U N O

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- ¡Te voy a matar pequeño demonio! -Gritó mi hermana mayor desde el baño de su habitación.

Sé que no entienden nada, explico.

*FLASHBACK*

Estaba sentada bajo un árbol en el patio trasero de mi casa, con calzones negros, una camiseta blanca, unos calcetines arriba de la rodilla con colores alegres, sin zapatos, el cabello desordenado y comiendo una manzana, pensando en que hacer, moría de aburrimiento. De un momento a otro una naranja cayó en mi cabeza, y las ideas cayeron del cielo como palomitas muertas, se me vino a la cabeza hacerle una broma a mi querida no querida hermana, casi no me gusta hacerle bromas a ella ya que no me da de los chocolates que le regala su novio. Dice que soy muy infantil teniendo 17 años, no me gusta ser una adolescente amargada, no, no me gustaría ser como ella, cursi, delicada y... aburridísima como nadie.

Busqué todo lo que tenía que ocupar, pintura verde y él champú de Zoe.

Saqué todo el champú del bote, lo metí en una bolsa plástica y lo guardé, vertí la pintura verde sobre el bote de Champú, quité todo lo que quedaba afuera de él para no levantar sospechas.

Dejé todo en su lugar, aquí nada había pasado.

Subí las escaleras, entre sigilosamente en la habitación de mi hermana Zoe, por suerte no había monos en la costa, abrí la puerta del baño y volví a dejar el champú en su lugar, al lado de la bañera.

Salí de su habitación, revisé el pasillo y no había nadie. Corrí hacia mi habitación, en ella tenía una salida de emergencia por si las moscas.

***

*FIN DEL FLASHBACK*

- ¡Emma! ¡Hija del mismísimo demonio! ¡ven aquí! -gritó Zoe desde el baño, me la imagino con el pelo verde, como un moco. Y sin esperarme nada Zoe entro por la puerta de mi habitación, en sus ojos se miraba su pupila, y odio.

Abrí la ventana rápidamente, sin pensarlo me lancé rebotando en el trampolín que estaba abajo, reboté más de 3 veces, hasta que caí en el suelo de pasto verde.

- ¡Me las vas a pagar! ¡Duerme con un ojo abierto! -dijo mi hermana y luego con su voz chillona hizo una risa maniática, pero siendo sincera no le quedo nada bien, fue como un ladrido de un perro.

No respondí y corrí hacia la cocina, donde estaba Stephanie, la empleada. Ella evita que Zoe me haga maltrato humano.

- ¿Qué pasa Emma? -dijo Stephanie secando los paltos.

-Zoe me quiere matar -dije mordiéndome la uña del dedo meñique, simulando nerviosismo.

-Compórtate, tus padres han de estar por venir -dijo sin parar de secar los paltos -Son las seis y cuarenta y siete -dijo mirando el reloj que colgaba de la pared de la cocina.

-Sí si -dije agarrando un vaso y llenándolo de agua del grifo. La bebí toda y dejé el vaso en la regadera.

Salí de la cocina empecé a subir las escaleras con suma cautela, puede que Zoe este con un arma y me dispare o asesine.

Revisé que no hubiera monas en el pasillo, pero por suerte no habían. Caminé por el pasillo, entré en mi habitación y cerré la puerta rápidamente.

Mi teléfono que estaba por algún rincón de mi habitación empezó a vibrar y a sonar una música angelical, bueno es de una vaca.

Empecé a buscarlo por, suelo, cama y mesa hasta que lo encontré en el desastre de mi armario envuelto de papel de colores.

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⏰ Last updated: Mar 21, 2016 ⏰

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La Rebeldía de Emma [Actualizaciones Lentas]Where stories live. Discover now