Aeipathy ✖ KaiLu

Capítulo Único

A mi alma gemela.

Esto es mi regalo de cumpleaños, es sólo un detalle pero espero te guste mucho. Me ha dado mucho gusto encontrar a una persona con la que tengo bastantes cosas en común, ojalá que disfrutes mucho tu día, oppa ♥ ya me pondré cursi contigo en privado *lenny face*.

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Aeipathy: Pasión desmedida e inexplicable.

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LuHan, BaekHyun, Sehun y JongIn habían estudiado toda la secundaria y la preparatoria juntos. Los dos primeros siempre han sido amigos, igual que los dos últimos, pero sólo LuHan y JongIn son como polos opuestos. 

O eso quieren creer ellos.

El mayor de los cuatro se mudó de China a los doce y tuvo que repetir un año en Corea para poder entrar a la secundaria, fue gracias a eso que conoció al que ahora es su mejor amigo, si bien Byun BaekHyun es todo lo que LuHan no es, ambos han sabido llevar una amistad más allá de lo convencional, son como dos hermanos que van juntos a todos lados, un combo de personalidades opuestas que logran un binomio bastante amigable.

Quizá por eso, ambos escogieron dedicarse a la música desde preparatoria y fue gracias a eso que el último año los caminos de los cuatro chicos se separaron, por fin, después de seis años de estar juntos, pues, Sehun y JongIn escogieron el área de exactas para dedicarse a estudiar cosas que los dos castaños no entendían ni por asomo.

Aquella separación le dolió más a BaekHyun, y LuHan, desde entonces, agradece que su amigo guste de Oh Sehun.

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El primer día que conocí a Kim JongIn fue en clase de informática, era mi segundo día en la secundaria y para mi desgracia se me hizo tarde, tuve que sentarme en la última fila de computadoras en un salón algo pequeño. Los ordenadores estaban ordenados en una "U" que rodeaba el salón y en el centro había una fila en forma de "I" con sólo tres computadoras.

Él estaba sentado en la última. Y yo justo atrás, en la pancita de la U.

Joder, ¡lo recuerdo muy bien!, con sus aires de grandeza, su ceja alzada y su barbilla apoyada en su mano, clickeando aquí y allá aburrido sin prestar la más mínima atención. Y no, yo no lo estaba viendo embobado ni nada por el estilo, lo observaba porque estaba ocupando una de las mejores tres computadoras del salón y lo único que estaba haciendo era buscar minas en ese jueguito en el que nadie gana por apretar el cuadrito gris que nos sale del culo.

¡Y yo tenía que luchar con el jodido teclado al que no le servían las flechas del navegador, un mouse que no se deslizaba bien porque la bolita que tiene dentro estaba medio aboyada y la luz de la pantalla tintineaba!, en esta vida nada es justo, ¿saben?

Después de intentar hacer el maldito dibujo en el Corel Draw, la profesora dio quince minutos para hacer una actividad antes de salir a la siguiente clase.

Tenía quince jodidos minutos para entregar un trabajo con la porquería de computadora que me había tocado, bueno, ¿qué tiene que ver mi desgracia con mi odio a primera vista con Kim JongIn?, ¡pues mucho!

No habían pasado ni cinco minutos cuando el arrastre de su silla se escuchó en el salón.

—Se lo he mandado a su correo, profesora. ¿Puede decirme si así está bien o necesita que corrija algo?