Louis llegó hasta ellos, traía una especie de espada de juguete que le pertenecía al sobrino de Niall; pero su cara era tan amenazante que cualquiera hubiese temido. 

Liam puso los ojos en blanco, levantándose del sillón y atrapando a su enano amigo en el aire antes de que cometiera un homicidio.

— Ya, gatita, cálmate — comentó con una divertida sonrisa.

— ¡No me digas así, Payne!

— Creí que estabas acostumbrado a que Niall hiciera cosas estúpidas con "Larry" — sin dejar de reírse, colocó a Louis sobre un sofá individual y luego regresó al suyo, donde Niall ya estaba acurrucado en una esquina y cubriéndose con un cojín; todavía rogando por su vida.

— Nunca pensé que nos grabaría teniendo sexo — se defendió, colocando los ojos en blanco.

— Bueno, amigo, debes de admitir que ganaríamos mucho dinero con su porno. Estoy seguro de que la rubia tiene más vídeos para adultos sobre ustedes.

Justo cuando dijo eso, un chillido agudo nada varonil escapó del irlandés, revelando que definitivamente tenía más sextape de Harry y Louis ocultos por toda su casa. El mayor de los tres simplemente alzó los brazos en un gesto teatral y los dejó caer a sus costados, rindiéndose; no valía la pena ir a la cárcel por matar a Niall, tenía cosas más importantes de las cuales preocuparse.

— Louis se encontró con su ricitos — comentó luego de un rato Liam. Eso llamó la atención del rubio pues salió de su escondite para treparse al regazo del castaño y preguntar por el suceso. Liam ni se movió, estaba acostumbrado a que el irlandés hiciera eso. — Fuimos al centro comercial y ahí estaban Harry y Zayn, por supuesto como un buen amigo los empujé a que estuvieran solos.

Louis ni siquiera estaba respirando.

— Por cierto, nalgón — susurró muy sospechosamente Liam, volteándose al ojiazul quien le miraba algo cohibido desde su posición. — No me contaste por qué Harry tenía esa cara de orgasmo cuando los encontramos.

Niall abrió la boca impresionado y Louis simplemente se limitó a echar la cabeza hacia atrás.

 Harry no tenía una cara de orgasmo, él sólo estaba feliz. 

Recordó la mirada soñadora de su copo de nieve cuando el atardecer se hizo presente ante sus ojos, dándose cuenta de que el rizado de nuevo veía todo como un niño pequeño. En ese momento, odiaba al mundo por hacer que su amado perdiera la memoria, pero a la vez estaba encantado de poder compartir nuevamente la sensación de primera vez.

Fue entonces que se le ocurrió algo.

Saltó del sillón completamente animado, comenzando a parlotear sobre un montón de cosas que sus otros dos amigos no entendían pero hacían como que sí asintiendo con la cabeza. Louis estaba emocionado, ya estaba planeando un montón de estrategias para volver a recuperar a Harry. Era necesario, sí, porque él haría lo que fuera para que su amado regresara a sus brazos.

— ¡Ya sé qué haré! — Exclamó como primera frase coherente que los menores comprendieron.

— ¿Qué harás...? — Se atrevió a preguntar Liam, dudando de la estabilidad mental de su mejor amigo.

Voy a conquistar a Harry.

Al notar que sus amigos no entendían absolutamente nada de lo que decía, Louis suspiró, buscando entre las fotos que Niall tenía tiradas en el piso para tomar una cualquiera. Afortunadamente era de la primera vez que Harry le acompañó a uno de sus torneos de fútbol. Sonrió con nostalgia, ese día había sido especialmente perfecto porque su equipo ganó... Pero, sobre todas las cosas, porque ahí le pidió noviazgo a su pequeño de ojos esmeralda. 

Les enseñó la foto a sus amigos y éstos seguían sin entender, por lo que procedió a explicar.

— Harry odiaba el fútbol, pero el día que me vio jugar dijo que realmente le gustó.

— ¿Y...? — Insistió Niall.

— Que si lo llevo a otro partido, le gustará por segunda vez pero él pensará que es la primera así que sentirá lo mismo que en esa ocasión — esta vez en realidad creyó que se había explicado, pero sus amigos seguían sin entender logrando que gritara de la frustración. — Reviviré recuerdos con él. Lo llevaré a lugares que le gustaron, le invitaré comidas que amó; lo obligaré a hacer cosas que odiaba antes de conocernos pero que se convirtieron en sus favoritas luego de vivirlas conmigo.

— ¿Para qué quieres hacer eso, Louis? — Cuestionó nuevamente Liam, dudando de lo que quería lograr el mayor.

— Para enamorarlo — rió como un niño pequeño, tirándose al suelo a juntar las fotografías. — Los seis meses que estuvimos juntos, luché para que se acoplará a una vida que ya teníamos. Una vida juntos. Lo obligué a que hiciera las cosas que antes hacía sin explicarle por qué, le enseñaba cosas que él no recordaba pensando que serían graciosas... Tengo que enamorarlo de nuevo, hacer lo que hicimos en el pasado para que sus sentimientos surjan por segunda vez.

— Louis, no creo que...

— Niall, ¿no lo ves? — Lo cortó el ojiazul. — Harry se vio presionado por tener una vida a la que no le encontraba pies ni cabeza; no me preocupé por explicarle, sólo me estresaba que no lo entendiera. Ahora sé que esto es lo que necesitamos; lo sé, lo siento — levantó la mirada para ver a sus dos mejores amigos, recibiendo por su parte ojos de lástima que él verdaderamente odiaba. — Necesito que me apoyen, por favor... Es mi última oportunidad de recuperar a Harry.

Hubo un muy largo momento de silencio en donde Liam y Niall compartían miradas nerviosas, hasta que el irlandés suspiró asintiendo.

— Está bien, Lou, te ayudaremos a conquistarlo.

— Pero con una condición — intervino Liam antes de que Louis empezará a brincar de la felicidad. — Si no funciona, no te vas a deprimir, no vas a llorar, no vas a tirarte a la desgracia, ¿vale? Si no funciona... Saldrás adelante y encontrarás a un buen hombre que te rompa ese trasero tan atractivo que tienes.

Eso hizo reír al mayor, logrando que en las orillas de sus ojos se vieran unas cuantas arruguitas que le daban un toque bastante adorable.

— No será necesario — sonrió, volviendo la mirada a las fotografías. — Haré que Harry sea feliz de nuevo, conmigo; aunque tenga que morir en el intento. 

Copo de nieve. ||Larry Stylinson||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora