Capítulo 42: Rad regresa al Cuartel

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Antes de que regrese al cuartel y comenzar todo lo planeado, hablé con Dylan y Marc de lo que a partir de este momento va a pasar. Yo no quiero que ellos sean afectados por mis decisiones y por lo que voy a hacer. Quiero evitar a toda costa ponerlos en situaciones de peligro por mi culpa, ellos no tienen nada que ver con todo esto, solo yo debo tener consecuencias y debo cortar vínculo con ellos, por su bien. Ellos han servido para su país por bastante años, les han entregado su vida y su alma a un ideal que ellos respetan, no soy nadie para quitarles eso, es mi batalla no la de ellos. Tienen mucho que perder si están conmigo, toda una vida de privilegios y estabilidad, no pienso dejar que lo pierdan por alguien que le declaró la guerra a una persona hace tiempo.

—Tengo que hablar con ustedes—les dije cuando estábamos afuera en el patio de entrenamiento.

—Rad, no digas nada ¿sí? — Marc dijo sin verme.

—Marc, sabes que tengo que hacerlo.

—¡Silencio! Te vamos a ayudar y eso no vas a cambiarlo—Dylan expresó firme.

— ¡No! Es mi asunto, no el de ustedes.

—Se volvió nuestro en el momento en que te conocimos, además también hemos vivido muchas experiencias en estos años aquí dentro y callamos, no eres la única.

—No, entiendan que es por su bien, no dejen todo por mí—Dije mientras los miraba justo enfrente de mí observándome.

—Estamos juntos los tres, Capichi—Marc dijo.

—No estoy de acuerdo—Dije seria.

—Rad, han sido casi dos años que estamos juntos en esto, no podemos solo dejarte ir al ojo del huracán tu sola, además yo soy tu tutor y te volviste mi responsabilidad en el momento que me dieron ese privilegio, debo cuidarte así sea que le declares la guerra a todo el mundo, vamos a estar contigo hasta el fin. —Dylan decía.

—Dejaste de ser mi tutor cuando me hicieron miembro de la elite. —Le respondí.

—Estas equivocada, tu tío fue quien me asigno ese rol no el cuartel.

—Los quiero demasiado a ambos y no quiero que derrumben todo lo que han construido, solo por mí.

—Te vamos a ayudar así que ya no hables.... —Dijo. Los mire a ambos y en mi mente pensaba que ellos son mi familia. Creo que no podré convencerlos, ya tomaron una decisión, la peor que pudieron elegir.

—Son tan.... geniales los dos, gracias. —dije mientras los abracé.

Después de eso, inicio el plan. Estoy en camino al cuartel, ahí estaré hasta que Isabel y Jade lleguen a Idaho y me den la señal de estar preparados para el inicio. Esto puede durar horas, días, semanas o meses, es un juego a ciegas. Marc y Dylan están en la base Elite, como si nada hubiera pasado. Van a actuar como si no supieran algo al respecto, y después nos reuniremos.

Estoy a unos minutos de llegar, siento la adrenalina en mi cuerpo, mi mente esta imaginado posibles desenlaces, sucesos que tengo que imaginar para estar prevenida. Conmigo traje las placas, el arma guardada en su funda junto con armas de diferentes calibres. Nada sospechoso para alguien de los miembros de Elite. El reporte que me dio Dylan hay muchas personas involucradas, la verdadera historia detrás de eso.

Isabel comenzará, ella dará el primer paso. Ingresara a la red nacional para infiltrar en todas las redes de comunicaciones abiertas, documentos que fueron encontrados por ella, de muchas de las situaciones que fueron realizadas por ellos y mintieron al dar la información públicamente.

Desde la ventana del autobús pude observar el cuartel acercándose, desde donde estaba por un momento no pude reconocerlo, ha cambiado algunos aspectos del exterior, agregaron un nuevo edificio que antes no estaba, mejoraron la instalación completamente. Se detuvo el camión y comencé a descender de este.

—El teniente pidió llamarla cuando llegara Señorita Histon. —Escuché que un soldado me dijo cuando bajaba del camión.

—Está bien, gracias—Le respondí, mientras que en mi mente pensaba que no me mande el mensaje Isabel dentro de la oficina o va sospechar.

El tiempo que se hace para llegar a su oficina, fue tenso como la primera vez que fui con él. Un camino eterno, lento y sofocante. Aquí estamos de nuevo frente a la puerta del diablo una vez más, y talvez la última que esté. —Aquí vamos—Pensé mientras respiraba profundamente y tocaba la puerta.

— ¿Me llamó señor?

—Pasa. —Su voz fuerte y firme escuché.

—Gracias.

— ¿Cómo estas Rad? —Preguntó justo cuando tomé asiento frente a su escritorio. Lucía mas viejo, su cabello canoso y deteriorado decía mucho de como le fue en estos años, es un trabajo agotador y estresante. Las ojeras bajo sus ojos hablaban, decían "Estoy cansado" pero aquí está, en su oficina haciendo su trabajo.

—Bien, gracias por preguntar. El tiempo que estuve ahí fueron geniales, aprendí muchas cosas, me hicieron alguien diferente y más fuerte. Por cierto, este lugar luce diferente, por unos segundos no la reconocí.

—Me alegra que su estancia allá fuera de gran utilidad para usted, haberla mandado fue una decisión correcta. Los superiores de las instalaciones me han enviado muy buenos comentarios de usted, hizo un buen trabajo y sobre la base si hemos mejorado algunas cosas del exterior e internas desde luego.

—Si, hasta colocó una televisión enorme en su oficina—Reí.

—Miró las noticias más accesiblemente desde aquí—Dijo. La platica seguía y seguía avanzando, comencé a contarle algunas historias sobre algunas misiones que se me asignaron y las dificultades que se presentaron para a completarlas, se comenzó a prolongar más y aún más la conversación y salió el tema de conversación de él.

—Si, en este tiempo hemos perdido elementos extraordinarios. —Dijo.

— ¿Han perdido? —Pregunté con duda.

—Sí, como el joven Grey. Fue asignado a la base #8 del escuadrón de elite, unos meses después, el presidente Fred Osword, solicitó a tres de nuestros soldados para asignarlos a Seguridad Nacional para su cuidado y él fue uno de los que el presidente solicito.

— ¿Solicito?

—Si, dijo que quería a un chico que se llamaba Healver Grey como uno de sus agentes, Al parecer ha escuchado de él en algún lugar que causó su interés por tenerlo.

—Maldición—pensé.

—Inclusive sabía también tu nombre, porque preguntó si tú estabas dentro del sistema militar. Claro, le dije que tú no estabas disponible en estos momentos y fue cuando pidió al chico.

—Así que ya no es un soldado—dije.

—Exacto.

—Sí que es un elemento bueno, él quería ser como su papá y su hermano—Le conté.

— ¿Lo conocía señorita Rad?

— ¿Ahh?...Bueno... un poco. —En ese momento sentí que vibró mi celular.

—Es su teléfono. —Dijo al escuchar vibrar.

—Si, no es nada—Dije no dándole importancia, pero me asusté al sentirlo vibrar en mi pierna.

En ese momento la televisión cambio de noticia y salió el video donde se revelaba las cosas. Ambos nos fijamos en la pantalla y comenzamos a mirar —No sospechara de mí, porque estoy aquí con él—Eso pensé.

—Solo dejemos que Isabel haga lo suyo—Dije en mi mente, mientras observaba la pantalla. 

G.R.A.YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora