Capítulo 1

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Narra Bucky:

Otro día cansado en el trabajo. Desearía tener al menos una mejor paga, pero está bien, es suficiente como para mantenernos. Sí, mantenernos, a mí y a mi mejor amigo, Steve. Él también trabaja, pero ambos juntamos el dinero que tenemos para el apartamento, comida, ropa, servicios y medicinas. Él es pequeño, algo débil, rubio y de ojos azules. Me es inevitable sacarlo de peleas que él arma, y que el noventa y cinco porciento de las veces pierde a menos de que yo llegue, pero a mi me encanta golpear a los que le hacen daño a mi Steve. Llegué a nuestro pequeño apartamento y Steve estaba dormido sobre el sofá. Despeiné su cabello y fui a ponerme ropa más cómoda. Luego de eso, me recosté al lado de Steve. Lo miré, me encanta verlo dormir, se ve bastante adorable. Si, lo sé, estoy loco pensando en que un chico se ve adorable puesto que soy hombre, pero Steve es mi excepción. Desde hace tiempos siento esto por Steve, él es un chico muy lindo y noble. Puede que Steve solo lo tome como amor fraternal pero si el lo toma así, podré darle cariños 'fraternales'. La estúpida sociedad de ahora lo tomaría como una locura, pero eso no me importa en lo más mínimo. Yo me estado enamorando de Steve desde hace años. Sé que probablemente él me vea como su hermano, pero yo lo veo como mi todo, sin Steve no sé que sería de mí. Yo lo amo como una chica enamorada ama a su novio. Mi corazón es suyo, pero hay dos cosas que me impiden demostrarle cuánto lo amo. Uno, la puta sociedad. Las miles de críticas que nos podrían dar serían destructivas, pero esto no importa mucho. Lo que en realidad me asusta es la razón número dos, el rechazo de Steve. No le declaro mis sentimientos a Steve porque me podría rechazar. Y si me rechaza, podría alejarse de mí y eso me afectaría severamente. Esa es la razón por la cuál no le confieso que lo amo. Me he hecho varias citas dobles junto con Steve, para ver si hay alguna que me sorprenda o para irme olvidando de esa idea, pero al final, siempre termino viendo a Steve como si él fuera mi cita. De todas maneras, él es mío. Aún a mi lado, lo seguí mirando. Quería darle un pequeño beso pero eso sería demasiado atrevido de mi parte. Aunque, no lo matará un pequeño beso en su frente, así que acerqué mis labios y lo hice. Después lo abracé, pero él se iba a despertar. Bostezó y me miró.

—¿Bucky...?

—Hola...

—¿Por qué llegaste tan tarde?

—Tuve que quedarme hasta que todos salieran, Stevie...

—Me preocupaste, idiota...

—Perdóname. Puedes seguir durmiendo, tranquilo.

—¿Te quedas conmigo?

—Si tú quieres.

—Sí, quédate.

—Ok.

Luego, él se acomodó en mi pecho y yo lo abracé. Amaba sentir su calor. Y no solo eso, amaba todo de mi pequeño Stevie.

—¿Cómo te fue?

—Bien, algo cansado, pero bien... ¿Y a ti?

—Bien... Igual...

Supe que estaba quedando dormido porque arrastraba sus palabras, así que acaricié su cabello y él se durmió. Yo me fui y busqué una manta. Luego, me volví a recostar con él y nos cubrí a ambos. Ya era tarde, así que pensé que era mejor dormir aquí por ahora.

(Al día siguiente)

Me fui a trabajar pero cuando regresé, abrí la puerta y vi a Steve escuchando radio sentado en su cama vuelto hacia la pared.

—Hola, Steve. Ya llegué... —No me respondió nada, así que entré al cuarto.— Steve, ¿qué tienes?

—Nada...

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