1.- La espera

3.2K 119 3
                                    

POV. Jamie


9:00 AM

- Gracias por haber pasado la noche aquí, Jesse - le digo a mi cuñado con una sonrisa de agradecimiento.

- No hay que darlas, Jamie. Es mi hermana... y tú mi amigo - responde sonriendo.

Me acomodo en la silla con una mueca de dolor. Mi médico me ha dicho que debería hacer reposo en la cama, pero necesito estar cerca de ella.

- En cualquier caso... ya sabéis que yo estoy aquí con ella. Os avisaría por cualquier cosa.

- Lo sabemos - contesta - A la tarde vendrá Stella para pasar la noche con vosotros. Nos vemos mañana. Procura descansar, estás demacrado.

- Sí... un poco sí... - sonrió con pesar, pero tiene razón, llevo días sin dormir como Dios manda- Hablamos mañana. Cuídate amigo.

En cuanto Jesse cierra la puerta de la habitación dejo caer mi cabeza en el respaldo de la silla y cierro los ojos en busca de algo de paz.

"""

Chillo como un gorila enfurecido y tiro de mis ataduras tan fuerte como puedo. Trato de deshacerme de ellas pero es imposible, los grilletes se me clavan en las muñecas, pero ignoro el dolor. Lo ignoro porque frente a mis ojos, una Dakota exhausta que apenas se tiene en pie, me mira con los ojos llenos de lágrimas y todo el cuerpo ensangrentado y magullado.

"""

Me despierto sudado, sobresaltado y desubicado. Pero enseguida caigo en la cuenta de dónde estoy. El hospital. Me pica debajo de la escayola de mi pierna derecha, que tengo sobre un cojín encima de la silla. Aunque el picor cesa repentinamente cuando miro a mi izquierda y veo a Dakota tal y como llegó aquí hace ya cuatro días. Inconsciente. Tiene varias vías intravenosas en ambos brazos, más un montón de cables que controlan sus signos vitales y una mascarilla de oxigeno que le ayuda a respirar. Empiezo a acostumbrarme al compas del ruido que hacen las maquinas que mantienen viva a mi mujer. El son de éstas no es agradable pero me indica que ella sigue aquí conmigo, que los dos siguen aquí conmigo. Con dificultad, pues tengo las muñecas y los pulgares de ambas manos vendados acaricio levemente su vientre. No sé si está algo más hinchado que hace una semana o son sólo cosas mías. Aun no me puedo creer que el bebé esté bien, aunque su médico ya me avisó que durante el embarazo podría surgir algún problema.

Intento ahuyentar los pensamientos negativos y me centro en las cosas positivas. Puede que Dakota lleve en coma cuatro días, pero sé muy bien que ella es fuerte, me lo ha demostrado muchas veces y esta vez más que nunca; así que sé que pronto despertará, que saldrá adelante, que saldremos adelante. Que abrirá los ojos y el corazón se le llenará de felicidad al ver que toda su familia y amigos están aquí con ella para quererla, cuidarla y mimarla como nunca antes. Algunos han venido desde muy lejos para brindarle todo su apoyo. Y pensar en toda la gente que la aprecia y la adora hace que por un momento deje a un lado el calvario que sufrimos.

Agarro su mano derecha como puedo y la aprieto tiernamente como para darle ánimos. Apoyo la cabeza junto a ésta y poco a poco me dejo llevar de nuevo por el sueño.

Un leve apretón en la mano me devuelve a la tierra y cuando abro los ojos allí está ella. Es difícil, pero está mucho más pálida de lo que ya es. Su cara está demacrada y tiene unos grandes moretones enmarcando sus enormes ojos azules que me miran desconcertados. Pero aun así es preciosa. Aprieto el botón de su cama para que venga un médico o enfermera mientras Dakota intenta quitarse la mascarilla torpemente. Aunque no sé si debo, le ayudo a quitársela.

- Dakota... gracias a Dios... por fin... - balbuceo. Las palabras apenas me salen.

Me lanzo sobre ella y la abrazo y la beso por todas partes. Ella parece reticente y se aparta un poco, mirándome extrañada. Lo entiendo y me aparto un poco, no quiero agobiarla.

- Dakota, ¿Qué tal? ¿Cómo te encuentras? - le digo sin soltar su mano.

Ella me mira completamente desconcertada pero no responde.

- Dakota cariño ¿Estás bien? - insisto

Tengo miedo de que haya perdido el habla, la vista, o algo peor... que me haya olvidado. Su médico me dijo que después del fuerte golpe que recibió en la cabeza eso podría pasar. Así que cruzo los dedos mentalmente para que eso no ocurra mientras sigo mirando a esos ojos perdidos.

- Dakota ¿Puedes oírme?

Sigue sin contestar.

- Di algo, por favor... - no puedo evitar la angustia en mi voz.

Y por fin habla.

- Hola.

Es como un graznido, pero me basta y por fin suelto el aire que estaba conteniendo.

- ...hola... - le digo sin poder evitar una sonrisilla tonta.

Y justo cuando una enfermera está entrando por la puerta de la habitación, Dakota hace una pregunta que me deja helado.

- ¿Quién eres?


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


Mi primer capítulo. Espero que os haya gustado.

Unikornio


Nuestra propia película (Jamie y Dakota) | #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora