Capítulo 20.

909 38 6
                                    

- Seth, eres tú. 

- Ann, yo.. yo no sabía nada. 

- Bueno me alegro que seas tú en cierta forma sabes. 

- Puedo pedirte un favor. 

- Sí, claro. 

- No le digas nada a Ángel. 

- Te iba a pedir lo mismo. 

Nos fuimos a cenar y ya se fueron, nosotros estuvimos en mi habitación riéndonos, tenemos muchas cosas en común ahora que lo pienso. Es la primera vez que le veía sonreír así, tiene una sonrisa muy bonita. 

Narra Seth:

Estoy hasta el cuello de mierda, no puedo más, la quiero tío. Estoy enamorada de ella, de como se le achinan los ojos cuando se ríe, su hoyuelo izquierdo (que siempre me gustaría besar), y su boca, con esos labios carnosos donde pedías estrellarte y esa sonrisa que te hacía querer firmar un pacto con el diablo por volverla a ver. 

Ángel lo siento pero no puedo controlar de quien me enamoro y seré capaz de conquistarla porque no puedo más sin ella. 

*En la cena*

- Dime algo de ti que no sepa nadie Seth. 

- Tengo cosas de mi pasado que no desearía a nadie. 

- Bueno, a mi también me pasa..

- ¿Por qué? - me enseñó las cicatrices. - ¿cómo alguien tan bonita como tú puede tener eso?

- Porque no veía lo bonita que era.

- Bueno ya que tú me has enseñado tus cicatrices yo te enseño las mías vale. - me arremangué la camisa.

- Son mucho más profundas.

- He estado ingresado tres veces o más no sé.

- Al menos tú entiendes lo que es estar jodido como yo.

- La verdad es que echaba de menos tener a alguien que me entendiera.

- ¿Alguien realmente lo ha hecho?

- No, ¿y contigo?

- No, ni si quiera Ángel.

Quizás tenga un poco de ventaja respecto a Ángel, comprender a una persona así es muy complicado y a veces ella necesita que la entiendas y no que le eches en cara su pasado, y por desgracia, eso lo hacen muchas veces sin llegar a entender que te hizo llegar a ello. No entienden que tú te puedas odiar, pero muchas veces yo me he preguntado y ¿por qué ellos no me odian si doy asco? 

Narra Ann:

*llamada entrante de Ángel*

- Hola amor. 

- ¿Qué hacía ayer Seth en tu casa?

- Nuestros padres cenaron juntos, ¿y tú como lo sabes?

- Me lo dijo mi hermano que se lo dijo Marshall. 

- Cariño, tenemos que hablar.

- No me gusta esa frase. 

- Mis padres han concertado un matrimonio con Seth, me han pedido que te deje si no ciertos asuntos de mis padres saldrán y nos perjudicarán, yo te quiero pero tengo que hacerlo. 

- No puede ser otra vez. 

- Lo siento.. 

- TODAS OS VAIS CON SETH O QUÉ, QUE TIENE ÉL. 

- No es mi decisión, no está en mis manos. 

- Sí sí lo está. 

- Ángel..

- Adiós.

*fin de la llamada* 

Narra Ángel:

Después de la conversación con Ann salí con la moto a la carretera, entré en el primer antro que vi y me emborraché, ni si quiera sabía que hora era, sé que estuve mucho tiempo allí y pensé en ir a casa de Ann, así que salí y me puse en camino. 

Mientras conducía empecé a marearme, no veía, se me nublo la vista, lo último que recuerdo es una ambulancia alguien me decía que me pondría bien, yo solo dije que llamarán a Ann. 

Narra Ann:

*llamada entrante*

- Hola Ann, soy el hermano de Ángel. 

- Hola, son las 5 de la mañana eres consciente no. 

- Sí, Ángel está en el hospital, antes de que se lo llevaran al hospital pidió que te llamarán y yo quise avisarte. 

Tiré el teléfono, esto había sido por mi culpa, sin mi maldita manía de joder a todo el mundo esto no hubiera pasado. Empecé a llorar, me vestí y desperté a Marshall para que me llevará al hospital. 

Ángel estaba en coma, impactó contra un camión, dudan que pueda salir, ha perdido mucha sangre sin hablar de las lesiones físicas que tiene. Estoy asustada, esto ha sido culpa mía, yo lo sé. 

- Ann. 

- Seth. 

- ¿Qué tal estás?

- Ha sido culpa mía, le dejé antes de que saliera por nuestro matrimonio concertado. 

- No es culpa tuya.. tranquila, iba muy borracho no debía coger la moto para volver. 

- Es mi culpa..

- No lo es tranquila. 

- Si no le hubiera dicho nada él estaría aquí.

- ¿Por qué le dejaste? Tú le quieres. 

- Y lo sigo haciendo pero tenía que proteger a mi familia. 

- Deja de llorar, él se pondrá bien, nosotros le veremos despertar ya lo verás. 

- No puedo dejar de llorar sí sé que él puede morir. 

Y es que era él quien me había apoyado todos los días, y no sé que iba a ser sin él, y que pasaría con nosotros a partir de ahora, yo no podía volver con él, y él no podía hacer esto cada noche, yo quería estar con él, pero no podía, me sentía impotente, inútil, estúpida quería irme con él. Quería dormir con él y verle despertar con esa sonrisa de pase lo que pase me vas a tener a mi pero ahora no era seguro que mañana estaría conmigo. 

Una parte de mi sentía que se estaba rompiendo y que nadie podría reconstruirlo otra vez, y quién sabe que sería de la chica triste que nunca estaría feliz con nadie, ni con ella misma y al fin y al cabo sabía que esto podía pasar. 

Sus padres insistieron en que me fuera a casa pero me negué, intenté no separarme de Ángel en ningún momento, pero fue él quien se separó de mi. 

Esa noche me quedé allí, como todas las restantes durante 5 meses, Ángel no despertaba. Cinco meses después, Ángel murió. Y una parte de mi se fue con él. 


Mi desastre favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora