-¿Te sientes bien? – Me pregunta Juliana.

-Sí. – Le sonrío. – Es que recordé que hoy me tendré que quedar después de clases para terminar un informe que es para mañana, además tengo prueba, creo que me debería ir a estudiar, en la tarde no tendré tiempo.

-No te vayas. – Me dicen al unisonó.

-Lo siento. – Les digo tomando mis cosas. – Nos vemos después.

-¡CHAO! – Me gritan al mismo tiempo cuando me voy.

Grandioso, no quería que Tom me viera, pero con la sutileza innata de mis amigos, cuando lo miro de reojo veo que me está mirando. Al fin llego hasta un lugar de estudios que está en el quinto piso, comienzo a estudiar para no recordar a Tom. Cada tanto miro la hora para no llegar tarde a clases, pasan treinta minutos de intenso estudio cuando siento la desagradable sensación de que me observan, levanto la mirada y en la mesa que esta frente a mí, lo veo, es el desagradable tipo del autobús, maldigo en mi interior, bajo la mirada y sigo estudiando, me siento incomoda, miro mi celular con nerviosismo, veo que ya falta poco para entrar a clases, tomo mis cosas y las guardo en mi mochila mientras camino rauda para escapar del extraño, salgo del área de estudio y a quien me encuentro de frente... ¡SÍ!, nada más, ni menos que al gran y único Thomas Hiddleston, por poco y chocamos, sin decir nada nos apartamos cada uno del camino del otro, doy dos pasos y entro a la sala de clases.

Son las cinco y media de la tarde, al fin termina la aburrida clase, debo ir a la biblioteca para encontrarme con la chica con quien terminaré el informe, el cual, lo he hecho prácticamente sola, la tipeja siempre me da escusas y nunca hace nada, ayer me dijo que terminaría lo que faltaba y que me mandaría por facebook el avance pero no lo hizo, con eso solo tendríamos que ver los detalles y terminaríamos el informe, pero ahora que trato de llamarla no me contesta. Bajo las escaleras normales, no las de emergencia mientras trato de comunicarme con la helminto, estoy enojada, al llegar al segundo piso me quedo de pie escribiéndole un mensaje de texto, no sé cómo pero alguien choca conmigo, cuando levanto la cabeza veo la espalda de un hombre alto, aprieto mi mandíbula y pongo los ojos en blanco cuando el que me choco se gira, ahí está Tom, << ¡DE NUEVO!>>, él me pide perdón con el entrecejo levemente fruncido. Sigo mi camino hasta la biblioteca, cuando llego a la escalera normal me encuentro con la sorpresa de que la están arreglando así que tendré que bajar por la escalera de emergencia hasta el menos uno. Al abrir la puerta de salida de emergencia, me quedo en shock cuando veo a mi psicópata personal bajando por la escalera, cierro la puerta antes de que me vea. Al parecer los planetas se alinearon, hoy cuando estaba esperando el autobús con los chicos, Tom paso en su automóvil, luego me subí al autobús y ahí estaba el psicópata, luego llegue a la Universidad y en la entrada estaba Tom, todo el día me los he topado, jamás había visto a Tom tantas veces en un día y menos al otro tipo. Comienzo a caminar hasta el ascensor mientras trato de llamar a la musaraña, espero frente las puertas del ascensor mientras escucho el tono de marcado... mi respiración se detiene, las puertas de la caja de acero se abren, la proterva me responde el llamado y Tom me mira impresionado, << ¡OTRA VEZ! ¡¿ESTO ES ENSERIO?!>>; Quito mi mirada de Tom y comienzo a hablar con la felona.

Estoy en la biblioteca escribiendo frenéticamente en mi viejo laptop, llevo una hora tratando de terminar el informe, mi súper compañera no pudo venir porque mañana tiene casualmente la misma prueba que yo, sí, en la misma sala y con la misma profesora, es increíble, no pude evitar insultarla por ser tan egoísta. Se supone que todo está en internet pero no es así, los libros con los que debemos hacer el trabajo en el único lugar que los encontré fue en la biblioteca y no puedo pedirlos para llevármelos a casa porque solo se pueden usar en la biblioteca. Levanto mi mirada de vez en cuando para verificar que el depredador no anda al acecho, si lo veo debo escapar lo más rápido posible, no quiero que me siga. A pesar de la hora hay bastantes personas en el área de estudio de la biblioteca, sin que me importe lo que piensen, levanto mis brazos y me estiro, para luego bostezar sin tapujos, estoy a punto de terminar, solo me faltan dos líneas y termino las 20 páginas del trabajo. Al fin termino, luego de dos horas y media de intenso trabajo, guardo mis cosas en la mochila y me levanto en dirección a los estantes para dejar los libros en unos carritos en donde los encargados después los dejan en su lugar. Llego hasta el carrito, de la nada recuerdo que necesito un libro para otra clase, ya que estoy en el área de psicología, comienzo a buscar el libro en el estante, estoy concentrada mirando la fila de libros que está abajo, cuando escucho que alguien le dice a otra persona: ¨Aquí está el libro¨, me giro para ver quiénes son, en menos de un segundo vuelvo a mirar los libros, es Tom, suspiro y salgo de los estantes no puedo estar junto a él. Voy caminando a la salida cuando desde la lejanía diviso a mi acosador mirándome como si fuera una presa, apresuro mi paso para que no me siga, esta lo bastante lejos como para perderme de su vista.

Trato de abrir la puerta de la salida de emergencia pero está cerrada, así que tendré que tomar el ascensor para subir un solo maldito piso. A lo lejos veo a Tom quien está con la mirada fija en la puerta de la caja de acero, me quedo de pie mirándolo, creo que caminare hasta el ascensor que está al otro lado de donde estoy, si entro a la caja de acero junto a Tom y estamos solos, no me controlaré. Comienzo a caminar, no doy ni dos pasos cuando Tom me queda mirando, ya me voy acercando hasta donde está, justo cuando voy llegando, Tom entra al ascensor, yo pensaba pasar de largo pero... al pasar por fuera del ascensor Tom con agilidad me toma del brazo y me mete dentro de la caja de acero. No sé si el ascensor está subiendo o bajando, pero sí sé que las manos de Tom van bajando por mi espalda hasta detenerse respetuosamente antes de la zona prohibida mientras me besa, yo pongo mis manos en su suave cabello mientras sigo el ritmo de la situación. El ascensor se detiene y abre sus puertas en el menos tres, Tom se separa de mí pidiéndome perdón él se baja del ascensor y me deja ahí, con agilidad me bajo antes que las puertas se cierren, apresuro mi paso y lo tomo del brazo.

-¿Qué es lo que quieres conmigo? – Le digo angustiada.

-Lo siento. – Me dice afligido.

-Siempre me dices lo mismo. – Tengo repentinas ganas de llorar. – Me estás haciendo daño, ¿Lo sabes?

-Perdóname. – Tom coloca sus manos en mis hombros.

-¿Qué sientes por mi? – Él cierra los ojos y respira profundamente, pero no responde mi pregunta. – Tom, por favor dime que sientes por mí. – Le ruego al borde de las lagrimas.

-Dicen que el amor a primera vista no existe y que es solo una idealización, pero... ese día cuando te infiltraste en mi clase no pude dejar de mirarte, es algo que no sé cómo explicarlo, desde ese momento te comencé a buscar y muchas veces te veía desde las alturas. – Mi corazón se contrae y mis ojos se llenan de lágrimas cuando él acaricia suavemente mi mejilla. – Estoy enamorado de ti, es más, nunca he amado a ninguna mujer como te amo a ti, tu sabes que cometí el error de casarme sin sentir algo por la otra persona, si tan solo hubiera esperado que llegaras a mi vida todo sería tan diferente. – Tom coloca su cabeza en mi hombro. – El no poder tenerte me está matando lentamente, no podemos estar juntos, yo forme algo que es muy difícil deshacerlo y tú eres una joven increíble, me encanta verte reír, pero yo solo te puedo hacer llorar.

-¿Por qué te complicas tanto? Si no amas a tu mujer déjala. – Le digo quitando su cabeza de mi hombro.

-Las cosas no son tan fáciles. – Dice con desesperación.

-No podemos seguir así Tom, yo no quiero que me tomes cuando quieras y luego me dejes despedazada, no es justo, si dices que no podemos tener nada entonces déjame.

-No puedo, trato de controlarme pero es algo que se me va de las manos. – Dice afligido.

-Entonces vas a tener que tomar una decisión, si me amas tanto como dices entonces deja a tu mujer y quédate conmigo, no vuelvas a Inglaterra, si decides quedarte con ella, entonces no te acerques a mí, no me hables, no me mires, no me busques, así no me hare ninguna ilusión y cuando te vayas no sufriré. – Tom me mira pensativo.

-Tienes razón, debo decidir algo, esto tiene que terminar. – Suspira cansado.

-Mientras lo piensas ¿Me puedes ir a dejar a casa? – Tom me mira y me sonríe con sus ojos tristes.

-Claro que puedo.

Caminamos en silencio hasta su automóvil, en unos cuantos minutos ya vamos en camino, no hablamos nada, de vez en cuando lo miro, tengo una mezcla extraña de sentimientos, amo tanto a este hombre que si él es feliz volando a otros horizontes sería capaz de dejarlo ir, aun cuando eso me arrancara el alma.

Escondiéndome de su mirada (Tom Hiddleston Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora