Harry respiró pesadamente mientras abría los ojos en la cama, giró sobre el colchón para chocarse contra el cuerpo desnudo de ______, sin poderlo evitar la abrazó bajo las mantas, rodeando la cintura de la chica con su fuerte brazo, y la atrajo hacía él. Al hacerlo, tocó un pétalo rebelde que se había adherido a la piel de la joven, lo retiró con los dedos se lo llevó hasta su nariz para inhalar el aroma, de aquel pétalo y el olor de ______ mezclados.

Cuarto día.

Tan solo quedaba uno para terminar aquel trato, uno más, y debía "tomar su decisión" Una decisión que estaba tomada desde hacía mucho, desde el mismo día que le propuso el trato; se quedaría.
No a la fuerza, no obligándola, pero si le pediría que se quedara... _______ no podía negar que se lo estaba pasando bien. No había visto en su rostro una triste sonrisa, y ella parecía feliz. Igualmente no se lo iba a ordenar. Se lo pediría de buena gana, y con buenos modales. Pues tampoco quería asustarla ni nada por el estilo.
La pegó más contra su cuerpo y hundió la nariz en su sedoso cabello. Estaba deseando que ella despertara para hacerle el amor nuevamente, más iba a dejarla descansar, lo habían echo sin cesar una y otra vez, salvajemente primero, y tiernamente después.
Le gustaba ver como los labios de la joven se abrían para pedirle más, para llamarlo mientras su cuerpo de contraía y se sacudía de placer. Le gustaba besar esos labios, hasta dejarlos rojos e hinchados por los besos, hundir la cara en su cuello e inspirar su aroma embriagante. Besar y acariciar cada parte de aquel cuerpo que lo volvía loco de deseo, y siempre lo hacía querer más.
Notó como su cuerpo despertaba ante sus pensamientos, su miembro se tensó contra el cuerpo de _____, y ella se movió contra él.
-Buenos días -susurró ella aún dándole la espalda.
Harry gruñó antes de nada.
-Buenos días -le contestó.
-Creo... -susurró _______- que no somos los únicos que se han despertado.
Harry la miró sin comprender, mientras ella se giraba hasta quedar cara a cara contra él. Se pegó contra su cuerpo y lo besó en el pecho antes de mirarlo a los ojos, y levantar la manta para mirar al interior de ésta.
-Creo que alguien quiere jugar -dijo ella, levantando una pierna y posándola sobre la cadera de Harry, teniendo así más acceso a él- y yo quiero darle juego... -murmuró besándolo mientras alcanzaba su miembro y jugaba con él.
Harry gruñó mientras la besaba con ansiedad y la abrazaba con fuerza. Gimió cuando haciendo un movimiento, ______ lo puso boca arriba sobre el colchón y se colocó a horcajadas sobre él. Lo besó con fuerza mientras se movía sobre él, refregándose.
-Maldita sea, que rápido aprendiste...
_______ suspiró mientras abría el grifo y dejaba que el agua caliente cayera sobre ella aclarándose así el pelo. Con los ojos cerrados no pudo evitar que miles de imágenes se proyectaran en su mente, en su cabeza.
Todas las imágenes tenían los mismos protagonistas; ella y Harry. Todas las imágenes eran de la noche anterior, y algunas de esa mañana.
Aún no se creía haber tomado la iniciativa. Si alguien le hubiera dicho que ella iba a ser la que comenzara, montándose sobre Harry, literalmente, no se lo hubiera creído. Sin embargo era cierto.
Y no se avergonzaba en absoluto. Había decidido aprovechar cada segundo con Harry, ya que en poco tiempo el trato cumpliría. Y después no sabía que pasaría.
Poco tiempo, ja. Poco tiempo era poco más de un día con él. Pero pensaba aprovecharlo al máximo, y después, cuando él pusiera el límite de tiempo, o lo que fuera, lo que dijera que se quedara con él, ya que ella sabía que así iba a ser, lo aprovecharía también, no iba a dejar nada sin aprovechar. No podía.
Lo amaba.
Para su dicha o desgracia lo amaba, y su orgullo le impedía decírselo, o pedirle tiempo. Las circunstancias en las que se habían conocido no habían sido para nada las más apropiadas... ni las mejores. Pero todo podía ser.
Y aunque ella no fuera a rogar, ni a pedir su amor, porque sabía que él no la podía amar, iba a aprovecharse de lo que él le daba, aunque solo fuera lujuria y deseo. Pasión.
Fuera lo que fuese, pensaba aprovecharse de ello y exprimir cada segundo, cada instante.
Como lo había echo esa mañana. Dándole a él lo que quería lo que pedía, más un poco de amor silencioso...
Y comenzaría dándole una pequeña sorpresita, como la de aquella mañana.
Terminó de enjuagarse, ilusionada por la idea, y salió de la ducha para cubrirse con una pequeña toalla blanca el cuerpo, mientras que se puso otra alrededor del cabello. Se miró al espejo y lo primero que pensó fue que necesitaría un poco de maquillaje, luego se untaría en crema, y se pondría uno de esos conjuntitos sexy que tenía nuevos...

Cuando Harry traspasó la puerta de su habitación con un ramo de flores en sus manos no se esperaba ver aquella escena.
No, no se esperaba aquella escena para nada...
Sobre la cama estaba _____, apoyada sobre las cómodas almohadas, su pelo caía sobre sus hombros desproporcionadamente, la otra parte de su cabello yacía sobre dichas almohadas. Su cuerpo tan solo estaba cubierto por un pequeño camisón negro de seda, tan suave como su piel, y que le daba deseos de hacerlo resbalar por su cuerpo hasta que cayera al suelo, dejándola desnuda, para hacerle el amor una y otra vez.
______ levantó la vista de la revista que tenía en las manos, la cual simulaba leer, pues sabía que Harry estaba en la habitación, y la miraba con los ojos abiertos, casi desorbitados.
Estaba segura de que le había dado una sorpresa. Y se sentía dichosa por la cara de incredulidad de Harry, pero también se sentía morir por los nervios que tenía a flor de piel.
-Bienvenido... -susurró poniéndose en pie. El camisón que tenía un poco subido bajó por sus piernas, acariciándola.
-_______ -susurró él, su voz era grave, y llena de deseo. ______ sintió como todo su cuerpo reaccionaba al oírlo, tan solo con su voz, sus hormonas revoloteaban de un lado para otro.
Sus pechos henchidos, su piel erizada, su sexo humedeciéndose por momentos... Carraspeando se acercó a él, y colocó una mano en su pecho, antes de ponerse un poco de puntillas y besarlo. A pesar de llevar unos altos zapatos de tacón alto, él seguía siendo bastante más alto que ______.
Harry la abrazó, pegándola contra su cuerpo, y alzándola en el acto un poco, la besó con fiereza, y arqueó el cuerpo de la joven hacía atrás mediante la besaba. Antes de incorporarla de nuevo y soltarla, aún besándola.
-Me alegro de que hayas vuelto pronto -dijo ella.
-No sabes cuanto me alegro de haber vuelto -susurró él- que grata sorpresa.
-¿Las flores son para mi? -preguntó ella con una sonrisa, él asintió y se las dio- son hermosas -dijo cogiendo el ramo, y colocándolo sobre un jarrón. Del ramo, sacó una preciosa flor y mirándolo a los ojos, la dejó caer sobre los labios de Harry, antes de subirla a su nariz- me encantan como huelen... -dijo llevándosela para olerla ella misma.
-Y a mi me encantas tú -murmuró él, tomándola del brazo y pegándola a su cuerpo- como hueles -continuó hundiendo la nariz en su cabello- como sabes -susurró lamiéndole los labios- como me llamas cuando te hago el amor, como gritas mi nombre, cuando estás a punto de alcanzar el orgasmo... Como ruegas, cuando me detengo...
-Harry -susurró ella, suplicando un beso.
-Me gusta como dices mi nombre...
-Harry -repitió ella conciente de lo que hacía.
-_______... -dijo él- ¿Qué quieres, cariño?
-Por favor -rogó ella.
-Por favor ¿qué?
-Hazme el amor, por favor... por favor...
Sin más ruegos, él la tomó en sus brazos, y besándola con fiereza la depositó en la cama.
_______ despertó al lado de Harry, y muy despacio se levantó, dejándolo solo en la cama, le apetecía pasear un poco, ¿y que mejor sitio que los enormes jardines de Harry? La hierva mojada, las flores...
Tras ducharse y ponerse algo de ropa cómoda, con las zapatillas, bajó hasta el comedor, donde las amables personas que trabajaban para Harry, le pusieron el desayuno. Tras comérselo todo, dio un paseo, en el cual se le ocurrió llevarle el desayuno a Harry, y despertarlo así.
Aún recordaba la pasión que le había demostrado la noche anterior mientras le hacía el amor, y quería sentirlo de nuevo...

Ese era el quinto día, y Harry pronto tomaría su decisión, y la informaría.
Los nervios la tenían atacada, más los intentaba controlar, mientras tanto, disfrutaría de todos los momentos.
Se metió en la cocina, y tras enterarse donde estaban todas las cosas, no sin antes pelearse por convencer a las cocineras, de que todo estaba bien, comenzó a hacer el desayuno.
Llevaba un rato exprimiendo en zumo, y colándolo, cuando el señor que la había atendido el primer día, le pasó el teléfono, diciendo que era para ella.
-¿Para mi? No puede ser, nadie sabe...
-Preguntan por la señorita ______, señorita. Dice ser su hermano...
-¿Mi...? Está bien, gracias -dijo aceptando el teléfono- ¿si?
-¿________?
-¿Jesse? -preguntó reconociendo la voz- pero ¿cómo...?
-David me dio el teléfono, tuve que rogarle, me sentí como un estúpido... pero no me quedó más remedio...
-¿Qué pasa? -preguntó asustándose por el tono de su hermano.
-________, tienes que venir cuanto antes, papá ha tenido un infarto y está muy grave.

El Trato |HS|Where stories live. Discover now