Un año después
Las historias de amor tienden a ser cuentos de hadas y cosas inolvidables. Hay otras que tienen bordes dañados y algo rotos. Pero al transcurrir el tiempo, te das cuenta que cada lágrima y cada sacrificio valió la pena para llegar a donde estamos hoy.
Viendo a Ash caminar del brazo de su padre hacia donde la espera mi hermano en un lindo altar en la playa me hace humedecer los ojos. Ellos también tuvieron sus dificultades pero a pesar de ello, acá están demostrando que con un poquito de amor todo es posible. Ella esta tan radiante, con su vestido blanco satinado y flores color lila en su cabello. Y ni hablar de Mal con su traje color blanco y su corbata lila (solo por complacer a Ash, obviamente).
Caleb y yo eramos los padrinos. Yo tenía un vestido que se abría en el muslo color lila, para armonizar con los colores de la boda. Caleb, siempre impecable con esmoquin negro y corbata lila por la misma razón que mi hermano Mal.
Luego de que pronunciaran sus votos, todos estabamos mas que emotivos, pues al mirarlos, se veía un amor realmente fuerte y leal. Afortunadamente, yo ahora tenía el mío.
Las manos de Caleb me abrazaron la cintura y se juntaron en mi vientre.
- Algún día tu caminarás hacia mi de la misma manera - susurró
- Seré la señora Cross? - dije divertida
- Y la madre de todo un equipo de baloncesto - dijo girandome para que así pudiera verlo
- Ya veremos Cross. Comportate y veremos que puedo hacer por ti - le guiñe
- Tu eres mi para siempre - dijo tan bajito para que solo yo lo escuchara
- Tu me tienes para siempre - le respondí de igual manera.
Estaba feliz de estar en ese preciso momento, rodeada de tanta felicidad y tanto amor. Afortunadamente, hay cosas que son eternas..
FIN
