Kamil Nicole Jenner, la hija del famoso Bruce Jenner y hermana de las famosas hermanas Jenner's, todo perfecto hasta hay , pero hay un problema, ella desconoce el paradero de su padre.
¿Qué pasara cuando un secreto deba ser descubierto?, ¿Cuándo la...
Me encontraba en mi habitación pensando en cómo sería todo después de que Bruce fuera mujer ,muchas preguntas rondaban por mi mente pero al pensar que al responderlas tenia que hablar con él las ganas instantáneamente se me pasaba.
Había hablado con Kris que como sospechaba sabía lo sucedido y al aparecer toda la familia lo sabía a excepción de mí lo que me hacía estar aún más enojada de solo pensar que era la única que no sabía.
El sonido de mi teléfono me despertó de mis pensamientos.
-¿Alo?
-¿Hey Kazzel que tal las Vegas?
-¿Las Vegas?-pregunté extrañada.
-Si el rost es en las Vegas y suponía que tú estabas en el hotel Kamil yo estoy en el avión.
-Justin respecto a eso no puedo ir.
-¿¡Que!?-gritó-¿que te sucede? ¡por dios! dijiste que lo harías hasta lo prometiste.
-No lo prometí Justin además tengo problemas y cosas que hacer.
-Te lo diré algo Kamil Jenner si no te veo en el rost a las 4:30 pm Olvida que una vez fuiste mi amiga y no te tomes él trabajo de llamarme después de eso.
No me dejo contestar porque después de que terminó de hablar me colgó dejándome estupefacta con lo sucedido,me había dado un ultimátum.
No perderé más personas el día de hoy perdí a Bruce y no pienso hacerlo con Justin.
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Bajé del auto con mi respiración agitada sorprendiéndome por los flashes que apuntaron mi rostro al momento de poner un pie fuera del auto.
Camine junto a Kendall y Kourtney por la alfombra azul posando juntas para las cámaras hasta que decidimos separarnos y hacerlo individualmente sin embargo un traje azul llamo mi atención.
-Kazzel sabía que vendrías-se acerco más a mí.
-Me diste un ultimátum Bieber no tenía opción -suspire recordando el mal día que había tenido.
-Eres la mejor -me abrazo -no me gusta que estemos de la misma altura -sonreí pasando mis brazos por su espalda.
Su abrazo había sido como un polvo mágico que me había hecho olvidar cualquier problema que estaba teniendo.
Su perfume era tan embriagador que con solo olerlo me recordó lo mucho que extrañaba a Justin.
-Los tacones hacen maravillas -giñe mi ojo separándome de él.
Bajo su mirada inspeccionando mi vestimenta.
-Te ves hermosa Kazzel.
-Gracias -sonreí sentí mis mejillas calentarse-te queda el azul rubio.
