Era un sábado en la tarde, y Caleb me había texteado para que saliéramos a caminar, y como deben imaginar, no pude negarme ni por un segundo a ello. Ese día decidí tomarme un poco mas de tiempo en cuánto a mi apariencia, me vestí toda de blanco, trencé mi pelo, me apliqué un poco mas de maquillaje de lo usual, y usé, quizás, un poco mas de perfume. Como estaba sola en mi casa, dejé una nota que decía que estaría fuera por un rato con Ashley, y salí a encontrar a Caleb.
Caminé hasta donde me indicaba el mensaje de texto, y me di cuenta de que su casa no quedaba lejos de la mía, pero yo no recordaba haberlo visto seguido por acá. Toqué el timbre y me recibió una vista realmente caliente, de todo su paquete de seis con vaqueros que le colgaban a la cadera a la perfección. Me sonrojé al verlo sin camisa, y bajé la mirada.
- Te ves bastante bonita cuando eres tímida pequeña Lory, pero no te escondas de mi - Y con su mano levantó mi barbilla
- Hola Caleb- Susurré
- Hola linda Lory - y me sonrió, y yo sentí que me faltaba el aire
Se puso su camisa, y así salimos de tu casa, para lo que sería un paseo bastante interesante.
Caminamos un rato, hablando de cosas triviales, y yo me mordí el labio inferior a modo de contener estridentes carcajadas que sabría que iban a salir. Lo oí suspirar audiblemente y dejó de caminar.
- Qué pasa, Caleb? - le pregunté
- Tu. Tu pasas linda Lory, y ese es un gran problema -
Se acercó hasta que nuestros alientos chocaban, y me besó. No fue un beso suave, ni tierno, fue demandante y urgente. Se separó de mi bruscamente y maldiciendo, se marchó
