Reencuentro.

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Amarantha bajó del barco de un salto desde la barandilla, sin siquiera pisar la plataforma que habían puesto para que bajasen. Claro que no, aquel no era su estilo. Su hermana mayor, Achlys, no tardó en seguirla, pero a diferencia de su hermana, ella sí que bajó por la plataforma y se acercó a ella mientras la pequeña de las Kafkis se sacudía su chaqueta y su pantalón corto.

-Algún día te harás daño, hermanita, y padre se enfadará- la advirtió con una sonrisa.

-Entonces solo tendré que asgurarme de que padre no se entere de que me he hecho daño si eso llega a ocurrir- le contestó su hermana imitando su gesto.

Amarantha Kafkis, una joven de dieciocho años, pelo negro y largo, hasta algo más de la mitad de la espalda, ojos verdes como el mar y piel morena. Amaba el mar y los barcos, así  como a sus padres. Le gustaba el riesgo y la aventura, y aunque siente un gran respeto por todos sus superiores, a menudo tiende a hacer locuras que la han costado más de un castigo severo. Es muy enérgica, y la alegría de los barcos cuando monta en ellos. Siempre ayudando a los marineros cuando se la necesita. También la gusta pasarse gran parte de sus viajes por mar mirando la enorme extensión de este. Todo el mundo sabe que cuando su padre, Cadmus Kafkis, se retiré del puesto de jefe de la "División Neptuno", será su hija menor quien ocupará el puesto.

Achlys Kafkis, una mujer de veintidós años, pelo cobrizo y largo hasta por debajo de los hombros, ojos marrones y piel morena. Hermana mayor de Amarantha. Es más seria que su hermana, y reprime más toda la energía que tiene, si bien es cierto que con la edad de Amarantha ella era muy parecía a la pequeña de las Kafkis. También le gusta el mar, donde se ha pasado su vida desde el viaje que emprendieron años atrás con sus padres, pero ella prefiere tierra firme. Sabe que ella se dedicará a otra división en cuanto regresen a Zalases.

Ambas vestían con pantalones cortos negros, camisas, Achlys de color blanca y Amarantha de color azul oscura, con corbatas negras y botas de caña alta. Aunque a la mayor de las hermanas le gustaban los vestidos, había acabado asumiendo que cuando regresasen a la isla donde convivían toda la Familia deberían llevar ropas más cómodas para el trabajo. No la importaba, de todos modos.

-¡Amarantha!

-¡Achlys!

Oyeron dos voces masculinas que les llamaban. Las hermanas se giraron al tiempo que veían a Alyxander Doskas y Neleus Nikopolidis acercarse a ellas a paso ligero. Ambas sonrieron y avanzaron también cuando, en un breve momento de confusión, alguien atrapó a ambas hermanas, rodeándolas el cuello con sus brazos, y alejándolas del barco y de la gente.

Tanto Alyxandre como Neleus como Cadmus como Dasha como Alastor como Basileia sacaron un arma, una nueve milímetros, con la que apuntaron a aquel hombre. Pero no podían dispararle; él se protegía con las dos jóvenes. Estas gritaban un poco, asustadas.

-¡Dadme lo que quiero o estas dos morirán!- exclamó aquel extraño.

La familia Doskas.Where stories live. Discover now